KIKO VENENO DEBUTA EN TEXAS TRAS 40 AÑOS DE OFICIO
EI rockero que marcó tendencia en la música de las útlimas décadas en España, actúa en Austin
El South By Southwest de Austin, un festival cuya misión principal es dar a conocer nuevos artistas, pocas veces puede presumir de tener en su alineación a un músico del calibre del español Kiko Veneno.
Más que un rockero, Kiko Veneno contribuyó a trazar el rumbo de una parte de la historia música española en las últimas décadas mediante la creación de un estilo que fundía flamenco, blues, swing, folk y rock.
Kiko Veneno, con 40 años de oficio, viene por primera vez en su carrera a EE.UU. para actuar en concierto en el festival South By Southwest (SXSW) 2014, que se realiza del 6 al 17 de marzo.
“Llegué a la fusión por una mezcla de cosas... por azar, por cosas que buscas de algo que te ha influenciado, por la gente que te rodea”, dice Kiko Veneno en una entrevista telefónica desde Sevilla, en donde reside. “En un principio, mi bagaje musical era solamente el folk, español y británico sobre todo”.
El artista agrega que cuando comenzó a componer sus mezclas, “lo hacía con mucha fe, con mucho instinto, sin un planteamiento claro... dejándome llevar mucho por la intuición, metiendo en la bolsa todo lo que me iba sonando, creando un propio estilo flamenco-
blusero”. Marcando pauta
Ahora, y con 61 años de edad, Kiko Veneno y su música son un faro para las nuevas generaciones de su país y han marcado a artistas como Los Delinqüentes, Muchachito Bombo Infierno, El Canijo y Tomasito, que siguen su senda de la fusión.
La búsqueda musical en la que Kiko Veneno ha basado su carrera le valió recibir el Premio Nacional de Músicas Actuales 2012, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.
Sobre su nombre artístico, el cantautor detalla que lo tomó del grupo Veneno, del que formó parte a comienzos de su carrera.
“Éramos un grupo bastante maldito en aquella época; teníamos mala fama, nadie nos quería”, rememora sobre las reticencias que su trabajo musical en fusiones encontró en esos años.
Una emblemática canción de Kiko Veneno que marcó pauta es Volando voy, una rumba-jazz con acento afroantillano que sacó del bar de gitanos al flamenco y lo llevó a la radio comercial, refrescando la música española de los años 80.
La canción abrió el flamenco a otros géneros cuando el legendario cantante José Monje Cruz, conocido como Camarón de la Isla, la incluyó en su disco La leyenda del tiempo (1979).
“Volando voy la tocábamos nosotros y Camarón la escuchó gracias a Pachón”, dice el músico en referencia a Ricardo Pachón, quien producía los discos de Veneno y de Camarón de la Isla.
Tras dejar el grupo, Veneno se lanzó en solitario y creó una retahíla de discos que están entre los más interesantes de la música española de los últimos tiempos, entre ellos, Seré mecánico por ti (1981), Échate un cantecito (1992) y Está muy bien eso del cariño (1995).
Esos discos contienen temas clásicos como Echo de menos, Lobo López, Joselito, En un Mercedes blanco, Memphis blues (una soberbia adaptación al español del tema de Bob Dylan), Casa cuartel y Lince Ramón, que rezuman desparpajo, poesía y sorprendentes armonías.
Componer una canción, aclara Kiko Veneno, es combinar el azar y lo absurdo. “De todo se puede escribir una canción, eso lo aprendí de The Beatles”, dice. “Pero luego hay que aprender a encontrar la expresión, algo bonito que vaya con el asunto y, sobre todo, que tengas la necesidad de transmitir una emoción”.