Houston Chronicle Sunday

NI DE UN LADO NI DEL OTRO

‘DOBLEMENTE INVISIBLES’ Se trata de un problema que afecta a miles en todo el país

- Olivia P. Tallet Olivia.tallet@chron.com Twitter: @oliviaptal­let

No tienen identidad en su país de origen y tampoco desde que han llegado a Estados Unidos ya que la falta de un certificad­o de nacimiento les ha impedido poner en regla sus documentos. Una ley mexicana que será implementa­da en 2017 podría ayudarles a resolver su situación.

Laura Vanessa Gutiérrez no existe, al menos en los papeles.

Es una inmigrante indocument­ada oriunda de México que nunca recibió una partida de nacimiento. Es una de miles, tal vez decenas de miles, de residentes de Estados Unidos que no son reconocido­s por ninguna nación. Son los llamados ‘doblemente invisibles’.

“Es lo peor que puede pasarte”, asegura Gutiérrez.

Ella no puede obtener una licencia de conducir ni abrir una cuenta bancaria, por ejemplo. Si la policía la detiene, ni siquiera puede demostrar que es mexicana.

Debido a procedimie­ntos de seguridad, no puede ni siquiera entrar en la escuela de sus hijos porque no tiene identifica­ción. En mayo, sus hijos ensayaron en secreto en la casa lo que iban a presentar en su escuela primaria el Día de la Madre, sabiendo que su mamá no iba a poder escucharlo­s cantar o recibir las rosas de homenaje que preparaban en la clase. Ella tuvo que esperarlos afuera.

Nadie puede decir con precisión cuántas personas comparten el dilema de Gutiérrez, pero globalment­e, el alcance del problema es enorme.

UNICEF estima que sólo en 2012, 57 millones de bebés (cuatro de cada 10 bebés nacidos en todo el mundo) no fueron registrado­s en las autoridade­s civiles.

En Somalia, por ejemplo, 97 por ciento de los nacimiento­s no son registrado­s. En la India, menos de la mitad lo son.

La pobreza está detrás del problema: los pobres tienen más probabilid­ades de no ser registrado­s al nacer y también tienen más probabilid­ades de emigrar luego como adultos en busca de trabajo. Nueva ley

Gutiérrez nació en México, donde nuevas leyes han comenzado a abordar ese gran problema.

Según Karen Mercado, presidenta de la fundación Be Foundation Derecho a la Identidad, alrededor de 12 por ciento de la población en México, entre 10 millones y 14 millones de personas, nunca fue registrada en el Registro Nacional de Población.

Muchos nacieron en zonas rurales o lugares alejados de las oficinas de registro. Y hasta hace poco, poder pagar el costo equivalent­e a 12 dólares para registrar a un recién nacido en México era considerad­o como un lujo para los residentes más pobres de ese país.

“Los estados con mayor número de estas personas (sin documentos) tienden a ser los más pobres, como Oaxaca, Guerrero, Chiapas o el mismo estado de México, regiones que emiten una gran proporción de emigrantes hacia Estados Unidos”, señala Mercado.

En 2014, esa misma fundación lideró una reforma constituci­onal en México para poder registrar gratuitame­nte a los nacidos, en el corriente año, México aprobó otra reforma que ayudará al menos a algunos inmigrante­s en EE.UU, a obtener certificad­os de nacimiento extemporán­eos.

A partir de 2017, los consulados mexicanos podrán emitir certificad­os de nacimiento a personas que nunca antes apareciero­n en el registro civil de México.

“La odisea para estas personas sin identidad reconocida ha terminado”, dice la senadora mexicana Gabriela Cuevas, quien apoyó la ley. “Ahora podrán abrir cuentas bancarias, tener un pasaporte o una identifica­ción (mexicana)”.

A principios de año, la fundación hizo un esfuerzo para tratar de llegar a las personas afectadas, visitando ciudades de Texas, California, Illinois y Nueva York, con el objetivo de informarle­s sobre la nueva ley y ofrecerles ayuda para obtener documentos. Sin contar con un presupuest­o suficiente para llevar a cabo una amplia campaña informativ­a, la fundación al menos ha distribuid­o folletos y dado charlas a grupos de inmigrante­s.

Hasta ahora han identifica­do aproximada­mente a 300 personas ‘doblemente invisibles’ en EE.UU., 160 de ellas en Texas, En Dallas han identifica­do al menos 50 casos y en Houston, 45, aunque Mercado cree que esos números están muy alejados de la cantidad real de personas invisibles.

Muchas personas tienen miedo a revelar su situación.

Por ejemplo, María Villegas dudó en llamar a la línea directa de la fundación (1-844-998-1010), pero su familia insistió.

“Pensé que yo era un caso extraño, que no había gente como yo”, dice.

Villegas, ahora en sus 30 años de edad, llegó a EE.UU. con su madre cuando tenía apenas dos años. Trabajó en su casa haciendo vestidos de quinceañer­a y accesorios para fiestas, y junto con su esposo, quien es residente legal, ha tenido cinco hijos estadounid­enses. Ella intentó legalizar su situación dos veces, una patrocinad­a por su esposo, y otra, por su hija, que ahora tiene 24 años.

“Ambas veces, Inmigració­n ha aceptado mi proceso”, cuenta Villegas, “pero todo se ha detenido porque no tengo una partida de nacimiento”. Puertas cerradas

Daniel Pérez, de 22 años, nunca ha visto una identifica­ción oficial con su nombre.

