Vídeo: no hay mal que por bien no venga
Después de tantos años de injusticias en el fútbol, el miércoles fue un día histórico: por primera vez un árbitro tuvo la facultad de recurrir a ver una repetición por vídeo para tomar la decisión correcta.
Sí, parece increíble, pero algo que es tan común y moneda corriente en muchísimas disciplinas deportivas en todo el mundo recién ha sido aplicado al que es considerado el deporte rey. Quizás se trate del último bastión de los puristas de la pelota, que ante todo recuerdan que errar es humano y parte de la idiosincrasia del deporte.
Respeto su opinión, la de esos ‘puristas’, como la de todos, pero no puedo negar que siento una sensación de alivio, de saber que de ahora en más, si la FIFA finalmente lo permite en todos sus torneos, no habrá lugar para las injusticias.
¿Recuerdan la ‘Mano de Dios’ de Diego Maradona en el triunfo de Argentina sobre Inglaterra en el Mundial de México 86, o las derrotas de Italia y España ante Corea del Sur en el de 1992 en Asia?
Son apenas tres de miles de ejemplos que han alterado la definición de un partido, y hasta en las peores ocasiones han definido un campeonato o una clasificación.
Durante la victoria del Kashima Antlers sobre Atlético Nacional de Medellín (ver página 8), el árbitro húngaro Viktor Kassai dudó sobre una jugada en la cual Daigo Nishi cayó en el área visitante cuando iba a buscar el balón junto a varios jugadores más tras un centro por elevación. El juez de línea que cubría ese sector tampoco vio la jugada con claridad.
Kassai se acercó a una pequeña pantalla que portaba un asistente al costado del campo de juego, observó las repeticiones de TV y en casi tres minutos, nada más, tomó la decisión de sancionar el tiro penal para los locales tras una clara falta de Orlando Berrío.
Fue el primer gol de un partido que Kashima terminó ganando con holgura por 3-0. No fue un partido cualquiera. Fue el que le dio el pase a la final del Mundial de Clubes por primera vez en la historia a un equipo japonés.
Kashima definirá el título ante el ganador de Real Madrid-América, y el uso experimental del vídeo fue clave para que avanzara a la final. Al fin se hizo justicia.