AUTORITARISMO DE LA CORTE SUPREMA
Estados Unidos está siendo testigo de la politización extrema de las instituciones democráticas. Tristemente hemos visto en los últimos días como la históricamente respetada Corte Suprema de Justicia se ha convertido en el ente a través del cual se está canalizando la instauración de un Estado teocrático, cristofascista y autoritario.
Cuando se hizo pública la candidatura de Donald Trump a la presidencia en el 2015 di a conocer mi opinión en varias columnas sobre lo que se venía si este individuo resultaba electo. Señalé que habían varios peligros inminentes: Que Trump intentara perennizarse en el poder más allá de los términos legales; el nombramiento de magistrados de la corte suprema y de las cortes federales elegidos exclusivamente como motores para impulsar la agenda republicana; y finalmente, que quienes estaban destinados a ponerle frenos a los excesos de Trump se allanaran a sus afanes autoritarios. Fui tildado de agorero, desubicado y hasta loco. Hubiera querido estar equivocado.
El comité especial que investiga los eventos de Enero 6 de 2021 presentó el Martes 28 de Junio de 2022 a una testigo inesperada, Cassidy Hutchinson, quien fuera asistente de Mark Meadows, ex jefe de personal de la casa blanca.
Hutchinson contó cómo Trump se mostró muy enojado cuando el servicio secreto se negó a desmantelar las estaciones de detección de metales que se estaban usando para verificar que los asistentes a su mitin político no portaran armas. De acuerdo a esta testigo, Trump expresó que estas personas no estaban ahí para hacerle daño a él, y que estaba bien si luego de terminada su presentación marchaban hacia el capitolio armados. También hizo mención Hutchinson a los informes de inteligencia previos al 6 de enero en los que se le daba a conocer a Trump que había clara expectativa de que hubiera peligrosos actos de violencia ese día. Adicionalmente en esta audiencia se dieron a conocer reportes de como varios funcionarios de la administración Trump, congresistas y presentadores de televisión como Sean Hannity y Laura Ingraham le pidieron al entonces ocupante de la oficina oval, que hiciera inmediatas declaraciones públicas condenando los actos de los insurrectos y llamándolos al orden. Petición a la que Trump solo accedió después de varias horas.
Es notoriamente claro que Trump fue parte del planeamiento y ejecución del ataque al capitolio, lo instigó e impulsó desde la tarima, y desde mucho antes.
Trump fracasó en su intento de perpetuarse en el poder. Pero él, o el siguiente personaje que lo intente, podría tener éxito si la actual Corte Suprema continúa desmantelando el orden constitucional.
Se espera que una de las próximas resoluciones de este cuerpo jurisperito sería darle a las legislaturas de los Estados el derecho a elegir sus electores inclusive en contra de la voluntad expresada en el voto popular. Esto sería el final de la democracia estadounidense.•