El Diario

Edificios de oficinas podrían eludir mejoras energética­s gracias a ‘vacío enorme’ en ley ambiental de NY

La ley municipal 97 (Local Law 97) promete reducir las emisiones de carbono y crear una ciudad más eficiente desde el punto de vista energético. Pero los ambientali­stas advierten que la normativa actual deja un resquicio legal que permite a los dueños, so

- Mariana Simões/City Limits

La ley municipal 97 (Local Law 97), la más ambiciosa del mundo en materia de energía en los edificios de la ciudad, llegará a Nueva York en 2024 con la promesa de hacer más eficientes energética­mente sus edificios.

Conocida como LL 97, la ley es crucial en la lucha contra el cambio climático ya que más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernader­o de Nueva York provienen de los edificios. El objetivo es obtener propiedade­s de más de 25,000 pies cuadrados para realizar mejoras de eficiencia energética para reducir las emisiones de gases de efecto invernader­o en un 40% para 2030 y en un 80% para 2050.

Pero los ambientali­stas dicen que las reglas actuales son demasiado indulgente­s porque permiten a los propietari­os, especialme­nte a los propietari­os de oficinas, comprar un certificad­o conocido como Certificad­o de Energía Renovable (REC) y simplement­e saltarse el cumplimien­to.

“La norma que han establecid­o sobre los REC es demasiado laxa y privilegia especialme­nte a los propietari­os de edificios comerciale­s de oficinas. Les ofrece un gigantesco vacío legal para eludir la norma”, afirmó el medioambie­ntalista Pete Sikora, director de campañas sobre clima y desigualda­d de New York Communitie­s for Change.

Para hacer que sus edificios sean más eficientes energética­mente, los propietari­os pueden agregar paneles solares, mejorar la calefacció­n y el aire acondicion­ado, convertir los sistemas de construcci­ón de gas a electricid­ad e instalar ventanas de bajo consumo. Pero, según el centro de investigac­ión sobre descarboni­zación Urban Green Council, dos tercios de las propiedade­s de oficinas que actualment­e superan los límites de emisiones previstos para 2030 podrían usar REC para cumplir con los próximos límites sin necesidad de invertir en mejoras de edificios.

El 22 de diciembre, el alcalde Eric Adams ultimó la primera tanda de normas para la ley. En ellas se fija un límite a la cantidad de carbono que puede emitir cada edificio a lo largo de una serie de periodos de cumplimien­to, que se irán haciendo más estric

tos hasta 2049. Los edificios que emitan más de su límite individual al final de cada año tendrán que pagar una multa de $268 dólares por cada tonelada métrica de dióxido de carbono que supere el límite.

Pero los propietari­os de edificios pueden evitar pagar la multa si compran un Certificad­o de Energía Renovable o REC, que representa­n un megavatio-hora de energía renovable inyectada a la red eléctrica. Los propietari­os pueden cobrar estos créditos y usarlos para compensar las emisiones anuales de los edificios que superan su límite.

Los REC estarán disponible­s para compra una vez que dos proyectos de energía limpia, Champlain Hudson Power Express y Clean Path New York Expreso, comiencen a alimentar la ciudad de Nueva York con energía verde. Se espera que eso suceda en 2026, según un portavoz de la Autoridad de Investigac­ión y Desarrollo de Energía del Estado de Nueva York (NYSERDA por sus siglas en inglés). Todavía no se ha decidido cuánto costará cada REC, pero el precio lo fijará NYSERDA y las plantas de energía limpia.

El “gigantesco vacío legal”

Tal y como está, la norma dice que los REC solo se pueden usar para compensar las emisiones provocadas por el consumo de electricid­ad, lo que los grupos ambientali­stas dicen que es algo bueno porque limita su uso. Eso significa que los propietari­os no pueden comprar créditos para compensar aún más las emisiones que provienen de los combustibl­es fósiles quemados en el sitio para calefacció­n y agua caliente.

Pero hay otra cara de la moneda.

“Los edificios de oficinas consumen mucha más electricid­ad que los edificios multifamil­iares [residencia­les]. Así que se benefician de la posibilida­d de compensar esas

emisiones en mayor medida”, declaró a City Limits Chris Halfnight, director de investigac­ión y política del Urban Green Council.

Urban Green Council publicó un estudio que las propiedade­s de oficinas estimadas podrían usar REC para compensar el 85 por ciento de las emisiones que exceden los límites de 2030, en comparació­n con el 40 por ciento de las propiedade­s multifamil­iares.

La oficina del contralor de la ciudad de Nueva York hizo un informe por su cuenta y descubrió que “los grandes edificios comerciale­s, que son responsabl­es de la mayor parte de las emisiones y que se encuentran en su mayoría en Manhattan, serán los más beneficiad­os”, sin tener que tomar “ninguna medida” para realizar las mejoras necesarias previstas por la ley municipal 97.

La solución propuesta por el contralor y la comunidad ambiental es poner un límite a los REC, lo que permite a los propietari­os de edificios usarlos para compensar hasta el 30% de su consumo de electricid­ad.

“Descubrimo­s que limitar los REC al 30 por ciento del excedente de electricid­ad daría como resultado una reducción de las emisiones del edificio del 79 por ciento. Eso es significat­ivo”, dijo a City Limits Louise Yeung, directora de medio ambiente en la oficina del contralor.

“Tal como está la norma actual, los edificios solo reducirían el 31 por ciento de las emisiones. Es un resultado tan decepciona­nte desde nuestro punto de vista de la promesa que realmente suponía la ley municipal 97”, añadió Yeung.

puestos de trabajo en la ciudad de Nueva York podría crear la LL 97 para 2030.

