PELOTEROS CRITICAN LAS NUEVAS REGLAS
BÉISBOL EI nuevo contrato colectivo prohíbe las novatadas
Huston Street cree en algunas de las tradiciones más arraigadas del béisbol. El relevista sabe que los actos que favorecen la integración de los equipos pueden ser beneficiosos y, por lo tanto, lamenta que el nuevo contrato colectivo prohíba ciertas novatadas.
El cerrador de los Dodgers de Los Ángeles afirma que impedir que los novatos sean obligados a vestirse de mujer o a usar disfraces que se consideren ofensivos, derivará en que se pierda “un ritual saludable”.
Otros peloteros se pronunciaron en contra de la prohibición impuesta por Grandes Ligas.
“Se ha ido un intento por mostrar nuestro espíritu infantil o por mostrar humildad al vestir algo divertido como una forma de reforzar los vínculos de un equipo”, escribió Street en un correo electrónico. “Pero estén seguros que algunos otros ritos surgirán, se mantendrán en secreto y seguramente serán tan seguros e inofensivos como el uso de ropas incómodas”.
Los dueños y peloteros de las mayores ratificaron su contrato por cinco años, con nuevas políticas contra las novatadas y el hostiga- miento, redactadas por la gerencia de los distintos clubes. El sindicato se abstuvo de impugnar las nuevas reglas.
Brandon Nimmo, jardinero novato de los Mets de Nueva York, figuró en el último grupo que participó en estos actos durante la temporada anterior. En septiembre, debió usar una peluca y un vestido inspirados en la película ‘A League of Their Own’, de 1992. Ataviado así, Nimmo debió servir café y llevar rosquillas a sus compañeros en Filadelfia.
“Supongo que me entristece ver la desaparición de esto. Me alegra haber participado en su último año. No lo cambiaría por nada”, dijo Nimmo durante la fiesta navideña del club en el Citi Field. “Siento que esto unía más al equipo. Hay que divertirse”.
Muchos jugadores retirados mostraron su indignación en las redes sociales.
“¡¡Vaya broma!!”, tuiteó Mark Mulder, quien fue lanzador en las mayores de 2000 a 2008.
Pero para los ejecutivos del béisbol, el asunto va más allá de una sana diversión.
Billy Bean, pelotero de cuadro y jardinero de 1987 a 1995, habló con abogados laborales de las Grandes Ligas mientras estudiaban las nuevas reglas. Bean reveló su orientación homosexual en 1999 y funge como vicepresidente de las mayores para la inclusión y la responsabilidad social.
“Para mí, es importante ser consciente de las imágenes que nuestros peloteros proyectan a los aficionados, y creo que, si bien para el sentido común de muchos esto es sólo diversión sana y boba, hay otras interpretaciones, y me pareció que hacíamos algo responsable”, comentó Bean. “A muchos jugadores no les gustaba esta tradición pero les daba miedo hablar”.
Aun así, varios peloteros se mostraron atónitos.
“Uno hace esto no porque alguien luzca diferente o porque venga de otro rincón del mundo. De hecho, uno hace esto por los motivos opuestos. Ese alguien es uno de nosotros, está aquí ahora, lo ha logrado, se lo ha ganado. Es un jugador de Grandes Ligas, y en las Grandes Ligas nos vestimos y cantamos tal como lo hicieron los que estuvieron antes que nosotros, los que ganaron el Cy Young o el Jugador Más Valioso”, dijo el ex lanzador Dallas Braden.
La decepción de otros fue evidente.
“Tuve que usar un disfraz de (camarera de) Hooters para pasar por la aduana en Toronto, y lo vestí con orgullo, porque era parte del espectáculo”, escribió en Twitter Kevin Youkilis, ex astro de Boston. “En el mundo hay temas y problemas más importantes que requieren nuestra atención”.