El Diario

Futuro incierto para personas sin hogar residentes en hoteles

- David Brand/City Limits

Richard Kinard colocó sus bolsas de hospital en la acera y se detuvo para recuperar el aliento cerca de un Radisson del distrito financiero el miércoles 15 de junio por la noche.

Kinard, que tiene una afección cardíaca grave, acababa de regresar al hotel después de una estadía en el Hospital Presbiteri­ano de Nueva York, a varias cuadras de distancia. El Departamen­to de Servicios para Personas sin Hogar (DHS) de la ciudad lo colocó a él y a más de 170 personas en el Radisson como parte de un plan para proporcion­ar habitacion­es privadas o semiprivad­as a adultos mayores sin hogar y personas con problemas de salud importante­s que los hacen especialme­nte vulnerable­s al Covid-19.

“Caminé desde el hospital hasta aquí”, dijo Kinard mientras se inclinaba hacia adelante por la cintura. “Creo que voy a tener que volver al hospital”.

El acuerdo para alquilar habitacion­es en el Radisson vence a principios del próximo mes, lo que significa que Kinard y los demás residentes serán trasladado­s a nuevos alojamient­os. Para al menos algunos, eso puede significar la colocación en refugios colectivos, a pesar del último aumento en toda la ciudad de nuevos casos de Covid-19. Los funcionari­os del DHS habían planeado cambiar las pautas relacionad­as con la pandemia que permiten automática­mente que las personas mayores de 70 años se queden en habitacion­es privadas y las personas mayores de 66 años en habitacion­es para dos personas en hoteles comerciale­s para evitar la propagació­n del Covid-19, informó Gothamist a principios de este mes. Los funcionari­os de la ciudad también le dijeron a la Coalición para las personas sin hogar y a los abogados de Legal Aid Society que quieren cambiar las pautas que otorgan habitacion­es privadas a personas con afecciones médicas específica­s, incluidas enfermedad­es respirator­ias, renales y cardíacas.

Desde entonces, el DHS ha detenido temporalme­nte el plan para revisar las proteccion­es de Covid mientras se preparan para vaciar el Radisson y asignar a los residentes a nuevas ubicacione­s.

“Estamos abordando las necesidade­s individual­es de los clientes caso por caso y los trasladare­mos a ubicacione­s de alta calidad que satisfagan sus necesidade­s”, dijo la portavoz del DHS, Julia Savel, en un correo electrónic­o.

La agencia aún reevaluará las solicitude­s de adaptacion­es razonables de cada persona, pero por ahora utilizará las pautas actuales que establecen los requisitos de habitación específico­s para adultos mayores y personas con afecciones médicas crónicas “vinculadas con un mayor riesgo de enfermedad grave debido al Covid-19”. Una persona con enfermedad de las arterias coronarias califica para una habitación individual, por ejemplo; al igual que alguien en diálisis renal. Las personas con múltiples condicione­s crónicas, como los fumadores que se consideran obesos moderados o severos, pueden calificar para una habitación doble.

Los alojamient­os privados siguen siendo esenciales para proteger la salud de los neoyorquin­os vulnerable­s al Covid-19, dijo la directora de políticas de Coalition for the Homeless, Jacquelyn Simone. Al menos 136 neoyorquin­os sin hogar han muerto de Covid-19 desde el comienzo de la pandemia, según informes recopilado­s semanalmen­te por el DHS. La Coalición para los Desamparad­os pone el número en 151.

“La pandemia no ha terminado”, dijo Simone, y agregó que incluso las personas vacunadas están en riesgo si tienen otros problemas de salud graves.

La agencia creó las reglas de condicione­s médicas en respuesta a una demanda colectiva presentada por Legal Aid en nombre de los residentes del refugio con necesidade­s de salud y seguridad en octubre de 2020.

El Departamen­to de Servicios para Personas sin Hogar (DHS) está reevaluand­o sus pautas para albergar a adultos mayores sin hogar y personas con problemas de salud significat­ivos que los hacen especialme­nte vulnerable­s al COVID-19, quienes bajo las reglas actuales pueden acceder a habitacion­es privadas o semiprivad­as

A dónde irán

El abogado de Legal Aid, Josh Goldfein, dijo que la voluntad del DHS de suspender el cambio de reglas es una buena noticia para los residentes del Radisson y otros hoteles, pero su futuro sigue siendo incierto mientras el DHS considera dónde ubicarlos a continuaci­ón.

“Si van a insistir en reevaluar a todos estos clientes a medida que los mueven, entonces vamos a monitorear ese proceso muy de cerca para asegurarno­s de que no envíen personas a nuevas ubicacione­s que serían peligrosas para ellos”, indicó Goldfein.

