Deporte y política, otra vez van de la mano
‘Mes que un club’ sentenció en catalán Narcís de Carreras para dar origen al lema del Barcelona. Y Carreras, abogado que presidió al Barça entre 1968 y 1969, estaba en lo cierto, como volvió a quedar demostrado esta semana.
En plena jornada del referendo por la independencia de Cataluña, declarado ilegal por el gobierno español, el Barcelona de Lionel Messi, considerado ampliamente como el mejor equipo de la última década, decidió jugar su partido del domingo frente a Las Palmas a puertas cerradas en el Camp Nou. El actual presidente del club, Josep María Bartomeu, no quiso exponerse a una sanción que pusiera en riesgo el liderazgo de su equipo en la liga.
Goleó 3-0 con dos goles de Messi y se afirmó al frente de la tabla. Pero el resultado es anecdótico frente al contexto en el cual se jugó el partido. Las Palmas agregó a su camiseta una bandera española junto al escudo del club. Poco después, en un imponente estadio Santiago Bernabéu que hizo flamear orgulloso la bandera nacional, los seguidores del Real Madrid expresaron su rechazo a la independencia catalana en su partido frente al otro equipo de Barcelona, el Espanyol.
El más expresivo de los jugadores del Barça ha sido Gerard Piqué, conmovido hasta las lágrimas por la violenta represión de la Guardia Civil contra gente indefensa en las calles durante el referendo.
El defensor se sumó el lunes a la selección española que define esta semana (al cierre de esta edición) su clasificación al Mundial de Rusia, y fue insultado por opositores a la independencia.
Sus compañeros y el técnico Julen Lopetegui, vasco, salieron en defensa de Piqué, y el zaguero catalán dio la cara en una conferencia de prensa, donde hizo una comparación de la situación política con un supuesto conflicto entre un padre y un hijo mayor de edad.
“El gobierno (español) tiene dos opciones: sentarse y dialogar, como haría un padre, o que el hijo se te vaya”, aseguró.
En 1975, cuando murió el dictador Francisco Franco y seis años después de la presidencia de Carreras, el Barça por fin pudo ondear en el Camp Nou la Estelada, la bandera de Cataluña. Ahí ya había quedado claro que se trataba de mucho más que un club.