Goleada del PSG en la Liga de Campeones abre varios interrogantes sobre el futuro del Barcelona
BAJO LA LUPA Barcelona ha perdido parte de su mística
BAJO LA LUPA: dos golazos del argentino Ángel Di María, uno del uruguayo Edinson Cavani y otro del alemán Julian Draxler hundieron al Barcelona en su partido de ida de la serie ante el PSG, en Francia. El club catalán aún puede evitar la eliminación en España, pero la floja respuesta desde la dirección técnica pone en duda esa posibilidad.
Minutos después de que el Barcelona fuera humillado el martes por el PSG en el Parque de los Príncipes, Sergio Busquets encaró a la prensa.
El mediocampista reconoció la superioridad de un rival que se impuso 4-0, pero más importante aún fue que dejó en evidencia la ingenuidad táctica de su equipo.
Sin decir su nombre, Busquets criticó abiertamente a su técnico Luis Enrique, quien presentó un planteo completamente equivocado para arrancar de visitante la serie de octavos de final de la Liga de Campeones del fútbol europeo, que ahora se definirá en Barcelona.
Busquets fue superado por Matuidi en la lucha del mediocampo, pero además peleó muy lejos de Andrés Iniesta, en una posición en la cual no puede explotar al máximo sus virtudes. Y el DT tampoco tuvo respuesta táctica para sacar a su tridente de lujo ofensivo de la maraña defensiva que le planteó el PSG.
Neymar fue puro vértigo, Luis Suárez prácticamente no apareció y Lionel Messi fue la cara de la frustración.
Es difícil caerle a un equipo y a un DT que prácticamente lo han ganado todo, pero ambos tienen que entender que el PSG no es el Alavés (al cual venían de aplastar en la liga española). Ni que un partido de mitad de temporada de la liga sea lo mismo que una serie eliminatoria europea.
Los dos golazos de Ángel Di María, el de Edinson Cavani y el de Julian Draxler fueron fiel reflejo de la superioridad táctica del PSG, que arrinconó al Barsa con una presión alta frente a los intentos de los visitantes de salir jugando del fondo siempre con la pelota controlada.
No hay nada de malo en apostar a ese juego, al contrario, es plausible. Pero también a veces hay que recurrir al pragmatismo de acuerdo a como juega el rival. De lo contrario, cuando el Barsa cree que sólo depende se su pulido estilo de juego y de la innegable calidad de sus futbolistas, cae en la subestimación, y eso es muy peligroso.
¿Subestimó Luis Enrique al PSG? Puede ser. La realidad indica que será muy difícil revertir la serie en el Camp Nou, y de ahí en más sus días podrían estar contados hasta el final de la liga española.
Al menos su verdadera capacidad como DT es tema de discusión, más aún cuando tiene a su disposición a jugadores de la calidad técnica de Messi, Neymar, Suárez, Busquets o Iniesta. Él todavía tiene la última palabra.