RÍO APROBÓ EL EXAMEN
Río de Janeiro concluyó su fiesta y le pasó la posta a Tokio 2020
No fueron perfectos, pero sí memorables. Desde las aguas sucias y el robo inventado por Ryan Lochte al adiós de dos leyendas como Michael Phelps y Usain Bolt, los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro dejaron recuerdos para todos los gustos, un legado cuestionable para Brasil y un abanico de lecciones para Tokio, el próximo anfitrión para la cita de 2020.
No fueron perfectos, pero sí memorables.
Desde aguas sucias a un robo inventado y el adiós de dos leyendas, los Juegos Olímpicos de Río dejaron recuerdos para todos los gustos, un legado cuestionable para Brasil y un abanico de lecciones para Tokio, el próximo anfitrión.
Las advertencias a los viajeros parecían sacadas de un manual de supervivencia: no toque el agua contaminada, cuidado con los mosquitos, ojo con el crimen. Pero más allá de algunos incidentes sin consecuencias graves, la justa fue principalmente una fiesta de 17 días, si bien con menos visitantes de los que esperaban los organizadores.
En medio de su peor recesión en décadas, Brasil tuvo que montar el espectáculo con enormes recortes presupuestarios. Aunque no afectaron las pruebas deportivas, se sintieron en la reducción de voluntarios, la ausencia de material promocional de la ciudad y otros detalles de la logística. Hasta hubo problemas con el agua de las piscinas de clavados y waterpolo, que súbita e inexplicablemente se tornó verde en medio de las competencias, y muchas sedes estuvieron medio vacías.
“Ha sido difícil”, comentó el vicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI), John Coates. “Para ser justos, en parte se debe a la situación económica y política que impera”.
Los organizadores vendieron la idea de que uno de los legados de la justa sería la limpieza del agua, especialmente en la Bahía de Guanabara. Desde hace meses fue evidente que esa meta no se lograría, y los habitantes de Río terminan los Juegos tal como los empezaron: con un deficiente sistema de aguas residuales y rodeados de cloacas.
Al menos cumplieron con la construcción de una extensión del metro que conecta el centro de la ciudad con el suburbio de Barra da Tijuca, donde se ubicó el Parque Olímpico, y con la restauración de una zona portuaria que estaba en el olvido. Después de varios retrasos y sobregiros, la nueva línea fue inaugurada unos pocos días antes de los Juegos a un costo de 3.000 millones de dólares, 25% más de lo que originalmente se presupuestó.
La cuenta total de los Juegos fue de unos 12.000 millones, entre fondos públicos y privados.
“En Brasil hacemos las cosas a lo latino, lo que a veces enloqueció a algunos miembros del COI”, señaló el alcalde de Río, Eduardo Paes. “Si quieren ser justos con Río, no pueden compararnos con Tokio, Chicago o Madrid, ciudades con mucha mejor infraestructura, en países desarrollados. Comparen a Río con Río”.
Adiós a leyendas
Usain Bolt y Michael Phelps, el mejor corredor y el más grande nadador de la historia, disputaron sus últimas justas y se despidieron a lo grande.
Con su espectáculo de siempre, Bolt logró su tercer triplete en las pruebas de velocidad y se marcha con nueve medallas de oro, las mismas que Carl Lewis y Paavo Nurmi.
“Soy el más grande”, proclamó el jamaiquino después de ganar su último oro con el relevo 4x100.
Bolt anunció que su retiro de todas las pistas será el próximo año en el Mundial de Londres.
En el caso de Phelps, se trata de un adiós definitivo. El nadador estadounidense sumó a su inigualable botín cinco oros y una plata, para totalizar 23 medallas de oro y 28 totales desde Atenas 2004. Ahora se dedicará a su faceta de padre y a ser un embajador de la natación.
“Sólo quiero verlo crecer”, dijo Phelps sobre su pequeño hijo Boomer. “Es lo más importante”.
Río también fue el último concierto de ‘Manu’ Ginóbili, líder de la llamada ‘Generación Dorada’ del básquetbol argentino. Ginóbili colgó las zapatillas junto con Andrés Nocioni, otro de los integrantes del plantel que ganó el oro en los Juegos de Atenas, uno de los hitos del deporte latinoamericano.
“Los Juegos Olímpicos son especiales, quería vivirlos de nuevo y lo pude hacer”, comentó Ginóbili, quien seguirá otra temporada con San Antonio Spurs en la NBA.
La saga Lochte
El nadador Ryan Lochte se encargó de aportar su cuota de tragicomedia al reportar un asalto falso.
Todo comenzó con una noche de borrachera en la Casa de Francia después del final de las pruebas de natación. En su camino de vuelta a la Villa Olímpica en un taxi, Lochte y tres de sus compañeros del equipo estadounidense se metieron en un lío al romper una puerta y provocar otros desmanes en una estación de gasolina.
Al día siguiente, Lochte contó una historia de un robo a mano armada por parte de ladrones disfrazados de policías. Al ser interrogados por las autoridades, esa versión empezó a desmoronarse por imprecisiones y contradicciones, hasta los nadadores admitieron que en realidad no habían sido asaltados, sino que tuvieron que pagar por los daños que ocasionaron.
Lochte se fue de Brasil antes que una jueza confiscara su pasaporte, pero sus compañeros finalmente tuvieron pagar elevadas multas para regresar a Estados Unidos. Ahora, todos encaran sanciones de parte del comité olímpico estadounidense.
“Ellos le fallaron a nuestros atletas”, dijo el presidente del comité, Scott Blackmun. “Les fallaron a los estadounidenses”.
El medallero
Estados Unidos dominó con autoridad, con 46 medallas de oro, exactamente la misma cantidad con la que encabezó los Juegos de 2012 en Londres.
“No estábamos seguros que lograríamos semejante éxito”, señaló Blackmun.
La sorpresa fue el desempeño de Gran Bretaña, que con 27 de oro desplazó a China del segundo lugar. Los chinos sumaron 26 doradas, 12 menos que hace cuatro años.
Colombia tuvo su mejor actuación con tres de oro, dos más que en cualquier justa anterior: Mariana Pajón repitió el título en BMX, Caterine Ibargüen ganó en el salto triple y Óscar Figueroa en levantamiento de pesas. Argentina tuvo su mejor actuación desde 1948 con otros tres oros, de la judoca Paula Pareto, del equipo masculino de hockey sobre césped y de la pareja de Santiago Lange y Cecilia Carranza en vela.
Puerto Rico ganó su primer oro con Mónica Puig en la final de tenis, mientras que México cerró con tres de plata y dos de bronce, una peor cosecha que en Londres donde consiguió una de oro, tres de plata y tres de bronce.
Rumbo a Tokio
Los Juegos de 2020 serán en la capital de Japón, y desde ya se avisaron algunos problemas por sus costos.
El presupuesto que presentó el comité organizador fue de 350.000 millones de yenes (3.500 millones de dólares), pero esa cifra parece una broma. Tan solo el costo del Estadio Olímpico ya alcanzaba los 1.000 millones antes de que los organizadores decidieran romper los planes y volver a empezar de cero.
El costo del estadio de todas formas será cerca de 50% más caro que el cálculo original, y la fecha de conclusión de la obra fue fijada para noviembre de 2019.
“No creo que se puedan relajar”, advirtió Coates, el miembro del COI que dirige al equipo inspector. “Hay algunos problemas grandes, incluso para Tokio”.