Importante

Ya pasó el tiempo de que una persona se aguanta lo que sea en una empresa, por miedo a perder su puesto. Por lo menos, para los milleniales y generación Z. Hoy en día, los jóvenes queremos retos, sentir que estamos contribuyendo a una causa más grande y significativa que nosotros mismos.

Dentro de mi análisis encontré dos razones principales por las cuales alguien no es feliz en su trabajo:

1. No se siente valorado en su empresa

2. Su rol se volvió monótono y no ve posibilidades de seguir creciendo

Sabiendo esto, ¿cómo podemos crear una cultura donde los jóvenes se sientan felices y motivados en su trabajo?

Lo primero es tener una visión clara y compartirla con entusiasmo. De tal manera que absolutamente cada persona en la organización sepa por qué hacemos lo que hacemos y hacia dónde vamos en los próximos años. Es ilógico pedir a alguien que se emocione por el futuro de la empresa, si no sabemos cuál es.

También es ilógico pedir a alguien que vuelva la misión de la empresa parte de su vida, si no tiene claro hacia dónde puede crecer. Claridad es poder.

Lo segundo es que los líderes conozcan a sus equipos. Tómense el tiempo de conectar con las personas que día a día trabajan y les ayudan a cumplir sus metas.

Tener un equipo que hace su trabajo porque le apasiona y no porque le toca, es lo que permite a una empresa innovar y crecer exponen

Tómense el tiempo de conectar con las personas que día a día trabajan y les ayudan a cumplir sus metas.

cialmente.

Lo último que recomendaría es escuchar y hacer compromisos. ¿Qué necesita mi equipo para sentirse bien y dar lo mejor? ¿Cómo sería la cultura ideal para que estén felices? Y si está a tu alcance, hazlo.

Los millennials tienen una connotación negativa del empleo, porque probablemente han visto a familiares trabajando en empresas, donde tienen que ir todos los días a una oficina para hacer lo mismo durante 40 años. Y si no hacen lo que dice el jefe, los despiden. ste tipo de cultura empresarial no va a funcionar hoy en día. Tú, como líder, debes escuchar a tu equipo, darle libertad para que emprenda nuevas ideas dentro de la empresa y demostrarle que lo valoras. Al final del día, a las personas no les importa cuánto sabes hasta que saben cuánto tú les importas.

Si creas una visión lo suficientemente grande, donde el equipo sienta que puede lograr sus metas, le muestra lo mucho que lo valoras y además haces todo lo posible para que esté bien en su trabajo.

Sin duda alguna, así es como vas a tener un equipo comprometido con tu empresa y tu visión a largo plazo.

E