EL COSTO DE LOS REMEDIOS
Los precios promedio de medicamentos recién comercializados aumentaron 20% cada año entre 2008 y 2021. Cada año: diez veces en poco más de una década. Aún con descuentos y tomando en cuenta los costos de investigación y desarrollo, subieron más del 11% anual.
Esto sucede sin otra justificación que las grandes empresas farmacéuticas pueden establecer los precios que quieran. No existen regulaciones que rijan cómo se fijan los precios, y los determinan basándose en lo que creen que el mercado soportará.
Esto les ha permitido amasar enormes ganancias y ser más rentables que otras empresas del mismo tamaño en otras industrias.
A diferencia de nuestro país, en donde el gobierno federal está ausente en este tema, los de Alemania, Francia o Canadá, por citar ejemplos, negocian con los fabricantes los precios en función de sus beneficios clínicos, comparándolos con tratamientos existentes.
En promedio, los estadounidenses pagan 2.5 veces más por los mismos medicamentos que en otros países desarrollados, según un estudio reciente de RAND.
Ante los precios siderales, los pacientes racionan las dosis de fármacos, reduciendo así el efecto curativo de los mismos, o dejan de tomarlos directamente por carecer de medios para pagarlos, o se ven obligados a elegir entre medicina y comida o transporte o vivienda.
Muchas veces se trata de medicinas que salvan vidas. urante su campaña electoral, el hoy presidente Joe Biden prometió atacar el descontrol en los precios de las medicinas mediante la intervención federal en la negociación de los mismos por parte de Medicare, que representa casi un tercio del gasto en medicamentos recetados en Estados Unidos
La reforma en el precio de los fármacos fue parte del paquete económico Build Back Better de Biden, que incluía limitar los aumentos a la tasa de inflación.
La propuesta también estipulaba que la negociación tendría lugar solamente des
Dpués de 10 años de la aprobación de las medicinas.
Sin embargo, fracasó en el Senado, por la oposición de los demócratas conservadores además de todos los republicanos.
Posteriormente, los demócratas negociaron una reforma farmacéutica separada, incluyendo: limitar el pago del bolsillo de los pacientes de Medicare; restringir los aumentos anuales y permitir a Medicare negociar directamente con los fabricantes. ampoco esto satisfizo a la oposición, por lo que una nueva versión que aún se debate se aplicaría a aún menos medicamentos - no más de 20 por año en vez de 250 - requeriría descuentos más pequeños y no incluiría nuevos fármacos. El cambio es difícil, por el poder desmedido de las farmacéuticas en Washington. En el último ciclo electoral, donaron millones de dólares a los cofres electorales de 356 congresistas.
Todo esto no mella la importancia y urgencia de lograr una reforma de precios de medicamentos en los próximos meses, antes de las elecciones de noviembre donde los demócratas podrían perder el control del Congreso.
Simple: los precios deben bajar para que las personas puedan pagar sus medicamentos.•
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