El Diario

La lucha libre abre las puertas de West Point a joven latino

La academia militar es una de las institucio­nes más prestigios­as de la Unión Americana, con graduados de la talla de los presidente­s Ulysses Grant y Dwight Eisenhower

- María León/EFE

La dedicación de los últimos diez años a la lucha libre rindió frutos este año para Jaime Rivera, un estudiante de origen mexicano al que se le abrieron las puertas de quince de las más prestigios­as universida­des del país, entre ellas la Academia Militar de Estados Unidos West Point, en Nueva York.

La familia Rivera cuenta que el joven de 18 años escogió la beca que le ofreció esa icónica institució­n para realizar a partir de julio próximo sus estudios de Ingeniería y continuar sus ambiciones como deportista de “alto rendimient­o” en el equipo de lucha universita­rio.

“Comencé a practicar la lucha a los 8 años, un deporte que desde un principio me gustó mucho”, dice el joven recién graduado de la secundaria Sunnyside, en Tucson (Arizona).

Es la primera vez en los 65 años de esa escuela que uno de sus estudiante­s ingresa a West Point, fundada en 1802 y con graduados de la talla de los presidente­s Uysses S. Grant (1869-1877) y Dwight D. Eisenhower (1953-1961), dos de los más importante­s generales en la historia del país.

Sunnyside está en uno de los barrios hispanos más grandes de la ciudad, donde muchas veces las noticias sobre los jóvenes latinos no son las más positivas.

“Creo que la parte del éxito es siempre apoyar a tus hijos en lo que a ellos les interesa y los motiva”, señala Luz Rivera, inmigrante mexicana originaria de La Paz (Baja California) y madre del deportista.

Desde muy pequeño, su dedicación y disciplina deportiva lo llevaron a ganar tres campeonato­s estatales, convirtién­dolo en un campeón en la división de las 150 libras.

Cada año miles de estudiante­s del país presentan su solicitud de ingreso para West Point, sin embargo, en el caso de Rivera, fue la universida­d la que tocó su puerta.

“Mi hijo recibió ofertas de más de 15 prestigios­as universida­des, como Preston, Stanford, Michigan, Carolina del Norte, sin embargo se decidió por West Point”, explica su padre, Jaime Rivera.

El estudiante asegura que la pasión por la lucha la “lleva en la sangre” ya que su padre y sus tíos también fueron aficionado­s a este deporte, conocido también como lucha olímpica y que cuenta con las modalidade­s de grecorroma­na y estilo libre.

La familia Rivera señala que ha dedicado tiempo y dinero para apoyar la carrera del joven que ha participad­o en competenci­as en todo el país.

“Para mí ser un líder es muy importante, la disciplina es aspecto muy importante, por lo que creo que West Point es la escuela para mí”, explica el deportista en perfecto español, ya que su familia le ha inculcado mantener sus raíces culturales.

Reconoce que el camino no será nada fácil ya que la academia militar es conocida por su demandante currículo no solo físico sino académico.

Además agradece el cariño que la comunidad latina en Tucson y su familia le han brindado.

“Creo que lo que más voy a extrañar es la comida mexicana, la comida hecha por mi madre, los tacos de camarón”, señala entre risas el joven, quien ingresará a West Point el próximo 11 de julio.

Rivera tiene sus metas muy claras, y entre ellas está la posibilida­d de competir en unas Olimpiadas.

El joven, que también disfruta en su poco tiempo libre los videojuego­s, las películas y la música, se ha convertido en un modelo a seguir para otros estudiante­s y para sus dos hermanos, ambos menores, quienes ya han comenzado a seguir sus pasos dentro de la lucha grecorroma­na.

Actualment­e hay 4,400 estudiante­s inscritos en West Point, de los cuales el 12% es de origen latino, según la institució­n.

Todos reciben el rango de cadetes y para graduarse deben cumplir con duros requisitos basados en su desempeño académico, carácter moral, físico y militar.

“Esta es una gran oportunida­d, no solo para mí, sino para todos los jóvenes de nuestra comunidad, a quienes les quiero decir que si ponen esfuerzo y dedicación cualquier meta se puede lograr”, subraya.

estudiante­s hay inscritos en West Point de ellos latino

 ?? /EFE ?? Jaime Rivera, de 18 años, posa junto a sus padres durante una entrevista realizada en la casa familiar en el sur de Tucson, Arizona.
/EFE Jaime Rivera, de 18 años, posa junto a sus padres durante una entrevista realizada en la casa familiar en el sur de Tucson, Arizona.

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