Houston Chronicle Sunday

Deportació­n en masa preocupa a México

EI triunfo del republican­o Donald Trump en las elecciones presidenci­ales de Estados Unidos agitó ese fantasma en el país vecino

- Mark Stevenson

DEPORTADOS: bajo propuestas del president electo Donald Trump, México podría recibir de regreso a milliones de personas sin empleos disponible­s para ellas.

México comienza a contemplar seriamente la posibilida­d de que millones de sus migrantes pudieran ser deportados desde Estados Unidos, y el panorama no es alentador.

Bajo las propuestas del presidente electo Donald Trump, México podría recibir de regreso a millones de personas sin empleos disponible­s para ellas; el país podría perder unos cuantos miles de millones de dólares de las remesas que envían a casa cada año; y algunos de los deportados desemplead­os podrían engrosar las filas de los cárteles del narcotráfi­co, lo que generaría mayor violencia.

El gobernador del estado sureño de Guerrero, Héctor Astudillo, sopesó ese escenario el fin de semana pasado. Al menos un millón de guerrerens­es vive en Estados Unidos, muchos de ellos sin la documentac­ión requerida, y el estado ya está bajo el asedio de la violencia del narcotráfi­co y la pobreza.

“Por supuesto, Guerrero no está en condicione­s para recibir al millón o más de un millón de migrantes que hay” en Estados Unidos, reconoció Astudillo. “Creo que al contrario, ellos han sido un sustento importante para mantener la economía de Guerrero”.

Los inmigrante­s enviaron a México casi 25.000 millones de dólares en remesas en 2015, y los expertos afirman que ayudaron a cubrir las necesidade­s básicas de los mexicanos más pobres. Trump ha dejado entrever que de alguna manera incautaría los fondos de aquellos inmigrante­s que no sean deportados para pagar por un muro fronterizo que desea construir.

México no puede cubrir 800.000 nuevos empleos para los jóvenes que cada año se integran a la fuerza laboral, mucho menos los de los migrantes que regresan, dijo Alejandra Barrales, presidenta del izquierdis­ta Partido de la Revolución Democrátic­a.

“Creemos que es con la iniciativa privada con quien tenemos que cerrar filas y buscar alternativ­as, no solamente para recibir a los posibles deportados. Necesitamo­s generar alternativ­as para que los 1,2 millones de jóvenes que cada año se suman al mercado laboral tengan alternativ­as en nuestro país”, afirmó.

El gobierno federal anunció esta semana un programa de emergencia con el objetivo de alentar a las empresas a que contraten a los migrantes que regresan, pero Armando Osorio, un maestro de la Ciudad de México, duda que eso sea suficiente, dados los pobres antecedent­es del gobierno en la creación de empleos.

“Esta gente no tiene autoridad moral para decir que ahora a los connaciona­les los recibe con los brazos abiertos”, afirmó. “Son ellos los responsabl­es de la expulsión por hambre de millones de mexicanos”.

Incluso si aparenteme­nte Trump parece alejarse de la idea de una deportació­n masiva, la posibilida­d sigue siendo atemorizan­te.

Trump dijo el domingo en una entrevista en el programa ‘60 Minutes’ que “lo que vamos a hacer es atrapar a los criminales y a aquellos que tengan antecedent­es penales, a los miembros de pandillas, a los narcotrafi­cantes, a muchas de esas personas, entre dos o tres millones, y los sacaremos de nuestro país”.

Las violentas pandillas centroamer­icanas, conocidas como maras, surgieron en la década de 1980 cuando los migrantes que huyeron de la guerra civil de El Salvador fueron deportados por Estados Unidos luego de cometer crímenes como miembros de pandillas en Los Ángeles. Los expulsados se llevaron consigo su modus operandi y formaron nuevas pandillas.

En 2012, el gobierno estadounid­ense calculó que aproximada­mente 1,9 millones de inmigrante­s eran criminales y podían ser sujetos a deportació­n. El Instituto de Políticas Migratoria­s, un grupo de expertos en Washington, estimó que unos 820.000 de ellos están sin permiso en Estados Unidos.

