¿POR QUÉ BUSCAMOS PAREJAS QUE NO ESTÁN DISPONIBLES?
Casi siempre repetimos “patrones” al elegir parejas. Tenemos un “modelo” para nuestras relaciones, que parecemos incapaces de romper. Uno es enamorarse de personas que no nos quieren, o no pueden comprometerse con nadie. O sea, que no están disponibles, porque ya están emparejados, recuperándose de una mala relación anterior, temerosos de comprometerse, o bien no nos aman lo suficiente como para empezar una relación seria.
¿Qué tienen? ¿Por qué siguen escogiendo a personas que no pueden amarlos?
Este es uno de los modelos más dolorosos y autodestructivos. Pasa porque todos tenemos áreas de nuestra vida donde somos retados y donde nuestra mochila emocional del pasado, nos torna vulnerables.
Usted puede sentirse inclinado a escoger parejas no disponibles si: tomó la decisión, cuando era joven, de que no dejaría que nadie estuviera lo bastante cerca para herirlo de nuevo, le puede parecer conveniente escoger parejas con quienes nunca establecer un verdadero compromiso. Es una forma inconsciente de protegerse del dolor.
El primer requisito que debe cumplir su pareja es estar disponible. ¿Qué es estar disponible? Libre para establecer una relación. No mantiene una relación con otra persona. Soltero, no comprometido, sin noviazgo formal. Que no se acueste con otra persona. Solo, todo para usted.
Las siguientes no son definiciones de “disponible”:
● Con alguien… pero promete que “la o lo dejará muy pronto”.
● Con alguien… pero
“en realidad no la o lo ama”.
● Con alguien… pero ya “no tienen relaciones sexuales”.
● Con alguien… pero dice que sólo esta ahí
“por los niños”.
● Con alguien, pero le ha hablado a ella o él de usted, y “no hay ningún problema”.
● Con alguien… y “no piensa abandonarla(o), pero sigue queriendo tenerle cerca”.
● Acaba de dejar a alguien, “pero podría volver con él o ella”.
Si este es su modelo o patrón al enamorarse, lo ideal es buscar ayuda, tomar entrenamientos que le ayuden a crecer, sanar las heridas de la niñez, hacer cartas para sacar el dolor de su vida y perdonar, humanizar a quienes le han abusado, abandonado y maltratado. Se puede.