Vargas Llosa espera grandes cambios en Cuba
EI escritor peruano dice que la isla cambiará su rostro
LAUREADO: el escritor peruano habló en México sobre la transición pacífica que él cree tendrá lugar en la isla tras la muerte de Fidel Castro.
El premio Nobel Mario Vargas Llosa está convencido de que la muerte de Fidel Castro cambiará por completo el rostro de Cuba.
“Empezarán a resquebrajarse poco a poco las estructuras de la nación, del control”, consideró el escritor peruano y férreo crítico del mayor de los hermanos Castro. “Esperemos que este proceso sea rápido y sobre todo indoloro, que no traiga más violencia que la que ya ha padecido el pueblo cubano”.
En la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Vargas Llosa dijo que el fallecimiento del líder de la revolución cubana será como “la bolita de nieve” que crece: “es muy difícil que el régimen sobreviva a la larga a la desaparición del dictador”.
El autor peruano de 80 años, que tuvo una ideología marxista en su juventud, calificó por mucho tiempo al gobierno de Castro como una dictadura, por lo cual fue criticado en círculos intelectuales en Latinoamérica.
Fidel Castro dejó el poder en 2006 sorpresivamente debido a una enfermedad. Primero dejó de manera temporal el gobierno en manos de su hermano Raúl, quien luego salió electo en 2008.
Desde que inició su mandato, Raúl comenzó un proceso de reformas de apertura limitada a la iniciativa privada, la regularización del mercado de bienes raíces y automóviles y la entrega de tierras a productores privados, entre otras medidas impensables en la época de Fidel.
Vargas Llosa reconoció, sin embargo, el éxito de las políticas del gobierno de Castro en materia de educación y salud.
“Pero todas las reformas económicas fueron un desastre, como ha ocurrido en todos los países comunistas sin ninguna excepción”, analizó. “Y hoy en día Cuba es más pobre de lo que era”.
Vargas Llosa reconoció que Castro “deslumbró” a su generación.
“Un héroe que parecía salido de una novela de aventuras, había luchado contra una dictadura en las montañas, derrotó a Fulgencio Batista”, dijo.
Para el autor de ‘Cinco esquinas’, Castro es irreemplazable como leyenda, pero tras su caída inevitablemente habrá cambios en Cuba.
Vargas Llosa agregó que “hay por lo menos tres, casi cuatro generaciones de cubanos que sólo conocen la dictadura”.
Preocupado por Trump
Observador de la política en Latinoamérica y el mundo, Vargas Llosa también expresó su preocupación por la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
“Es trágico que en estos momentos justamente Estados Unidos vaya a convertirse en una democracia populista de la que vengan sólo malos ejemplos para el resto de América Latina”, señaló.
“Creo que hay que ser muy consciente de los peligros que nos rodean, y sin ninguna duda el peligro inmediato y peor que tenemos es un demagogo, populista, nacionalista en la Casa Blanca”.
Para el autor de ‘La Fiesta del Chivo’ lo que está ocurriendo en Estados Unidos repercutirá en toda América Latina, especialmente en México.
Trump, quien asumirá el poder el 20 de enero, ha dicho que construirá un muro en la frontera con México y que modificará el tratado de libre comercio con ese país y Canadá.
‘Último sobreviviente’
Vargas Llosa inauguró el sábado el Programa Literario de América Latina, región invitada de honor en Guadalajara, con una gran cátedra.
En su quinta visita a la FIL, fue recibido como un astro del rock entre vítores del Auditorio Juan Rulfo, repleto de lectores de todas las edades.
Vargas Llosa se dijo el “benjamín” del boom latinoamericano y vio con humor el hecho representar en solitario lo que definió como movimiento, no como una generación de escritores, algo que le ha dado una responsabilidad bastante especial.
“El boom ya no existe, yo soy en cierta forma el último sobreviviente. A mí me toca el triste privilegio de tener que apagar la luz y cerrar la puerta”, dijo, provocando las risas y aplausos del público.
“Son unos aplausos que confirman esta triste verdad”, remató el autor de ‘La ciudad y los perros’. En Guadalajara presentó su novela ‘Cinco Esquinas’, que se ha convertido en éxito de ventas en Latinoamérica desde su lanzamiento en marzo.
Dijo no arrepentirse de haber pertenecido a ese grupo de escritores entre los que destacó al mexicano Juan Rulfo y a los argentinos Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, quienes contribuyeron a unir el “archipiélago” literario que era América Latina.
“Creo que en el recuerdo de todos quedó siempre lo que fue descubrirse latinoamericanos, descubrir que los denominadores comunes eran mucho más importantes, profundos que todas las diferencias”, apuntó.
Si bien es célebre la pelea que tuvo en 1976 en México con Gabriel García Márquez, la cual creó una división permanente entre ambos, fue muy generoso en sus palabras sobre el fallecido Premio Nobel colombiano, quizá el representante más famoso de ese boom literario.
“Un hecho absolutamente fundamental de aquellos años fue la aparición de ‘Cien años de soledad’”, dijo. “Nadie se lo esperó, ni el propio García Márquez sospechó jamás que la novela que había escrito tendría una irradiación como la que tuvo”.
“Yo me acuerdo que el propio García Márquez no podía creer que aquello estuviera ocurriendo”, agregó. “Fue un momento de esplendor, de apogeo de la literatura latinoamericana. De alguna manera, América Latina obtuvo un reconocimiento universal a partir de ese libro que nos desagraviaba de todas las versiones caricaturales”.