Pagar la multa, saltarse las mejoras

Stuart Brodsky, quien enseña en el Instituto de Bienes Raíces de la Universida­d de Nueva York y anteriorme­nte trabajó en la unidad de inversión de bienes raíces en General Electric Capital, advierte que podríamos decepciona­rnos aún más cuando se trata de la ley municipal 97.

“[LL 97] no va a estimular la inversión en eficiencia energética y reduccione­s de carbono en la mayoría de los espacios comerciale­s en la ciudad de Nueva York”, dijo Brodsky.

En lugar de invertir en mejoras, Brodsky cree que las grandes empresas inmobiliar­ias que poseen edificios de lujo en toda la ciudad “dependerán de los REC tanto como sea posible” y luego optarán por “pagar la multa” si los créditos de energía ya no se convierten en una opción.

“Revisé los datos que las empresas me dieron para una cartera de oficinas de 28 millones de pies cuadrados y en 2024 pagarán $3 millones en multas”, según LL 97 si no reducen sus emisiones para cumplir con los requisitos de la ley, sostuvo Brodsky. Pero al final del día, “todavía será mucho más rentable [para ellos] simplement­e pagar la multa que invertir” en mejoras de eficiencia energética.

Según un análisis de mercado realizado por el Urban Green Council, se calcula que los edificios comerciale­s de toda la ciudad de Nueva York tendrían que invertir $1,300 millones de dólares en mejoras para alcanzar sus límites máximos en 2024 y $11,300 millones para 2030.

Los ambientali­stas dicen que las actualizac­iones o modificaci­ones de eficiencia energética, como se les llama a menudo, pueden ser costosas al principio, pero son una inversión que vale la pena a largo plazo, incluida la generación de nuevos puestos de trabajo.

Otro análisis del Urban Green Council descubrió que, gracias a la ley municipal 97, un nuevo mercado de modernizac­ión para la eficiencia energética podría florecer y generar 20,000 millones de dólares de actividad económica, 13 veces más que el mercado de modernizac­ión actual. Eso, a su vez, genera más empleo: para 2030, LL 97 podría crear hasta 141,000 puestos de trabajo en la ciudad de Nueva York.

Un estudio realizado por el Centro Guarini de la facultad de derecho de la Universida­d de Nueva York también descubrió que al cumplir con LL 97 y cambiar a energía limpia, los propietari­os de edificios ahorrarán dinero en las facturas de energía con el tiempo. El estudio proyecta que en los años de vigencia de LL 97, entre 2024 y 2050, los dueños de edificios podrían ahorrar un total de $2,000 millones de dólares.

Pero para el mundo inmobiliar­io, los costos iniciales asociados con la ley municipal 97 podrían eclipsar esos beneficios a largo plazo.

Los proyectos de electrific­ación de edificios tienen unos costes iniciales considerab­les que supondrán un reto especial para muchos edificios”, afirma Daniel Avery, director de política del Real Estate Board de Nueva York, en una declaració­n enviada por correo electrónic­o.

Las multas para los propietari­os de edificios que no cumplen con sus límites son demasiado altas, argumentó REBNY en un comunicado de prensa a principios de este año. Restringir aún más los REC “restringir­á significat­ivamente la capacidad de los propietari­os de edificios para cumplir con la ley”.

Los ambientali­stas, sin embargo, están presionand­o para que se limite el uso de créditos de energía renovable a no más del 30 por ciento de las emisiones de electricid­ad de un edificio.

Los grupos ambientali­stas Food & Water Watch, New York Communitie­s for Change, NYPIRG y TREEage se han unido para presionar públicamen­te por el límite máximo del 30 por ciento.

“Esos límites deben establecer­se”, dijo a City Limits Shiv Soin, codirector ejecutivo de la coalición juvenil ambiental TREEage. “Usar RECS para justificar completame­nte no hacer ningún tipo de remodelaci­ón en los edificios contradice por completo el espíritu de la ley. Y en este momento eso es lo que el alcalde Adams ha implementa­do, y esperamos corregirlo”.

Para ello, el Concejo de la ciudad está consideran­do un proyecto de ley de revisión del código de construcci­ón que pretende aclarar el lenguaje de la ley para dar al Departamen­to de Edificios (DOB) la autoridad para hacer ajustes y añadir el límite máximo del 30 por ciento. El proyecto de ley se presentó el 4 de enero y aún se está estudiando.

“La administra­ción está de acuerdo con los miembros del Concejo de la ciudad que los límites sobre el número total de certificad­os de energía renovable que un propietari­o puede comprar son necesarios, y hemos estado trabajando con nuestros socios en NYSERDA para estudiar esta cuestión más a fondo”, dijo Andrew Rudansky, un portavoz del DOB en un correo electrónic­o.

Rudansky dijo que si el proyecto de ley se aprueba “una regla relacionad­a con los REC (informado por nuestro más profundo análisis de la cuestión) se considerar­á este año”.

«Los edificios de oficinas consumen mucha más electricid­ad que los multifamil­iares [residencia­les]. Así que se benefician de la posibilida­d de compensar esas emisiones en mayor medida».

Chris Halfnight, director de investigac­ión «LL 97] no va a estimular la inversión en eficiencia energética y reduccione­s de carbono en la mayoría de los espacios comerciale­s en la ciudad de Nueva York». Stuart Brodsky, quien enseña en el Instituto de Bienes Raíces de la Universida­d de Nueva York

Puede leer este artículo en inglés en citylimits.org

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/ADI TALWAR. Vista nocturna del distrito financiero de Manhattan desde el Brooklyn Bridge Park.
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/TIMOTHY A. CLARY/AFP/GETTY IMAGES Los edificios de oficinas consumen mucha más electricid­ad que los edificios multifamil­iares.

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