LA PROPUESTA DISPARATADA DE TAYLOR GREEN
La trastornada, trasnochada y peligrosa congresista por el estado de Georgia, Marjorie Taylor Green, llamó hace pocos días –a través de su cuenta de twitter– a lo que ella definió como un “Divorcio Nacional”.
Esto dijo la representante específicamente:
“Necesitamos un divorcio nacional. Necesitamos separar los estados rojos (republicanos) de los azules (Demócratas), y reducir el gobierno federal. Todo el mundo con quien yo hablo opina igual. Desde los asuntos de la enfermiza y repugnante cultura que nos tratan de imponer, hasta las recientes políticas de los demócratas traidores de Estados Unidos. Estamos hartos”.
No quedó claro al principio si lo que Marjorie Taylor Green proponía era una secesión. Sin embargo, luego de una avalancha de comentarios y críticas por parte de “rojos” y “azules”, la congresista aclaró que no pretendía que ocurriera un proceso de separatismo, sino que los estados tuvieran mayor autonomía para gobernarse de acuerdo a las normas y principios conservadores o liberales, según fuera el caso. Y fue mucho mas allá, propuso también que si un demócrata se mudaba de un estado “azul” a un estado “rojo”, se le impidiera el derecho al voto por al menos cinco años. stos enunciados son a todas luces patéticamente absurdos, pero adicionalmente son altamente nocivos. Lo que ha hecho grande a Estados Unidos es el concepto de la unidad fe
Ederal con un razonable nivel de autonomía de los estados en la toma de ciertas decisiones. El senador Mitt Romney lo señaló muy bien “Unidos nos mantendremos, divididos caeremos”.
Pero además este ridículo pedido de Marjorie Taylor Greene ignora un aspecto fundamental de la política estadounidense. No existen estados “rojos” y “azules”. Lo que existe son estados en los que hay una mayoría republicana y otros en los que hay una mayoría demócrata. Lo que existe son estados en los que hay ciertos distritos más conservadores y otros distritos más liberales. l desaparecer los enunciados y principios del federalismo, y dejar absolutamente todas las decisiones en manos de los estados se obligaría a unos y otros a vivir sometidos bajo las normas y principios del contendor ideológico.
La estrategia política de Marjorie Taylor Greene es un calcado de la estrategia de Donald Trump, promover el divisionismo y el odio entre opositores y entre estadounidenses, impulsar ideas absurdas y carentes de sentido, y utilizar las redes sociales para incendiar el país y mantenerse vigente ante los ojos del radicalismo del movimiento maga.
Lamentablemente, esta mujer, que en otra época hubiera sido expulsada del partido republicano y encerrada en un hogar para personas con desequilibrio mental, es ahora quien maneja las riendas del congreso, a través de Kevin McCarthy, el títere que funge como presidente de ese cuerpo colegiado.
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