El ‘memristor’, el microchip del futuro
Investigadores señalan que pronto va a estar integrado en todos los dispositivos electrónicos
El transistor fue el dispositivo que revolucionó la industria electrónica a mediados del siglo pasado; setenta y cinco años después algunos países y varios gigantes tecnológicos tienen ya puesto el foco en el microchip del futuro, aunque el nombre no es fácil: “memristor”.
Se podrán utilizar como gigantescas “memorias”, como redes neuronales artificiales, como interruptores de alta frecuencia o como encriptadores; de forma aislada o conectados entre sí para multiplicar sus potencialidades y prestaciones; y los investigadores están convencidos de que pronto van a estar integrados en todos los dispositivos electrónicos (teléfonos, tabletas, televisores, vehículos u ordenadores).
Países como Estados Unidos están ya invirtiendo cantidades que los investigadores califican de “astronómicas” en esta tecnología, y otros, como China, sitúan la importancia estratégica de los microchips al mismo nivel que su programa nuclear; los “memristores” serán la clave de todo.
“Es un dispositivo electrónico que permite emular estados en un espacio muy reducido y consumiendo muy poca energía; capaz de realizar las mismas funciones que un transistor, pero ocupando mucho menos espacio y con un consumo muy inferior”, explica uno de los principales investigadores del mundo de esta revolucionaria tecnología, el español Mario Lanza, docente en la Universidad de Ciencias y Tecnología Rey Abdalá de Arabia Saudí.
El nombre viene de la contracción de dos palabras inglesas (“memory” y “resistor” o resistencia), y muchas em
presas y países han visto en ellos la solución más certera y eficaz para tratar de acabar con los “cuellos de botella” que están estrangulando en la actualidad a la industria.
Los “memristores” permiten integrar miles de millones de transistores en un único chip y servirán además para mejorar las prestaciones de las gigantescas redes neuronales artificiales (sofisticados sistemas computacionales interconectados entre sí para favorecer el aprendizaje y el procesamiento automático y que se inspira en el funcionamiento del cerebro humano).
Lanza se refirió a este dispositivo como “una navaja suiza” que va a revolucionar el diseño de los circuitos integrados, y ha observado que numerosas empresas - Fujitsu, Panasonic, Intel, Micron o Everspin, entre otras- ya los están comercializando como “memoria electrónica”, y otras, como IBM o la taiwanesa TSMC son las más avanzadas en el uso de estos dispositivos para implementar redes neuronales artificiales.
El investigador se mostró convencido de que ésta va a ser la pieza clave en toda la tecnología e industria electrónica.
“Por sus altas prestaciones electrónicas, su versatilidad, su simple fabricación y bajo coste, estos dispositivos es
manifestó.. tán llamados a ser integrados en todos los microchips del futuro”,