Desacuerdos por freno a cambios a ley de muertes por negligencia
Aunque la Legislatura aprobó la ley de familias en duelo, que incluiría daños emocionales como otro elemento para determinar los montos de las compensaciones económicas en casos de fallecimientos culposos, la gobernadora Hochul vetó el proyecto, lo que ha generado choques en favor y en contra
Manuel Céspedes vivió un doloroso momento en el 2012, luego de que su abuela de 83 años fuera atropellada mientras caminaba por las calles de Jamaica, en Queens, y tras ser atendida en un hospital local de la Gran Manzana durante varios días, finalmente falleció, según afirma la familia del peruano, en un caso evidente de muerte por negligencia.
Pero al drama que significó la pérdida de la “reina de la casa”, se le sumó que al momento de intentar pelear una compensación económica justa, no solo no contaron con abogados que los ayudarán a guiar, sino que debido a que la víctima era una mujer mayor, que no trabajaba ni devengaba ningún tipo de pensión, las opciones de recibir un alivio económico decente eran pocas, al igual que ocurre con víctimas infantiles, que no representan ningún sustento financiero en un hogar.
“Nos dolió saber que la ley le da valor a las personas solo por lo que ganan y lo viejas o jóvenes que sean, sin importar el dolor y el daño emocional que sus muertes causen en los parientes, como pasó con nosotros, que nunca volvimos a ser felices como éramos antes, no solo porque mi ‘tata’ se murió sino por la manera tan terrible y negligente en que se dieron las cosas”, aseguró el peruano, con frustración.
Bajo la norma actual, los tribunales no consideran el dolor emocional al momento de calcular cuánto pueden recibir los seres queridos de una víctima de muerte por negligencia, pues lo que se toma en cuenta mayormente son los posibles ingresos futuros del fallecido, haciendo distinciones profundas en el “valor” de las víctimas dependiendo de sus salarios.
Y aunque la Legislatura del Estado de Nueva York dio luz verde el año pasado a un cambio en la ley, que amplía el estatuto de muerte por negligencia, al permitir que se presenten demandas basadas en sufrimiento emocional y angustia, y no solo en las pérdidas financieras que significa un fallecimiento para sus parientes, la nueva normativa dejó de respirar al llegar al escritorio de la gobernadora Kathy Hochul a comienzos de semana.
La pieza legislativa, conocida como “Ley de familias en duelo”, también ampliaba el tiempo máximo para presentar un reclamo por muerte por negligencia, que es de 2 años, a tres años y medio y ponía a Nueva York a tono con 41 estados que se rigen por esos preceptos.
La mandataria estatal vetó la ley que permitiría la obtención de pagos mucho mayores por accidentes mortales y errores fatales de mala práctica médica, y a pesar de que aseguró entender que el articulado, que contó con un basto apoyo republicano y demócrata, tenía objetivos loables, advirtió que todavía hace falta una evaluación amplia del impacto potencialmente “masivo” que pudiera tener en pequeñas empresas y el sistema de atención médica del Estado.
Hochul teme que la implementación de la ley desborde el incremento en las primas de seguros y afecte a los hospitales que todavía se están recuperando, tras el feroz impacto de la pandemia del COVID-19, pero se mostró dispuesta a que se hagan revisiones en Albany para balancear la normativa.
Organizaciones como la Asociación de Hospitales de Nueva York, tuvieron un respiro con el veto del articulado, y aseguraron que de implementarse la norma, los centros clínicos serían arrinconados “al límite financiero”.
“Muchos hospitales de la red de seguridad ya no pueden pagar un seguro por negligencia y, en cambio, financian sus costos de responsabilidad a través de operaciones”, dijeron en un comunicado.
Temen aumentos en el seguro de responsabilidad civil
La coalición “Lawsuit Reform Alliance of New York”, que se opone a la vigencia de la ley, aseguró que de implementarse la norma comenzaría con disparar el seguro de responsabilidad civil para médicos, empresas y municipalidades, que eventualmente afectaría también a los pacientes.