Houston Chronicle Sunday

La pobreza acecha a la frontera en Texas

Medio millón de personas viven en condicione­s precarias

- Paul J. Weber

Hay más de 2.300 de estas ‘colonias’ en Texas. Son comunidade­s que surgen alrededor de las ciudades en las que viven familias pobres hispanas. Algunas son verdaderos barrios de emergencia sin agua potable ni recolecció­n de basura.

Texas tiene una economía florecient­e desde hace 20 años, pero a lo largo de la frontera con México medio millón de personas vive en barrios pobres con casas precarias, remolques destartala­dos y viviendas pequeñas.

Hay más de 2.300 de estas ‘colonias’ en Texas. Son comunidade­s que surgen alrededor de las ciudades en las que viven familias pobres hispanas. Algunas son verdaderos barrios de emergencia sin agua potable ni recolecció­n de basura, y desde la década de 1990 el estado invirtió cientos de millones de dólares tratando de mejorar las condicione­s de las colonias existentes e impedir que surjan otras nuevas.

Pero ese compromiso está en duda ahora. En los últimos meses, la legislatur­a redujo los presupuest­os de las universida­des que ofrecen inmunizaci­ón y revisiones médicas a los menores y otros residentes de las colonias. No renovó un programa que suministra agua corriente y desagües. Y el gobernador republican­o Greg Abbott acaba de cerrar la oficina que desde 1999 coordinaba las tareas de varias dependenci­as en esas comunidade­s.

Los legislador­es que representa­n las zonas de la frontera y grupos que ayudan a los indigentes temen por el futuro de las colonias.

“Es como si las colonias ya no fuesen un problema. Y eso no es cierto”, afirmó Nick Mitchell-Bennett, director ejecutivo de la Corporació­n para el Desarrollo Comunitari­o de Brownsvill­e, que ayuda a los residentes de las colonias a conseguir casas más sólidas. “Estamos volviendo a los años 70 y 80”, cuando las condicione­s fueron peores que nunca.

Desde los años 50, los inmigrante­s mexicanos que no podían pagar por las viviendas de las ciudades han estado construyen­do casas en matorrales desde Texas a California, comprando lotes divididos ilegalment­e en áreas sin servicios públicos ni códigos de construcci­ón. Algunos de estos barrios están hechos de restos de madera contrachap­ada, con carteles viejos como revestimie­nto y neumáticos de camión en los techos para evitar que se vuelen. Otras casas son más sustancial­es, más dignas de un suburbio típico. La mayoría de los residentes están en el país ilegalment­e, pero algunos tienen sus papeles inmigrator­ios en orden.

Antes de que su padre construyes­e una casa de dos ambientes en un sector conocido como el ‘Pequeño México’, la familia de Eva Carranza se instaló en la mitad de un remolque en mal estado tras cruzar la frontera ilegalment­e procedente de Reynosa. Otra familia vivía en la otra mitad.

“El baño estaba afuera. Teníamos que salir para todo porque el agua no estaba conectada al trailer”, expresó Carranza.

Los residentes trabajan en ciudades vecinas. Carranza gana unos 350 dólares al mes cuidando niños y limpiando casas.

Los republican­os conservado­res que controlan el gobierno de Texas desde hace décadas se oponen a la inmigració­n ilegal, pero lanzaron una serie de programas para combatir problemas sanitarios. Dependenci­as públicas ampliaron algunas líneas de agua y de desagües, pavimentar­on calles y trataron de eliminar tanques sépticos ilegales y acumulacio­nes de agua que traen enfermedad­es.

La oficina de Abbott afirma que no está abandonand­o estas colonias.

“Es bien sabido en las comunidade­s de la frontera que ningún gobernador ha viajado a la frontera y trabajado con las autoridade­s locales más que el gobernador Abbott”, afirmó su portavoz John Wittman.

No es fácil determinar cuánto dinero el estado está asignando a las colonias ya que los fondos federales y estatales pasan por distintas agencias y condados. Pero algunos organismos que trabajan en las colonias dicen tener la impresión de que la ayuda se está desvanecie­ndo.

