AMLO Y SU RELACIÓN CON LA PRENSA
ElDepartamentodeEstado de Estados Unidos no hace más que declarar lo conocido cuando dice en su reporte de rutina sobre los derechos humanos que la impunidad en México y los esfuerzos continuos para desacreditar al periodismo y a las organizaciones de la sociedad civil es uno de los problemas de seguridad del país vecino.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, puede quejarse de que el reporte que regularmente se hace sobre las naciones del mundo para consumo del Congreso es una intromisión extranjera, es creerse la policía del planeta y que ponerle la atención a la inseguridad en México es una distracción a los problemas de violencia en Estados Unidos. Todo eso tiene una pizca de verdad, pero no cambia en absoluto lo que viven millones de mexicanos.
El informe afirma que “la impunidad y los índices extremadamente bajos de enjuiciamiento seguían siendo un problema para todos los delitos, incluidos los abusos contra los derechos humanos y la corrupción. En lo que respecta a México, los informes sobre la participación de miembros de la policía, el ejército y otras instituciones gubernamentales mexicanas en graves actos de corrupción y homicidios arbitrarios ilegales siguen siendo un grave problema para México”.
Nada de esto es nuevo o desconocido como tampoco lo son los 15 periodistas asesinados a lo largo de un año. El reporte reconoce que hay libertad de opinión pero que los “altos niveles de impunidad” ante estos crímenes generan autocensura y reducen la libre expresión. a permanente pelea que mantiene AMLO diariamente desde sus reuniones de prensa alimenta “el desprestigio” exponiéndose a una violencia de la cual no hay aparente consecuencias.
Algo similar ocurre con los defensores de los derechos humanos. Estos críticos a los abusos de las autoridades explicados en el informe son blanco de las palabras de AMLO y al igual que los periodistas, son aparentemente espiados por servicios de se
Lguridad y militares a través del sistema Pegasus comprado por este gobierno. AMLO niega el espionaje.
Es bueno que el presidente mexicano separe de sus críticas a su colega estadounidense Joe Biden, al decir que el reporte es producto de “conservadores’’ dentro de la política exterior estadounidense. Hay demasiado en juego entre los dos países para ofender a Biden por este tema. o obstante, por más palabras que diga AMLO para descalificar el informe, la realidad diaria de los mexicanos. El juicio reciente por corrupción al secretario de Seguridad Genaro García Luna habla de la penetración de los cárteles en la política y la inseguridad pública cobró cerca de 100,000 desaparecidos en 2022.
El presidente López Obrador está acostumbrado a culpar al mensajero de las malas noticias sobre su gobierno. Lo hace con los periodistas, los activistas de derechos humanos y sus críticos. La estrategia no le ayuda ni a él ni a los mexicanos. Es hora de escuchar.•
N