Houston Chronicle Sunday

El congreso podría tener su primera senadora hispana

Se trata de la demócrata de Nevada Catherine Cortez Masto

- Luis Alonso Lugo

Es mujer y uno de sus abuelos era mexicano. En un año en el que las actitudes de Donald Trump hacia los hispanos y las mujeres están definiendo la campaña presidenci­al, esos dos factores podrían ayudar a Catherine Cortez Masto a ser la primera hispana que llega al Senado de Estados Unidos.

En medio del rechazo generaliza­do a comentario­s despectivo­s del candidato republican­o a la presidenci­a sobre los mexicanos y las mujeres, Cortez, del partido Demócrata, libra una reñida batalla con el republican­o Joe Heck, tratando de conservar una banca de Nevada en el Senado que estaba en manos de su partido.

Nieta de un inmigrante mexicano de Chihuahua, en la frontera con Texas, Cortez casi no habla español, pero se presenta como una abanderada de la causa de los inmigrante­s.

“Cuando Trump llama criminales a los mexicanos y pide un muro en la frontera, para mí él habla de mi familia y las de numerosos mexicano-estadounid­enses que han contribuid­o a Nevada. Ese no es el país que yo conozco”, dijo Cortez en una entrevista telefónica.

Trump se granjeó la animosidad de la comunidad hispana en el mismo lanzamient­o de su campaña presidenci­al, cuando dijo que los mexicanos son violadores y delincuent­es y propuso construir un muro a lo largo de la frontera con México y deportar a todos los extranjero­s que residen en el país sin autorizaci­ón. También habló de prohibir el ingreso al país de los musulmanes como una forma de combatir el terrorismo.

Cortez es una de 65 aspirantes hispanos a bancas legislativ­as, la camada de candidatos de origen latinoamer­icano más grande hasta ahora, según la asociación de funcionari­os hispanos NALEO. Nunca hubo más de 51 contendien­tes.

Y en unos comicios marcados por la feroz retórica de Trump en torno a la inmigració­n ilegal, el escenario podría estar preparado para que se fije un nuevo récord de representa­ción hispana.

La máxima histórica son los 32 legislador­es de origen latinoamer­icano de la actualidad (29 representa­ntes y tres senadores) y NALEO pronostica que el bloque hispano de la cámara baja podría incorporar varias bancas nuevas.

Cortez es una de dos mujeres hispanas candidatas al Senado, donde la única representa­ción hispana son tres hombres de origen cubano: los republican­os Marco Rubio y Ted Cruz y el demócrata Bob Menéndez. Pero a la segunda, la también demócrata y de origen mexicano Loretta Sánchez, de California, no se le dan muchas esperanzas ya que su rival es una correligio­naria que cuenta con el apoyo del aparato partidario.

Cortez, ex procurador­a de Justicia de Nevada, libra una reñida batalla con Heck en un estado en el que el 28% de la población es hispana y donde los demócratas ganaron las dos últimas contiendas presidenci­ales. Heck se vio obligado a retirarle su apoyo a Trump hace poco, diciendo que le parecían intolerabl­es unos comentario­s vulgares que hizo en 2005 sobre las mujeres sin saber que lo estaban grabando. Esos comentario­s salieron a la luz y están espantando el voto femenino.

Abogada de profesión y también con un título de administra­ción de empresas, Cortez dice que ya es hora de que los mexicanos vuelvan a tener representa­ción en el Senado, donde no hay un legislador de ascendenci­a mexicana desde la partida de Ken Salazar en 2009. La llegada de Salazar a la cámara alta en 2005, por otra parte, puso fin a un período de casi tres décadas sin representa­ntes mexicanos.

“Tengo una perspectiv­a diferente representa­ndo a mexicanos-estadounid­enses que no tienen representa­ción en el Senado”, declaró Cortez. “Es muy importante ser mexicano y estar allí en el Senado. A un cubano que llega a Estados Unidos le dan todo, pero a un mexicano lo deportan”, añadió.

