El español, clave para Pete Alonso
Un mes después que los Mets de Nueva York lo eligieran en el Draft, en su debut con lo que para entonces era el equipo de Brooklyn Clase-A, Pete Alonso experimentó una pequeña dosis de un choque cultural típico de las Ligas Menores.
El abridor dominicano Harol González, un prospecto de 21 años, estaba en un aprieto. Mientras los miembros del cuadro interior se reunían en el montículo, el receptor venezolano Alí Sánchez y el coach de pitcheo Bill Bryk empezaron a tratar de comunicarse con González, el primero en español y el segundo en inglés. Nadie podía seguir la conversación.
En lo que se convertiría en algo habitual en su vida como jugador de Grandes Ligas, Alonso hizo todo lo posible por traducir, relativamente sin éxito ese día, pero mucho más adecuadamente en los meses y años siguientes. A lo largo de su carrera, Alonso se ha esforzado por lograr un nivel de fluidez en el español, viéndolo no solo como una herramienta que puede usar en el terreno de juego, sino como una forma de vincularse con sus compañeros de equipo. Lo usa regu
El primera base se esfuerza por tener una mejor comunicación con sus compañeros latinos
larmente en la primera base y en el clubhouse, tanto en situaciones serias como casuales.
“No sé si puedo escaparme de un arresto hablando, pero soy bastante decente”, bromeó sobre su nivel de español Alonso, según un reporte de Anthony DiComo para el sitio oficial de las Grandes Ligas.
“Aprecio que esté tratando de encontrar una manera de interactuar con nosotros”, destacó su compañero de equipo, la estrella puertorriqueña Francisco Lindor, quien habla inglés y español.
El aprendizaje del idioma español de parte de Alonso empezó en la infancia, durante las visitas a la casa de su abuelo y su tía abuela, que emigraron desde España en los años 1930. A medida que envejecían, ambos comenzaron a perder parte del inglés que habían aprendido después de llegar a Estados Unidos, lo que obligó a Alonso a usar más su limitado español para comunicarse con ellos.
Para cuarto grado, Alonso ya estaba aprendiendo el castellano de manera formal en
Coquetean con el juego sin hit
su escuela en Florida, donde los estudiantes no tenían la opción de aprender francés, italiano ni latín. El español, por su prominente rol en la población general del estado, era un requisito.
Pero no fue hasta los años de Alonso en las Ligas Menores que “realmente empezó a ser bastante decente” (en el idioma). Inmerso en un clubhouse con jugadores de República Dominicana, Puerto Rico, Venezuela y más países de habla hispana, Alonso vio el español como una herramienta para aprender sobre sus compañeros de equipo. Los prospectos de dichos países típicamente hacen clases en inglés, pero no se espera que sus homólogos estadounidenses hagan lo propio. Como resultado, en los niveles más bajos de las Ligas Menores, tienden a formarse subgrupos dentro de los equipos.
“La mayoría de estos muchachos no sabe español y la mayoría de estos muchachos no sabe inglés. ¿Cómo haces que eso funcione?”, comentó Alonso sobre su tiempo en las Menores.
La práctica ayuda. Alonso no ha probado ningún software de aprendizaje de idiomas en su tiempo libre, pero en su entorno de trabajo diario encuentra a muchos compañeros de conversación, pues más de un tercio de los beisbolistas que están en el roster primaveral de los Mets habla español con fluidez. Alonso ha hablado español incluso para realizar entrevistas con medios de comunicación latinos.
“Cuando alguien trata de aprender otra lengua, comienzas de manera egoísta, porque quieres aprender el otro idioma y expandir tu vocabulario. Pero se convierte en una forma de vincularte con tus compañeros de equipo, tratar de entenderlos”, señaló Lindor.
“Si puedes ayudar a algunos muchachos aquí y allá, creo que es beneficioso. No solo es la barrera del idioma, sino que es un gran cambio cultural en el que los muchachos tienen que adaptarse al vivir en Estados Unidos. Creo que (hablar su idioma) les ayuda mucho”, concluyó Alonso.
“No solo es la barrera del idioma, sino que es un gran cambio cultural en el que los muchachos tienen que adaptarse al vivir en Estados Unidos. Creo que (hablar su idioma) les ayuda mucho” Pete Alonso, Primera base de los Mets