Alertan sobre asesinatos de trabajadoras sexuales cis y trans
El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (Onusida) expresó su “profunda preocupación” por el aumento de asesinatos, secuestros y desapariciones de trabajadoras sexuales cis y transgénero en Perú.
Más de diez mujeres trans y cisgénero (que no son trans) han sido asesinadas en Perú en lo que va de 2023 en ataques relacionados con el cobro de cuotas de trabajo sexual por parte de mafias de proxenetas, dijo la oficina regional de Onusida, con sede en Panamá.
El ente de la ONU señaló que en Perú y otros países de la región trabajadoras sexuales cis y transgénero “son víctimas de discriminación, acoso y criminalizadas por parte de diferentes autoridades, a pesar de que el trabajo sexual no está criminalizado”.
El organismo mundial citó estudios como el publicado por la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (Redtrasex) en 2021, que muestra que entre 2016 y 2021 hubo al menos 1,200 casos de vulneración de derechos de trabajadoras sexuales en 15 países de la región.
Un informe de la Red Latinoamericana y del Caribe de Personas Travestis, Transexuales y Transgéner@s (Redlactrans) muestra también que, en 2021, el 78 % de la población trans incluida en el estudio “ejercía el trabajo sexual como único medio de supervivencia en contextos hostiles de persecución, acoso y violencia institucional”.
Invertir en reformas legales y en la prevención de la violencia de género son tareas que Onusida considera de “urgente necesidad”, para promover una transformación cultural que elimine la criminalización y las prácticas punitivas, aunque reconoce que en muchos países de América Latina y el Caribe el trabajo sexual no está expresamente prohibido por la ley.
En ese contexto, Onusida explica que “mecanismos como la ley de identidad de género y la regulación del tra
bajo sexual desde una perspectiva de derechos garantizarían que países como Perú, y muchos otros de la región reconozcan, respeten y garanticen los derechos de las personas trans y trabajadoras sexuales en su diversidad”.
Pero también advierte que “las desigualdades estructurales y las barreras legales y normativas que no respetan los derechos humanos aumentan significativamente el riesgo de contraer el VIH y reducen el acceso a los servicios de salud”.
Esto lleva a la situación actual en la que “el riesgo
relativo de contraer el VIH es 30 veces mayor entre las trabajadoras sexuales y 14 veces mayor entre las mujeres transgénero que entre las mujeres adultas (15-49 años) de la población general”.
“Insto a los gobiernos de nuestra región a que inviertan en reformas legales, prevención de la violencia y lucha contra las desigualdades”, dijo Luisa Cabal, directora de Onusida para América Latina y el Caribe.
Cabal señaló asimismo que “los Estados deben derogar las leyes que perpetúan el estigma y la discriminación”.