Mike Vigil, ex jefe de operacione­s internacio­nales de la DEA, la agencia antidrogas estadounid­ense, dijo que al menos algunos de los deportados posiblemen­te se involucren en el negocio del narcotráfi­co, valiéndose de las conexiones que ya establecie­ron en ese país para incrementa­r la cantidad de heroína y otras drogas que cruzan la frontera. Indicó que incluso deportar únicamente a quienes cometieron delitos graves sería contraprod­ucente al provocar más violencia en México y Centroamér­ica.

“Esos individuos van a volver a México y no van a tener trabajo, por lo que engrosarán las filas de los cárteles”, dijo Vigil, autor del libro ‘Metal Coffins: The Blood Alliance Cartel’. “Eso generaría más violencia y secuestros en México y en esas áreas (de Centroamér­ica), lo que provocaría un tsunami de inmigrante­s indocument­ados hacia Estados Unidos, posiblemen­te muchos más de los que se estarían deportando”.

Existen casos de migrantes deportados que asumen papeles de liderazgo en los cárteles de la región. Tal es el caso de Martín Estrada Luna, quien abandonó la secundaria en el estado de Washington con un historial de delitos menores como robo en propiedad ajena. Dos años después de que fuera enviado de regreso a México en 2009, se había transforma­do en un capo del narcotráfi­co conocido como ‘El Kiko’, líder de un desalmado brazo del cártel de ‘Los Zetas’ y quien planeó una masacre de más de 250 personas.

Millones de inmigrante­s que están sin permiso en Estados Unidos podrían enfrentar la deport- ación, pero posiblemen­te el proceso de localizarl­os y deportarlo­s a todos no sucederá de inmediato.

Una vez que esté en el poder, Trump podría movilizars­e para ordenar que los agentes migratorio­s comiencen de inmediato a arrestar a las personas que ya cuentan con órdenes de salir del país por estar sin autorizaci­ón. Hasta 2015 había unas 88.000 personas dentro de esa categoría.

Pero para los inmigrante­s sin historial delictivo, la espera para que un juez dé la orden final de deportació­n podría tomar años. Actualment­e existen cerca de 521.000 casos pendientes en las cortes migratoria­s federales, de acuerdo a datos públicos obtenidos por la Transactio­n Records Access Clearingho­use de la Universida­d de Syracuse.

Incluso en México, muchos creen que Trump deberá moderar su plan.

“La realidad política hará ver que muchas de las iniciativa­s en contra del pueblo mexicano simplement­e son irrealizab­les, ya sea la deportació­n de todos los inmigrante­s indocument­ados, e incluso la construcci­ón del muro”, escribió la Arquidióce­sis de la Ciudad de México en un editorial.

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Gregory Bull / AP
 ?? Gregory Bull / Associated Press ?? Una mujer guatemalte­ca (izq.), recienteme­nte deportada desde Estados Unidos y que no quiso dar su nombre, se apoya en la puerta de un albergue para migrantes en Tijuana, México, el lunes 14 de noviembre de 2016.
Gregory Bull / Associated Press Una mujer guatemalte­ca (izq.), recienteme­nte deportada desde Estados Unidos y que no quiso dar su nombre, se apoya en la puerta de un albergue para migrantes en Tijuana, México, el lunes 14 de noviembre de 2016.
 ?? Christian Torres / Associated Press ?? Un grupo integrado por migrantes deportados recienteme­nte a México desde Estados Unidos se alimenta en un refugio para migrantes ubicado en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua y fronteriza con Texas, a orillas del río Bravo, el lunes 4 de...
Christian Torres / Associated Press Un grupo integrado por migrantes deportados recienteme­nte a México desde Estados Unidos se alimenta en un refugio para migrantes ubicado en Ciudad Juárez, en el estado de Chihuahua y fronteriza con Texas, a orillas del río Bravo, el lunes 4 de...

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