Arrepentidas de ser madres
Autora plasma los testimonios de algunas mujeres sobre el rechazo a la maternidad
“Tuve a mi bebé, no hubo problemas con el parto y, en el momento en el que lo tuve en mis brazos, supe que me arrepentía de haberlo tenido. Pero era demasiado tarde”, cuenta Coline.
Este es uno de los testimonios que recoge la escritora francesa Stéphanie Thomas para su libro “Mal de madres’’ (Planeta) en el que aborda un tema tabú: las mujeres que, tras tener a su hijo, se arrepienten de ser madres.
“La gente, cada vez que yo hablaba del libro que estaba escribiendo, me decían: ‘Oh Dios, qué horror, pobres de sus hijos. Espero que estas mujeres no los hagan sufrir’. Pero de hecho no era así”, explica la también periodista y documentalista.
Incluso, las mujeres que entrevistó Thomas --de Europa, América Latina, África, China y Estados Unidos-se exigen más en la atención de sus hijos.
“No aman el rol de ser madres, pero aman a sus hijos. Eso es importante subrayarlo (...) No es del hijo del que se arrepienten, sino de la vida que viene después de tenerlo. La sucesión de cosas pequeñas que creen que nunca más van a poder realizar y, lo más importante e irreversible, es que ya no pueden echarse para atrás. Se culpabilizan y se sienten mal de haber tenido hijos”, señala.
La visión de la maternidad como una experiencia maravillosa choca con la realidad de estas mujeres.
Tras conocer el libro “Madres arrepentidas’’ de la israelí Orna Donath, Thomas descubrió que en su entorno también había mujeres en esa situación y comenzó a indagar sobre el peso que cargaban sobre sus espaldas.
“Para mí es algo lejano de mi experiencia como madre, pero comencé a preguntarme por mi abuela, que quizás ella sí podría haberse arrepentido de haber tenido hijos”, dice.
Un mensaje que quiere compartir con las mujeres que viven este sentimiento es que dejen de sentirse culpables.
“Decirles que dejen de culpabilizarse, que no es tan grave, aunque sí es triste para ellas, pero no es tan grave. Y a la sociedad darle el mensaje de que escuchen a estas mujeres y les den un espacio para hablar”.
¿Cuáles son las principales razones por las que las mujeres se arrepienten de haber tenido hijos?
Hay varias. Son mujeres que al principio tenían alguna ansiedad o alguna historia familiar compleja o a veces tóxica, o son mujeres que aspiraban a cosas grandes, bien fuera profesionalmente o algo más. Pero el punto en común era una ansiedad fuerte por hacer las cosas bien.
También son mujeres que a menudo idealizan la maternidad y, al tener al hijo, se sienten decepcionadas, porque la sociedad les vendió un cuento de hadas de la maternidad, algo que no es real.
¿Cuál ha sido la reacción a este libro?
Estoy muy sorprendida porque cuando lo escribí no pensé que tuviera tanta repercusión, que tantas personas estuvieran interesadas, tocadas o preocupadas al respecto.
Muchas personas de mi entorno incluso me preguntaron por qué no las entrevisté y yo les pregunté si se arrepintieron de tener a sus hijos y me dijeron ¡claro! Pero era algo que yo no había notado.
Y evidentemente ha habido gente que no entiende, que dicen que la píldora no es para perras, que la hubieran usado, que se puede abortar en lugar de traer al mundo a un niño que no se desea. Pero en realidad estas mujeres se dan cuenta de que se arrepienten hasta que tienen al hijo, no antes, porque lo deseaban, pero una vez que lo tienen, reflexionan y se dan cuenta que no lo querían tener.
¿Qué es lo que tienen en común estas madres?
No llegan a sentir un lazo, un apego con el hijo, no tienen el instinto maternal, esperaban algo maravilloso de la maternidad y en verdad no tienen ese vínculo y lo sufren. El instinto maternal no existe, es algo que se construye. No es algo que exista 100 por ciento instintivamente en la humanidad.
Las mujeres que yo entrevisté quieren ser madres perfectas, porque están obsesionadas con el mito de la madre perfecta, pero eso tampoco existe.
Hacen muchísimas más cosas que yo -que no me arrepiento de ser madreno hago, se pasan la vida trabajando excesivamente, siendo muy protectoras, haciendo pasteles, procurando hacer bien las tareas con sus hijos, llevándolos al médico, al dentista y demás, pero ninguna de estas tareas para ellas tiene un sentido, lo cual es verdaderamente retador.
¿Crees que este arrepentimiento se presenta en todos los países?
Pienso que sí. Es un sentimiento que se comparte alrededor del mundo.
Las mujeres deben hablar con su entorno y su entorno debe escuchar sin horrorizarse al respecto. Siempre hay alguien cercano, una amiga o alguien cerca para quien la maternidad puede estar siendo difícil, y los hombres tienen un papel importante que jugar en toda esta situación.