Alegría boricua vuelve a la Quinta Avenida
La alegría de los puertorriqueños, su música y su bandera monoestrellada inundaron ayer la Quinta Avenida de Nueva York en el retorno presencial de su tradicional desfile, luego de una pausa de dos años por la crisis de salud causada por el Covid-19.
“Yo soy boricua pa’ que tú lo sepas” se escuchó nuevamente con fuerza entre las 75 carrozas y unas 15,000 personas que marcharon por la famosa vía neoyorquina, que se fue llenando poco a poco de público y algarabía en este recorrido anual que cumple su 65 aniversario.
El desfile arrancó tras el tradicional corte de cinta en el que participaron directivos del desfile, la gobernadora Kathy Hochul y el gran mariscal Miguel Cardona, secretario de Educación de Estados Unidos, quien dijo estar “orgulloso” de celebrar su cultura junto a su comunidad.
“Estoy muy orgulloso porque sé que esta bandera representa los esfuerzos de mis abuelos y mis padres para llegar aquí (EEUU)”, indicó Cardona, que debutó en el desfile de Nueva York, considerado el más grande del país y la mayor expresión cultural puertorriqueña fuera de la isla.
Los puertorriqueños llegaron desde la isla, de otros estados y de los cinco condados de Nueva York, como Ashley Avilés y su familia, para celebrar sus aportes al país, su cultura y mostrar con orgullo su bandera.
Llegaron portando o su emblema nacional o arropados con él, agitándolo con energía y emoción ante el paso de las carrozas y delegaciones, pintado en su rostro o adornando a sus mascotas.
La bandera de Puerto Rico en blanco y negro, un símbolo de resistencia, no faltó en el desfile, que acogió a varios grupos que portaban carteles con el mensaje “Puerto Rico No se Vende”, una denuncia ante el intento de inversionistas de comprar propiedades en la isla por el atractivo de exenciones tributarias que se aceleró tras la pandemia.
También estuvieron “Las Lolitas” un grupo de mujeres que vestían como Lolita Lebrón, la nacionalista que en 1954 dirigió un ataque a tiros a la Cámara de Representantes de EEUU, junto a tres hombres, para reclamar la independencia de la isla.
El desfile nacional puertorriqueño es una cita ineludible para los políticos y en particular en un año electoral como este y se vio a varios candidatos encabezados por la gobernadora Hochul, que aspira a renovar mandato.
Tampoco Eric Adams en su primer desfile como alcalde de la ciudad, quien vistió una guayabera blanca de manga corta con la bandera de Puerto Rico, que es una camisa de origen cubano con cuatro bolsillos.
Louis Maldonado, presidente del desfile, dijo estar complacido con el retorno del evento, la alegría y la energía de sus compatriotas.