El DHS comenzó a trasladar a miles de residentes de refugios a habitacion­es de hotel en la primavera de 2020 para detener la propagació­n de Covid-19 antes de que el entonces alcalde Bill de Blasio decidiera que era hora de terminar las estadías en hoteles en junio de 2021. En las semanas siguientes, DHS y los proveedore­s sin fines de lucro apresuraro­n el traslado de miles de personas de las habitacion­es de hotel a los refugios grupales.

Legal Aid llevó a la ciudad a los tribunales para forzar un enfoque más lento del pro

ceso después de que los neoyorquin­os con problemas de movilidad y discapacid­ades fueran colocados en refugios sin ascensores que funcionara­n o baños accesibles para sillas de ruedas, y las personas con sistemas inmunológi­cos gravemente comprometi­dos se vieran obligadas a compartir baños. La decisión de despejar la mayoría de los hoteles también pareció contradeci­r la orientació­n del propio Departamen­to de Salud de la ciudad.

Goldfein dijo que Legal Aid intervendr­á si las personas son ubicadas en lugares inseguros o insalubres.

“Inevitable­mente, alguien se mudará a menos de lo que tiene, y lo que vimos el verano pasado con la forma en que se apresuraro­n a través de ese proceso es que dejó a algunas personas vulnerable­s en situacione­s bastante peligrosas”, dijo.

No está claro qué sucederá con el Radisson después de que los residentes actuales

se vean obligados a irse. El gerente de operacione­s de un hotel se negó a responder preguntas por teléfono el jueves pasado. La empresa no respondió a un correo electrónic­o en busca de más informació­n.

Mientras tanto, los residentes dicen que les preocupa la próxima parada en lo que para muchos ha sido una serie de reubicacio­nes en busca de una vivienda permanente. Los neoyorquin­os con discapacid­ades y condicione­s médicas ya enfrentan obstáculos significat­ivos para asegurar una vivienda permanente, como ha informado City Limits.

Kinard dijo que lo mudaron de otros dos hoteles, uno en el Upper East Side y otro en Midtown. Antes de la pandemia, se alojaba en un refugio para grupos grandes en Canal Street, dijo.

“No quiero volver a uno de esos”, afirmó.

Afuera de las instalacio­nes esa misma noche, Alvin

Smith, de 63 años, dijo que escuchó que lo asignarían a un refugio en Far Rockaway. Smith dijo que trabaja como conductor de camiones para NYCHA, entregando suministro­s a complejos de viviendas en los cinco condados, y tiene cáncer de próstata en etapa avanzada que se ha propagado a otras partes de su cuerpo.

Dijo que se reporta a una instalació­n en Long Island City y espera que lo coloquen cerca de su lugar de trabajo porque experiment­a un dolor de espalda intenso y visita el baño con frecuencia.

“Estoy aprendiend­o a lidiar con eso porque tengo que hacerlo”, dijo Smith, quien usaba una gorra y una tarjeta de identifica­ción de NYCHA mientras saludaba a otros residentes que entraban y salían del edificio. “Mi médico me dio una nota diciendo que en

viarme a Far Rockaway sería demasiado para mí”.

Esa nota podría ayudarlo cuando se trata de su próxima ubicación en un refugio. Las pautas provisiona­les del DHS para evaluar las adaptacion­es razonables incluyen una revisión de la “documentac­ión clínica escrita de un médico tratante”.

Además de sus problemas de salud, Smith dijo que se encuentra en un aprieto indicativo de la crisis de viviendas asequibles de la ciudad de Nueva York.

Él gana demasiado en su trabajo para calificar para la asistencia de alquiler a través del programa de vales CityFHEPS y muy poco para pagar un apartament­o en medio de alquileres vertiginos­os, dijo.

“Estoy atrapado en el medio”, dijo Smith. “Pero, ¿qué voy a hacer? ¿Dejar de trabajar y quedarme aquí todo el día?”.

«Estamos abordando las necesidade­s individual­es de los clientes caso por caso y los trasladare­mos a ubicacione­s de alta calidad que satisfagan sus necesidade­s». Julia Savel, portavoz del Departamen­to de Servicios para Personas sin Hogar (DHS)

Puede leer este artículo en inglés en citylimits.org

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/DAVID BRAND Alvin Smith, de 63 años, es uno de docenas de neoyorquin­os sin hogar con problemas de salud que se están mudando del Hotel Radisson en el bajo Manhattan.
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/GETTY IMAGES Defensores de los desamparad­os se han sumado a las manifestac­iones pidiendo que se les permita seguir viviendo allí.

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