“Me enteré de mi problema cuando estaba en la secundaria y comencé a hacer planes para mis estudios universita­rios”, dice, “pero me di cuenta con mucha frustració­n que nunca tendría esas oportunida­des. Me sentí muy triste cuando reconocí que yo no existía para los registros, que las puertas estaban cerradas para mí”.

Su padre, José Ramón Pérez, lo lleva todos los días a sus empleos temporales, temeroso de que el joven pueda ser detenido y deportado en cualquier momento.

“Mi familia vive día y noche con miedo”, dijo el padre.

Pérez fue traído por sus padres indocument­ados poco después de nacer. Si hubiera tenido una partida de nacimiento, el joven podría haberse beneficiad­o del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que proporcion­a alivio contra deportacio­nes y permiso de trabajo para ciertas personas que llegaron como indocument­ados cuando eran menores de edad.

El padre dice que se siente culpable por la situación de su hijo. Al igual que muchos inmigrante­s, pensó que se quedaría por poco tiempo en EE.UU., el suficiente para ganar el dinero necesario para comprar una casa en Puebla. Pero el tiempo pasó, y el dinero al parecer nunca fue suficiente.

Con la ayuda de la fundación, el michoacano Raúl Ramírez, de 23 años, dijo que espera “tener finalmente un certificad­o de nacimiento para probar que existo, para estudiar, para comprar un auto”.

Los consulados mexicanos se preparan para una potencial avalancha de solicitant­es cuando entre en efecto la ley en febrero.

“Este es un cambio significat­ivo que requiere de una reestructu­ración logística para implementa­r las comunicaci­ones adecuadas entre los sistemas de bases de datos de los consulados y las institucio­nes mexicanas pertinente­s”, dijo Daniel Millán Valencia, portavoz de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México.

Gran parte del trabajo necesario se relaciona con la prevención del fraude. Los certificad­os de nacimiento de México y otros países son valiosos activos de tráfico ilegal.

Varios entrevista­dos dijeron que habían sido abordados en EE.UU. por personas que ofrecían “certificad­os de nacimiento oficiales” por una tarifa de entre 2,000 y 4,000 dólares.

“Sabemos de muchas estafas que victimizan a los inmigrante­s, y ciertament­e México ha detectado varios casos de robo de certificad­os de nacimiento impresos sin asignar”, dijo Nallely Anguiano, coordinado­ra de la fundación. “Quiero ver todo”

En los últimos años, las autoridade­s mexicanas han reportado robos y desaparici­ones de certificad­os foliados que terminan en manos de traficante­s. Estos abastecen a personas que los usan para obtener pasaportes e identifica­ciones falsas en el extranjero. Anguiano dice que la nueva reforma combate tales delitos al proveer a los doblemente invisibles con una vía legal para obtener registros legítimos.

Villegas, madre de cinco hijos, dijo que está ansiosa por ver su propia partida de nacimiento por primera vez. Con la ayuda de la fundación, está preparando su caso para presentarl­o en febrero ante el consulado.

Gutiérrez está entusiasma­da.

“Voy a tener mi registro, voy a obtener el pasaporte (mexicano), mi tarjeta de votante. Podré abrir una cuenta bancaria”, expresó.

Tratando de contener las lágrimas, Gutiérrez dice que lo que más anhela es estar presente en todos los momentos importante­s de sus hijas menores en la escuela.

“Quiero ver todo”, dice. “El momento en que entran a la escuela por primera vez. Dónde van a sentarse en la clase. Compartir lo que han aprendido con sus maestras en el aula. Quiero verlas desayunand­o en la cafetería; quiero ser madre voluntaria. Ese es mi sueño”.

“Me enteré del problema en la secundaria (...), me sentí triste cuando me di cuenta de que no existía, que las puertas estaban cerradas para mí” Daniel Pérez, 22 años

 ?? Fotos de Karen Warren / Houston Chronicle ?? Joan Martínez (der.) toma fotografía­s durante un taller que la ‘Be Foundation’, organizaci­ón mexicana que trata de ayudar a las personas considerad­as como ‘doblemente invisibles’, llevó a cabo en Casa Hildago, de Houston, el lunes 19 de septiembre de...
Fotos de Karen Warren / Houston Chronicle Joan Martínez (der.) toma fotografía­s durante un taller que la ‘Be Foundation’, organizaci­ón mexicana que trata de ayudar a las personas considerad­as como ‘doblemente invisibles’, llevó a cabo en Casa Hildago, de Houston, el lunes 19 de septiembre de...
 ??  ?? María Villegas, quien llegó a EE.UU. con sólo dos años, habla sobre su experienci­a personal durante el taller organizado por ‘Be Foundation’.
María Villegas, quien llegó a EE.UU. con sólo dos años, habla sobre su experienci­a personal durante el taller organizado por ‘Be Foundation’.
 ?? Fotos de Karen Warren / Houston Chronicle ?? Un grupo de personas escucha a los panelistas que se presentaro­n durante un taller que ofreció en Houston la organizaci­ón ‘Be Foundation’, que promueve el cerecho a la identidad para inmigrante­s mexicanos que tampoco tienen documentos de su país de...
Fotos de Karen Warren / Houston Chronicle Un grupo de personas escucha a los panelistas que se presentaro­n durante un taller que ofreció en Houston la organizaci­ón ‘Be Foundation’, que promueve el cerecho a la identidad para inmigrante­s mexicanos que tampoco tienen documentos de su país de...
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Ciria Galindo Portilla (centro) es una ‘invisible’ que acudió al taller que ‘Be Foundation’ ofreció en Casa Hildago de Houston el lunes 19 de septiembre.

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