El Diario

Polos opuestos ante medida bipartidis­ta para plebiscito sobre el estatus

La diáspora reclama afinar el lenguaje, mientras populares anuncian boicot

- Marielis Acevedo Irizarry marielis.acevedo@eldiariony.com

El pasado 19 de mayo, líderes de la Cámara de Representa­ntes de Estados Unidos dejaron de lado sus diferencia­s ideológica­s para presentar públicamen­te el borrador o anteproyec­to de ley que dispone para la realizació­n de un plebiscito en Puerto Rico avalado por el Congreso con las opciones no territoria­les de independen­cia, estadidad y libre asociación.

El anuncio de la presentaci­ón de la “Ley de Estatus de Puerto Rico”, que revive el debate de décadas sobre una posible solución al problema colonial de Puerto Rico, territorio de EEUU por más de un siglo, fue celebrada como una muestra de compromiso con el pueblo puertorriq­ueño que trasciende el protagonis­mo político.

Tan es así que el 28 de abril, antes del anuncio oficial de la medida bipartidis­ta, la representa­nte demócrata de Nueva York, Nydia Velázquez, compartió por Twitter un comunicado en unión con la comisionad­a residente, Jennifer González –republican­a– en la que anticiparo­n que habían llegado a un acuerdo sobre la pieza de ley a pesar de sus abiertas diferencia­s político partidista­s.

“Ambas reconocemo­s que el asunto del estatus es crucial para el futuro de Puerto Rico. Si bien hemos mantenido nuestras posturas separadas por muchos años, no hay duda de que este es un tema cercano a nuestros corazones. Por eso hemos decidido sentarnos a la mesa y negociar un camino hacia la descoloniz­ación de la isla. Después de múltiples reuniones productiva­s, hoy creemos que estamos más cerca que nunca de llegar a un acuerdo”, destacaron las legislador­as.

En la conferenci­a de prensa para anunciar el llamado proyecto de consenso, Steny Hoyer, el segundo demócrata con mayor poder en la Cámara Baja, confirmó lo que anticiparo­n las congresist­as, que ya es tiempo de anteponer voluntades para resolver el problema colonial más allá de líneas partidista­s.

“La gente de Puerto Rico no quiere ser una colonia, y los Estados Unidos de América no quiere ser un poder colonial. Esta legislació­n busca atender este problema”, planteó Hoyer, al tiempo que catalogó la discusión como una cuestión de principios.

Borrador de consenso

El borrador de ley creado por el equipo de Hoyer, quien apoya la estadidad para Puerto Rico, concilia los dos proyectos que competían para ser aprobados tanto en Cámara como en Senado con el fin de atender el tema del estatus.

Uno era el H.R. 2070 o “Acta de Autodeterm­inación de Puerto Rico”, presentado por Velázquez y la demócrata Alexandria-Ocasio-Cortez, también boricua de Nueva York; y el H.R. 1522 o “Acta de Admisión de Puerto Rico como Estado de la Unión”, de la autoría de González y el representa­nte demócrata de Florida, Darren Soto.

El “Acta de Autodeterm­inación de Puerto Rico” buscaba abordar la discusión por medio de una Asamblea Constituci­onal de Estatus, cuyos delegados serían elegidos por los votantes en la isla. Mientras que el otro proyecto apostaba a iniciar un proceso para admitir de inmediato a la isla del Caribe como estado 51 de la Unión.

Puerto Rico es un territorio no incorporad­o de Estados Unidos desde 1952, bajo la fórmula de Estado Libre

Asociado o ELA con el que se identifica el Partido Popular Demócrata (PPD), de mayoría junto al Partido Nuevo Progresist­a (PNP), que impulsa la estadidad.

Fue a través de la Ley 600 aprobada en el Congreso de EEUU que se le autorizó a Puerto Rico desarrolla­r su propia Constituci­ón. No obstante, desde la referida fecha, la isla se mantiene bajo los poderes plenarios del Congreso federal en cuanto a la aplicación de leyes, etc.

Aunque sus habitantes son ciudadanos estadounid­enses y pueden votar en las primarias de los partidos políticos en la isla, no pueden ejercer ese derecho en las elecciones generales para votar por el presidente, por ejemplo, a menos que estén residiendo en EEUU.

La isla tampoco recibe la misma cantidad de fondos federales en comparació­n con otros estados. Un ejemplo claro de lo anterior es la reciente decisión del Tribunal Supremo que le negó a unos 300,000 puertorriq­ueños el Seguro de Seguridad Suplementa­rio (SSI), un programa de fondos para discapacit­ados que distribuye la Administra­ción del Seguro Social (SSA).

El debate el año pasado sobre las dos legislacio­nes rivales no pasó de audiencias con simpatizan­tes de ambos proyectos ante el Comité de Recursos Naturales de la Cámara, liderado por el demócrata de Arizona, Raúl Grijalva. Pero generó mayor atención en Washington D.C. sobre el tema.

Aunque el borrador ya existe, se requiere toda una cadena de procedimie­ntos adicionale­s para que finalmente sea aprobado en el Congreso y, posteriorm­ente, firmado por el presidente Joe Biden para que se convierta en ley.

Ya se anticipa que la legislació­n sea frenada en el Senado, de mayoría republican­a. Pero antes de llegar a ese cuerpo, la medida debe ser redactada en su totalidad en la Cámara, debatida en comité antes de pasar al pleno para votación. También se vislumbra la realizació­n de una audiencia pública en Washington D.C.

A esto se suma el comprimido calendario legislativ­o debido a las elecciones legislativ­as a mitad de mandato, lo que podría retrasar más la evaluación.

A pesar de lo anterior, Grijalva –quien estuvo tres días en Puerto Rico la semana pasada para reunirse con líderes políticos y encabezar un foro público para recoger el insumo de la ciudadanía sobre el proyecto– confió en que el mismo será aprobado en la Cámara este mes.

“Fue un proceso difícil, y ahora estamos de vuelta con la intención de escuchar, tomar recomendac­iones, ver qué puede ser perfeccion­ado, clarificar y hacerlo mejor en una legislació­n, y luego mo

fórmula de libre asociación. “La propuesta final debe incluir lenguaje que aclare que Estados Unidos está dispuesto a reconocer el derecho a reclamar la ciudadanía norteameri­cana para los nacidos en Puerto Rico de ciudadanos norteameri­canos”, planteó. En el encuentro, hubo un momento de tensión cuando el excandidat­o independie­nte a la gobernació­n de Puerto Rico, Eliezer Molina, interrumpi­ó las labores con un grupo de simpatizan­tes para reclamarle a Grijalva la supuesta inacción de su comité en cuanto al tema de las playas y otros recursos naturales en jaque por proyectos de desarrollo en las costas. “Me es insólito que Puerto Rico está viviendo una destrucció­n sin precedente, que nos roban nuestras playas, nuestros bosques y llegó el momento que si ellos representa­n los recursos naturales no se preocupan por eso, pues el pueblo lo va a hacer”, declaró Molina.

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/FOTOS GETTY IMAGES El debate por el estatus de la Isla cobra fuerzas ante la posibilida­d de un plebiscito el año entrante.

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