Mexicanos deciden regresar a su país
Más de 10 mil mexicanos que viven en The Woodlands han impulsado el crecimiento de esta comunidad al norte de Houston, pero ahora el patrón migratorio se está invirtiendo y muchos están regresando a su país.
Rosendo Villarreal, presidente del capítulo de The Woodlands de la Asociación de Empresarios Mexicanos de Estados Unidos, señala que el impacto económico de la comunidad mexicana de The Woodlands va más allá de este suburbio al norte de Houston, ya que muchos residentes administran negocios, por ejemplo, en la misma ciudad u otras áreas de sus alrededores.
Él es socio y vicepresidente de Source Logistics, una empresa con presencia en cinco estados del país.
Pete García, director de la Cámara de Comercio México-Estados Unidos de The Woodlands, dijo también que los miembros de esa organización son propietarios de todo tipo de negocios, que van desde la construcción hasta los seguros.
Los restaurantes de alto nivel de The Woodlands disfrutan lo que algunas personas llaman “el cambio mexicano”: los clientes estadounidenses van y vienen temprano, dando paso luego a los clientes mexicanos, que llegan más tarde y se quedan por más tiempo, y a menudo son los últimos en irse.
En la zona de Hughes Landing, llena de restaurantes exclusivos, las personas que aparcan los vehículos dijeron que muchos clientes son mexicanos o “hispanohablantes con magníficos autos”.
Karl Stomberg, gerente de Crave Luxury Auto en The Woodlands, dijo que los mexicanos son “una parte muy significativa” de su base de clientes.
“A ellos les gustan los coches divertidos, elegantes y exóticos”, que se ven como buenas inversiones, como los diamantes, dijo. “No pueden conducir estos automóviles en México, porque allí no es seguro para ellos”.
The Woodlands se ha desarrollado también como un lugar para marcas de lujo como Ferrari y Tiffany.
García dijo que otras empresas, como los hospitales del Centro Médico de Texas que se han expandido al área, han invitado a la cámara a participar de reuniones para buscar maneras de servir mejor a la comunidad hispana.
Villarreal dice que el cambio es visible también en los aeropuertos y aeródromos de la zona.
“Conozco a personas que no tienen uno, sino dos aviones, y no es coincidencia que los aeropuertos cercanos como Conroe-North Houston y David Wayne Hooks (Memorial) se han expandido durante los últimos dos años”, dijo Villarreal. “Ambos aeropuertos han abierto recientemente oficinas de inmigración, por lo que los aviones no tienen que detenerse en la frontera para el despacho, ya que antes se veían obligados a hacerlo”.
Considere el impacto financiero de sólo una pareja, la de Perla Soto y David Medina, quienes han decidido regresar a México luego de vivir por unos siete años en The Woodlands (puedes ver la primera parte de la nota en nuestra página web).
Medina vendió 55 millones de dólares en bienes raíces durante cinco años, que terminaron en 2016, y ganó el Woodlands Realtors Award por su desempeño excepcional en 2014.
“Recibimos constantes visitas de familiares y amigos en México, y David les ha vendido a todos y a sus madres”, dijo Soto. Incluso les ha vendido también a los suegros de esos conocidos.
De un lado al otro
La comunidad mexicana de The Woodlands siempre ha tenido mucho movimiento, con mucha gente yendo y viniendo.
Pero Trump, dijo Jorge Cadena, “no está facilitando que yo pueda convencer a la gente de que venga a gastar su dinero aquí”.
Cadena y su esposa, Heidi Herfurth, obtuvieron el estatus EB-5 recientemente después de vivir en The Woodlands durante ocho años haciendo negocios transnacionales en el sector turístico con otras visas. Él también es el editor, y Herfurth la jefa de redacción, de Viva The Woodlands Magazine.
Las incertidumbres abundan. El presidente Trump ha prometido retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, por sus siglas en inglés) entre Estados Unidos, México y Canadá o renegociarlo, aumentar las barreras al comercio exterior y hasta sancionar a los productos mexicanos con altos aranceles.
Su administración está revisando los estatus migratorios, incluyendo visas de inversionistas, y los E-B5 están en el limbo. “¿Quién se sentiría cómodo trayendo su dinero a este entorno?”, preguntó Jaime Talancón, agente de seguros de The Woodlands.
Soto y otros dicen que el ambiente en The Woodlands ha cambiado desde la elección de Trump.
Alrededor de 15 residentes, incluido Soto, acudieron a las reuniones del ayuntamiento a principios de este año para expresar su preocupación por una oleada de conductas discriminatorias hacia las minorías. Ellos querían que la junta implementara programas que podrían fomentar la diversidad y la inclusión.
Mignon Mabry, una profesora de inglés como segunda lengua que está retirada, les dijo a los asistentes a una reunión que un estudiante de una familia colombiana le habían preguntado en la escuela “cuando pensaba que iba a ser deportada”.
Los estudiantes inmigrantes, dijo, reciben comentarios inapropiados como ese e insultos de manera habitual.
Juliana Fernández dijo durante una entrevista que recientemente estaba haciendo fila para pagar en la tienda que la cadena de supermercados H-E-B tiene en la zona de Market Street y le habló en español a su hijo de dos años cuando una mujer detrás suyo comenzó a quejarse en voz alta. La mujer le dijo al hombre que estaba junto a ella: “por eso necesitamos a Trump, para enviar a toda esta gente de vuelta”.
Del otro lado, Julie Charros-Betancour, la presidenta de la Cámara de Comercio MéxicoEstados Unidos de The Woodlands y nacida en este país, dijo que ella nunca se había sentido discriminada en The Woodlands.
Diversidad
Gordy Bunch, presidente de la Comisión Directiva de The Woodlands, el equivalente local de un alcalde, hizo una declaración oficial de compromiso con la diversidad en el ayuntamiento efectuado en marzo.
Bunch también encar- gó a Charros-Betancour y al grupo local Amiga, que integran mujeres mexicanas, a que lleven a cabo una encuesta para identificar las preocupaciones que pueden estar afectando a los residentes latinos de esta comunidad.
Bunch dijo que siente que la comunidad de The Woodlands apoya la diversidad.
Él es mexicano por parte de su madre, pero de piel clara, por lo que la gente no asume que tiene herencia hispana.
“Eso me permite aprender muy rápidamente cómo se siente la gente cuando no piensan que están tratando con alguien que es multirracial”, explicó.
Sin embargo, “esto es Texas, y esto es The Woodlands”, dijo Enrique Rosero, un científico que trabaja para la empresa petrolera Exxon Mobile.
En el condado de Montgomery, al que pertenece la mayor parte de The Woodlands, Trump ganó la elección presidencial con más del 72 por ciento de los votos.
Hay residentes de The Woodlandes que sienten que tener un presidente que ha ofendido repetidamente a los mexicanos, y a los inmigrantes en general, ha dado permiso de facto a algunas personas para actuar sobre sentimientos que previamente estaban suprimidos.
Soto dijo que ella y su esposo ya no se sienten bienvenidos, aunque todos los miembros de su familia se convirtieron en ciudadanos estadounidenses el año pasado, y no están tan preocupados por la seguridad en México.
Medina dijo que pensaba regresar pronto. Soto y los niños pensaban seguir hasta el final del año escolar.
Ya están embalando sus pertenencias para una mudanza y planean vender algunas de sus cinco propiedades antes de irse.