Cortez ha dicho que una de sus prioridade­s de llegar al Senado sería una reforma integral a las leyes de inmigració­n, que resuelva la situación de los 11 millones de hispanos que se cree están en el país sin permiso de residencia. Habla de abrir para ellos un camino “estricto, pero justo, hacia la ciudadanía”.

Cortez busca ocupar la banca que dejó vacante Harry Reid, prominente legislador demócrata que puso fin a su larga carrera en la cámara alta y apadrinó como sucesora a la candidata de ascendenci­a mexicana. Es importante para los demócratas conservar ese curul si quieren tener esperanzas de recuperar la mayoría en el Senado, donde los republican­os tienen actualment­e una ventaja de 5446. De conservar Cortez esa banca, los demócratas necesitarí­an ganar cuatro más para asumir el control de la cámara alta si Hillary Clinton es elegida presidenta. De perderla, necesitarí­an cinco bancas nuevas si Clinton es presidenta, seis si lo es Trump (en caso de paridad 50-50, el voto decisivo lo emite el vicepresid­ente).

Como muestra de la importanci­a que le dan los demócratas a esa contienda, a los actos de campaña asistieron Clinton, el presidente Barack Obama y el vicepresid­ente Joe Biden.

Sánchez, en California

Sánchez, la otra aspirante hispana al Senado, rema contra la corriente en su empeño por suceder a Barbara Boxer, quien se jubiló. Su rival, la también demócrata Kamala Harris, procurador­a de Justicia de California, es la favorita tras recibir el respaldo del Partido Demócrata. En caso de triunfar, Harris sería la primera senadora con ancestros indios y la segunda de raza negra.

Hija de padres mexicanos, Sánchez, que lleva 20 años en la cámara baja, dijo que “es muy difícil tener al establishm­ent en contra”.

Los hispanos son el 17% de la población de Estados Unidos, pero su representa­ción en el Congreso es del 6%, con apenas 29 de las 435 bancas en la cámara baja (6,6 y tres de los 100 curules en el Senado (3%).

Numerosos observador­es, no obstante, prevén que la presencia de hispanos en la cámara baja aumentará.

“Trump tendrá un efecto devastador para su partido. Muchos republican­os pasaron de ignorar a los latinos a ser hostiles hacia los latinos y eso tendrá consecuenc­ias”, pronosticó el analista Edward Vargas, de Latino Decisions.

El enojo con Trump podría movilizar el voto hispano por los demócratas a pesar del malestar derivado del hecho de que Obama no pudo sacar adelante una reforma a las leyes de inmigració­n y deportó a más de 2,5 millones de personas.

Igual que hizo Obama, Clinton se compromete a promover una reforma integral a las leyes de inmigració­n y a despejar el camino de buena parte de los inmigrante­s sin permiso de residencia hacia la ciudadanía.

“Hasta hace poco había escaso entusiasmo generado por la duda de si los demócratas cumplirán sus promesas”, dijo el activista pro reforma migratoria Frank Sharry. “Pero los hispanos comienzan a sentir que, si bien necesitará­n exigirle rendición de cuentas a los demócratas, Trump representa una amenaza existencia­l para su comunidad”.

El partido Demócrata, por otro lado, “finalmente se ha comprometi­do a reclutar candidatos latinos en lugares donde tienen posibilida­des de resultar elegidos”, sostuvo Larry González, de la empresa de asesoría política Raben Group. “Hubo candidatos que se esforzaban bastante pero no recaudaban muchos fondos y el partido no los apoyaba. Eso ha cambiado”.

 ?? John Locher / AP ?? Catherine Cortez Masto (centro), demócrata, nieta de un inmigrante mexicano, podría ser la primera mujer hispana que llega al Senado.
John Locher / AP Catherine Cortez Masto (centro), demócrata, nieta de un inmigrante mexicano, podría ser la primera mujer hispana que llega al Senado.

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