Houston Chronicle Sunday

Celebran récord de cuadrangul­ares

BÉISBOL El promedio tuvo en 2014 su nivel más bajo desde 1992, y empezó a subir desde 2015

- Ronald Blum AP

Giancarlo Stanton la castiga, Aaron Judge la revienta, y todos esos descomunal­es batazos han ayudado a Grandes Ligas a lograr algo que parecía inevitable.

Casi dos décadas después del apogeo de una época conocida como ‘La era de los esteroides’, el béisbol rompió el martes su propio récord de jonrones en una temporada —y no sólo se contenta con rebasar la vieja marca, sino hacerla pedazos como una de esas pelotas que terminan en los niveles más altos de las tribunas y que se han convertido en algo habitual este año.

Se pueden plantear muchas razones. ¿Cambios en las pelotas? ¿El renacer de Stanton? ¿El inicio sensaciona­l en las carreras de Judge y Cody Bellinger?

“No creo que vayamos a tener una sola explicació­n sobre por qué hemos visto tantos”, dijo el comisionad­o de Grandes Ligas, Rob Manfred. “Pero los beisbolist­as son más grandes y fuertes. Juegan un poco distinto, en términos de la manera en que abanican. Los pitchers lanzan más fuerte. En lo que sí estoy tranquilo es con respecto a la pelota, pues de acuerdo con nuestras pruebas, no hay nada distinto en su confección”.

“El juego ha cambiado”, dijo, por su parte, Joe Girardi, el manager de los Yanquis de Nueva York. “En comparació­n cuando yo comencé en esto, ahora se roban menos bases, se toca menos y se intenta menos el bateo y corrido. Ya no regalas los outs, dejas que los bateadores hagan swing”.

Alex Gordon se encargó de romper el récord, con doce días pendientes en la temporada regular, al disparar el 5.694 vuelacerca­s de 2017 la noche del martes.

El jardinero de los Reales de Kansas City conectó el cuadrangul­ar ante Ryan Tepera, de Toronto, y elevó el total sobre los 5.693 que se dispararon en 2000.

El cañonazo, que produjo la última carrera en la derrota de los Reales 5-2, fue el octavo de la temporada y el 159 para Gordon en sus once años de trayectori­a en Grandes Ligas.

“Participar en algo así es grandioso”, dijo Gordon. “No conecté muchos este año, pero supongo que hice contar este”.

Gordon dijo que escuchó sobre el récord en la televisión de los camerinos, después de que Darwin Barney, de Toronto, pegara un cuadrangul­ar en el sexto inning.

“Estaba más o menos al tanto de que estábamos cerca”, reconoció. “Después de salir de regreso a la caseta, se me olvidó un poco”.

Con la pelota que disparó por encima de la cerca del jardín derecho en su mano, Gordon dijo que no planea quedarse con el histórico recuerdo ni algún otro objeto del partido.

“La daré a Cooperstow­n”, dijo.

El total del año pasado fue de 5.610 el año pasado, un promedio de 2,31 por juego. El promedio esta temporada, al iniciar la jornada del martes, era de 2,53 para una proyección de 6.139. Eso representa­ría un incremento de 47 por ciento con respecto a los 4.186 en 2014.

“No sé qué pensar al respecto”, dijo el manager de los Reales, Ned Yost. “Los muchachos son más grandes, son más fuertes, pero también los pitchers. Pero sin duda se han conectado muchos cuadrangul­ares”.

El manager de los Azulejos, John Gibbons ha visto un incremento en el número de jonrones, pero no tiene una explicació­n al respecto.

“Realmente la pelota está volando”, declaró.

Cuando el récord previo de 5.693 fue establecid­o en 2000, el dominicano Sammy Sosa lideró las mayores con 50 jonrones y Barry Bonds tuvo 49.

Stanton, de los Marlins de Miami, lidera este año con 55, seguido por el novato Judge, de los Yanquis, con 44.

George Springer , por su parte, lidera a los Astros en ese departamen­to con 32, seguido por los venezolano­s José Altuve (24) y Marwin González (22) y el puertorriq­ueño Carlos Correa (21) (al cierre de esta edición).

A la par de los inmensos batazos están los ponches, que fijarán un récord por décimo año seguido. El acumulado era de 36.964 hasta el domingo, un promedio de 8,25 por juegos que debe llegar a 40.099 al final de la campaña.

“El enfoque es batear jonrones y tolerar los ponches”, dijo Reggie Jackson, otro miembro del Salón de la Fama. “No me gustan para nada los ponches y yo era el rey de los ponches”.

Jackson fijó un récord con 2.597 ponches en su carrera, incluyendo una cifra tope de 171 en 1968. Seis jugadores han superado los 171 este año, con Judge de líder con 197. El toletero de los Yanquis podría eclipsar el récord de Mark Reynolds para una temporada, los 223 que recibió en 2009.

“Te dejarían en la banca”, comentó Jackson. “Pero no creo que puedes dejar sentado a alguien con 90 impulsadas y 40 jonrones. Ese es el caso de Judge. No puedes sentar alguien así”.

Las autoridade­s están preocupada­s por el ritmo lento de los juegos y también se han alarmado por el auge de los ponches. El total de este año superará los 38.982 de la pasada temporada, un incremento de casi 8.000 con respecto a los 32.189 en 2007. El alza de los ponches coincide con un incremento de la velocidad de las rectas; las de cuatro costuras han promediado las 93.2 mph este año, un aumento con respecto a las 91.9 mph en 2008, según datos de las Grandes Ligas.

 ?? Karen Warren / Houston Chronicle ?? George Springer (4) arroja el bate tras conectar un jonrón por los Astros en el Minute Maid Park. Acumula 32 esta temporada, seguido por José Altuve, con 24.
Karen Warren / Houston Chronicle George Springer (4) arroja el bate tras conectar un jonrón por los Astros en el Minute Maid Park. Acumula 32 esta temporada, seguido por José Altuve, con 24.

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