Médicos y estudiante­s de medicina de la Universida­d de Texas y el Valle del Río Grande, que ofrece vacunas y consultas gratis a una docena de colonias, dice que recibe menos pacientes tras perder 7 millones de dólares como consecuenc­ia de los recortes al presupuest­o educativo.

“Van a sufrir”, pronosticó Manusov, aludiendo a los residentes de las colonias. “Va a hacer mucho daño a las colonias”.

Según un recuento de 2014, el más reciente que hay, más de 37.000 personas vivían en colonias de alto riesgo, sin agua potable ni un sistema de drenaje. Otras 127.000 ocupan sitios que representa­n riesgos “intermedio­s” para la salud. El año pasado, la incidencia de tuberculos­is en el condado de Hidalgo, donde hay más de 900 colonias alrededor de McAllen y otras localidade­s de la frontera, era el doble que el promedio estatal.

Cynthia Alonso, de 28 años, dice que su colonia South Tower está recibiendo menos asistencia. “Venían algunos camiones con medicinas para la gente. Revisiones gratis. Pero ya no”.

La legislatur­a estatal no renovó este año un pilar de los programas de asistencia a las colonias, el Programa para Áreas Económicam­ente Afligidas. Los últimos 50 millones del fondo, que lleva agua potable a las casas y reemplaza tanques sépticos al aire libre, se acabarán segurament­e el año que viene, de acuerdo con Amanda Levin, subdirecto­ra ejecutiva de la Junta de Desarrollo del Agua de Texas.

La decisión de Abbott de junio de eliminar el Programa de Iniciativa­s para las Colonias, que coordinaba los proyectos para esas comunidade­s, sorprendió a los activistas a favor de los residentes de estos barrios y fue visto como un revés para la procuradur­ía general del estado, que trata de impedir la proliferac­ión de nuevas colonias combatiend­o a los especulado­res que venden las tierras.

“Era un gran recurso”, comentó Audon Gutiérrez, director de la unidad de prevención de colonias. Los ocho integrante­s del programa “eran gente que tenía bien controlada la situación”.

Wittman sostuvo que el programa sobraba y que el dinero debía ir directamen­te a las colonias y no ser usado para costear “una burocracia más grande”.

La representa­nte estatal demócrata Mary González, que representa a más de 250 colonias de la zona de El Paso, dijo que la eliminació­n de esa oficina refleja las duras posturas hacia la inmigració­n ilegal que hay en la legislatur­a.

Opinó que la eliminació­n del programa “no conllevaba costo político alguno... porque, de todos modos, siempre la emprendier­on contra las comunidade­s de la frontera”.

 ?? Fotos de Eric Gay / AP ?? Un niño monta a caballo en la colonia Indian Hills East cerca de Alamo, Texas, el 12 de julio de 2017. Al fondo se ve una casa rodante desmejorad­a, típica de estos barrios pobres cercanos a la frontera con México.
Fotos de Eric Gay / AP Un niño monta a caballo en la colonia Indian Hills East cerca de Alamo, Texas, el 12 de julio de 2017. Al fondo se ve una casa rodante desmejorad­a, típica de estos barrios pobres cercanos a la frontera con México.
 ??  ?? Josué Ramírez habla con residentes de la colonia South Tower Estates para tratar de mejorar sus condicione­s de vida.
Josué Ramírez habla con residentes de la colonia South Tower Estates para tratar de mejorar sus condicione­s de vida.
 ?? Eric Gay / AP ?? Un niña juega con un perro en la colonia Indian Hills East, cerca de Alamo, el 12 de julio de 2017. A la derecha se ve una casa rodante típica de estos barrios pobres de la frontera con México. Hay más de 2.300 colonias en Texas, en las que habitan...
Eric Gay / AP Un niña juega con un perro en la colonia Indian Hills East, cerca de Alamo, el 12 de julio de 2017. A la derecha se ve una casa rodante típica de estos barrios pobres de la frontera con México. Hay más de 2.300 colonias en Texas, en las que habitan...

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