Joven venezolano, impedido de competir en Estados Unidos
CROSS-FIT Había clasificado para una competencia, pero le rechazaron la visa
Aunque Wilson Román mide sólo 1,62 metros y pesa 65 kilos, puede levantar 200 kilogramos.
El joven de 17 años, que se crió en una sección pobre de Maracaibo donde aún falta el agua corriente, superó a miles de competidores para convertirse en el primer venezolano en clasificar a una competición mundial de CrossFit, un programa de ejercicio intenso que ha crecido inmensamente desde su creación en 2001.
“Siempre soñé con eso desde que comencé a hacer CrossFit”, dijo Wilson al recordar cómo una organización benéfica le patrocinó hace cuatro años cuando pensaba abandonar el colegio secundario. “Siempre fue mi meta. Es lo mejor que me ha pasado”.
Ganar el primer lugar para su categoría en Latinoamérica no fue algo pequeño. Pero el obstáculo más grande para su participación a principios de mes en Wisconsin no tenía nada que ver con el deporte: fue conseguir una visa para visitar Estados Unidos. Un funcionario consular rechazó su primera solicitud en junio.
El Departamento de Estado dijo que los venezolanos no están afectados por los esfuerzos del presidente Donald Trump para restringir a visitantes de algunos países. Más bien el problema se debe a la crisis que vive esa nación, que podría aumentar la posibilidad de que los visitantes excedan los términos de su visa.
La economía venezolana ha caído en picada desde 2013, tras la muerte del entonces presidente Hugo Chávez después de 14 años en el poder. La moneda se derrumbó y, según la Universidad Johns Hopkins, la tasa de inflación en 2015 subió hasta 800 por ciento.
Alimentos básicos ahora son escasos en una nación que por décadas fue de las más ricas en América del Sur y que cuenta con los reservas probadas de crudo mas grandes del mundo.
La crisis doméstica ha provocado un aumento de la comunidad venezolana en el área de Houston. La mayoría de los 11.000 venezolanos en esta región viven en el área de Katy, el suburbio que se ganó el apodo ‘Katyzuela’.
Antes de 2010, los inmigrantes venezolanos venían a trabajar en compañías de energía o en educación, según María Manrique de Henning, quien maneja una organización benéfica que manda suministros humanitarios a su patria. Ahora los inmigrantes llegan para pedir asilo político.
Las condiciones en Venezuela se han empeorado tanto que un entrenador de Román dijo que el desafío mas grande de su preparación es conseguirle comida suficiente.
“A veces no puede comer debido a la situación”, dijo doctor Daniel Contreras, un cirujano ortopédico que también es dueño de un gimnasio de CrossFit en Maracaibo.
Por Skype, Contreras recordó cuando Román participó en CrossFit por primera vez, en 2013. Aceptó una invitación de un grupo llamado Fundación Futuro, y el joven aprendió con rapidez rutinas que normalmente requieren seis meses de práctica, dijo el cirujano.
Román también se entrena con un especialista de Houston, Connor Martin, quien conectó con el joven a través de un colega que había trabajado en el gimnasio de Contreras.
Martin entrena al joven por Skype, con la ayuda de un intérprete. Destacó que tiene una gran fortaleza mental y que su rendimiento es cada vez mejor.
“Wilson es increíble”, dijo Martin. “Es uno de los mejores 20 adolescentes en el mundo (en CrossFit). Es muy bueno. Físicamente es un poco flaco, pero también tiene gran éxito como levantador de pesas”.
Martin y Contreras ayudaron para que Román pueda conseguir un boleto de avión para viajar a Caracas, donde la embajada estadounidense recibe las solicitudes de visas. Román pidió una combinada de negocios y turismo. Tuvo una entrevista con un oficial consular alrededor y una hora después recibió el rechazo.
Tal vez el funcionario pensaba que el joven, que procede de una comunidad pobre de pescadores, excedería la visa o pediría asilo. En años recientes las peticiones de venezolanos para asilo han mostrado un aumento significativo, según estadísticas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés). De 3.810 en el año fiscal 2015, subió a 10.221 al año siguiente.
Hacia finales de 2016, Venezuela superó a los países que tradicionalmente lideraban esa lista de solicitudes: China y México. Sólo en diciembre, más de 2.300 venezolanos pidieron asilo, uno en cada cinco de todos solicitantes.
William Cocks, portavoz del Departamento de Estado, dijo que el objetivo del programa de visas es excluir a visitantes que tal vez no saldrían del país como requiere la visa.
Cocks dijo que el escrutinio no es algo nuevo bajo la administración Trump, sino que es un viejo requisito de las leyes federales. Lo que ha cambiado, dijo, es la situación doméstica en Venezuela, la cual aumenta la probabilidad que un visitante exceda la visa.
No obstante, Román y sus entrenadores dijeron que él sólo quería participar en la competición, visitar a un famoso entrenador de Crossfit y ver a Martin en Houston.
“Él no tenía planes para quedarse aquí”, dijo Martin. “Sólo quería tener la oportunidad de competir. Para él, no haber recibido esa oportunidad es una verdadera verguenza”.
El joven entregó una nueva solicitud en julio, pero la embajada nunca le dio una cita para la entrevista, según Martin. Los juegos tuvieron lugar en la primera semana de agosto en Wisconsin, sin el único competidor venezolano que había clasificado.