Houston Chronicle Sunday

Terremoto dejó casi cien muertos en el sur del país

El sismo de 8,1 grados de magnitud afectó a los estados de Oaxaca y Chiapas

- Christophe­r Sherman AP

La cifra de muertos a causa del terremoto de magnitud 8,1 que sacudió a México aumentó esta semana a 96, después de que se confirmara­n más víctimas en los estados sureños de Oaxaca y Chiapas, mientras que los residentes trabajan para reparar los daños en sus casas y negocios.

La Secretaría de Relaciones Exteriores dijo que 95 personas murieron en diversos estados del país por el sismo del jueves. El director del sistema de protección civil en Chiapas, Luis Manuel García Moreno, dijo posteriorm­ente que las muertes en ese estado subieron de 15 a 16.

El gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, dijo en un comunicado que el saldo en ese estado había subido a 76 muertos. Las autoridade­s han reportado cuatro muertos en el estado de Tabasco, en la costa del Golfo.

Mientras se realizaban los funerales para algunas de las víctimas del desastre, equipos de soldados y policías federales recorrían barrios para demoler con palas y mazos los edificios dañados en la localidad de Juchitán, en el sudeste de Oaxaca, que resultó el lugar más afectado por el terremoto.

Voluntario­s, muchos de ellos jóvenes de grupos religiosos o comunitari­os de localidade­s aledañas que no registraro­n tantos daños, ayudaban a distribuir agua y ropa, además de hacer alguna otra labor.

En una escuela técnica convertida en refugio, cientos de personas duermen en las aulas o en colchoneta­s colocadas bajo los árboles desde que ocurrió el terremoto.

Todos mencionaro­n el temor a las réplicas como la razón por la que permanecen en el lugar, incluyendo a aquellos cuyas viviendas permanecen de pie. Pero Juchitán despertó el lunes después de su primera noche sin una réplica, y eso fue suficiente para que algunos de ellos contemplar­an la idea de volver a casa.

El ejército les sirvió de desayunar huevos y frijoles antes de que muchos de ellos se dispusiera­n a trabajar en la reparación de sus casas o asegurándo­se de que nadie robara sus pertenenci­as.

Momentos más tarde, se sintió una nueva sacudida.

El día anterior en Ixtaltepec, una localidad ubicada a unos 20 minutos por carretera al norte de Juchitán, los residentes maniobraba­n maquinaria pesada para despejar escombros, mientras que otros hacían lo que podían con barretas y sogas.

La casa de Benito Chinas, al igual que la pequeña tienda que manejaba en la parte frontal, quedaron demolidas por el terremoto, y su hija viajó desde su casa en Veracruz para ayudar. Debajo de una lona, organizó las pocas pertenenci­as de su padre - unas cuantas botellas de aceite para cocinar.

“Ya acabé lo que trabajé tanto tiempo”, dijo Chinas, de 83 años. “Ya no tengo ni fuerzas y a mi edad ¿cómo me voy a levantar de nuevo?”.

La cancillerí­a agregó que el sismo y el huracán Katia, que azotó el viernes el estado de Veracruz, en el Golfo de México, han obligado al país a retirar su oferta de ayuda a Houston, que hace unas semanas recibió el impacto del huracán Harvey. Al menos dos muertes fueron atribuidas a Katia.

Estados Unidos le había agradecido a México el ofrecimien­to y dijo que solamente necesitaba ayuda logística. La Cruz Roja Mexicana dijo que 33 de sus voluntario­s estaban ayudando en las tareas de socorro en Houston.

 ?? Ronaldo Schemidt / AFP/Getty Images ?? Los miembros de una familia lloran mientras acompañan al cementerio los restos de una de las víctimas del terremoto en Juchitán, en el estado sureño de Oaxaca, en México, el domingo 10 de septiembre de 2017.
Ronaldo Schemidt / AFP/Getty Images Los miembros de una familia lloran mientras acompañan al cementerio los restos de una de las víctimas del terremoto en Juchitán, en el estado sureño de Oaxaca, en México, el domingo 10 de septiembre de 2017.

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