Eddie Palmieri se transporta a otro ‘mundo’ con su piano
considera que Charlie fue pianista, pero él solo es un “tocador de piano”.
A sus 86 años, dice sentirse “mejor que nunca”, aunque cuenta que hace seis meses sufrió un percance de salud por insuficiente oxígeno en sus pulmones.
Según dice Palmieri, en los últimos 50 años de vida ha ofrecido más de 2,500 conciertos en Europa, un logro magistral para un músico.
Sobre cómo ha podido mantener la resistencia por tanto tiempo pegándole a las “blancas y negras”, en referencia a las teclas del piano, señala que se debe “al amor” que tiene a lo que hace y al instrumento.
“¡Y lo que falta!”, asegura. “Así me tengo que mantener vivo. Yo soy un estudiante del instrumento del piano. Pero ser maestro del piano es una profesión sagrada. Y para llamarte pianista, eso es serio, no es vacilón”.
Con el piano, Palmieri ha interpretado ritmos de origen cubano como el son montuno, mambo y guaguancó, con el objetivo de “excitar al público” a bailar.
“Eso es un don que me han dado para yo presentarlo y echarlo pa’ lante, para el estudiante que quiere saber estudiar nuestro género, que es precioso, y estudiar mis discos, que tienen los mejores músicos y percusionistas, porque eso fue lo que empecé con La Perfecta”, explica.
Fue en 1961 cuando Palmieri formó su propia banda, La Perfecta, que presentaba una primera línea poco convencional de trombones en lugar de las trompetas habituales en las orquestas latinas.
Esto creó un sonido innovador que mezcló el jazz estadounidense con ritmos afrocaribeños, sorprendiendo a críticos y fans por igual.
Palmieri disolvió La Perfecta en 1968 para dedicarse a diferentes proyectos musicales, aunque volvería a la música de la banda en la década de 2000.
Su banda Fue en 1961 cuando Palmieri formó su propia banda, La Perfecta, que presentaba una primera línea poco convencional de trombones en lugar de las trompetas.