Houston Chronicle Sunday

DE LUTO, POR OTRA TRAGEDIA CON ARMAS

SUTHERLAND SPRINGS Un hombre de 26 años que fue dado de baja en la Fuerza Aérea mató a 26 personas e hirió a 20

- Jim Vertuno AP

Un hombre de 26 años, con historial de problemas mentales y que fue dado de baja por la Fuerza Aérea, abrió fuego contra feligreses dentro de un templo bautista en una pequeña comunidad del sur de Texas, donde mató a 26 personas e hirió a 20. Las edades de las víctimas van de los 5 a los 72 años.

Un hombre armado con un fusil de asalto abrió fuego contra gente indefensa dentro de un templo bautista en una pequeña comunidad del sur de Texas, donde mató el domingo a 26 personas e hirió a 20. Las edades de las víctimas fatales van de los 5 a los 72 años.

Una vez que comenzó la balacera en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs prácticame­nte los feligreses “no tuvieron” forma de escapar, dijo Joe D. Tackitt Jr., jefe de policía en el condado Wilson.

“El atacante simplement­e caminó por el pasillo central, se dio vuelta y entiendo que iba disparando mientras iba de salida”, dijo Tackitt, quien comentó que la escena fue “terrible”. “Es increíble ver a niños, hombres y mujeres, ahí tenidos. Gente indefensa”.

El lunes, el jefe policial dijo que los familiares de la ex esposa del agresor acudían a los servicios en la iglesia “de vez en cuando”, pero el domingo no estuvieron allí.

Las autoridade­s no revelaron el nombre del agresor durante una conferenci­a de prensa del domingo, pero luego funcionari­os lo identifica­ron como Devin Kelley.

Un funcionari­o federal reveló que Kelley vivía en un suburbio de San Antonio y que no parecía estar vinculado a grupos terrorista­s. Agregó que los investigad­ores revisan las publicacio­nes de Kelley en las redes sociales días antes del ataque, incluso una que mostraba un fusil semiautomá­tico.

Una vocera de la Fuerza Aérea dijo que Kelley fue dado de baja del servicio por mala conducta, ante acusacione­s de que agredió a su esposa e hijo y fue sentenciad­o a 12 meses de cárcel tras un juicio militar en 2012. Kelley prestó servicio en el área de Preparació­n Logística en la Base Holloman de la Fuerza Aérea en Nuevo México desde 2010 hasta su licencia, dijo la vocera de la fuerza, Ann Stefanek.

“No sabemos lo que estaba pensando (Kelley) o lo que tenía en mente”, dijo Freeman Martin, director regional del Departa- mento de Seguridad Pública de Texas. “Había un conflicto. Él estaba molesto con su suegra”.

El presidente Donald Trump (quien al cierre de esta edición se encontraba de gira por Asia), lamentó el incidente y lo calificó como un “problema de salud mental al más alto nivel”. Aseguró que el agresor “era un hombre sumamente desquiciad­o”.

También dijo que fue “un acto de maldad (...) en un sagrado templo religioso”. Prometió la asistencia del gobierno federal y dijo que en momentos de luto “los estadounid­enses haremos lo que mejor hacemos: nos unimos, nos damos las manos, nos juntamos de brazos y a pesar de las lágrimas y la tristeza, seguiremos erguidos”.

El presidente ignoró las preguntas de periodista­s sobre la necesidad de imponer mejores restriccio­nes a la tenencia de armas.

En conferenci­a de prensa, el agresor fue descrito como un hombre de raza blanca de 26 años que llegó totalmente vestido de negro, con uniforme militar táctico y un chaleco antibalas, a una gasolinera frente al templo, alrededor de las 11:20 de la mañana.

El hombre estacionó su vehículo en la gasolinera antes de cruzar la calle, para luego empezar a disparar un fusil Ruger AR hacia el inmueble y siguió disparando tras ingresar al recinto, señaló Freeman Martin, el director regional del Departamen­to de Seguridad Pública de Texas.

Cuando abandonaba el lugar, el agresor fue confrontad­o por un civil armado, quien lo persiguió. Poco tiempo después, el sospechoso fue encontrado muerto en los límites del condado dentro de su vehículo, en cuyo interior había varias armas.

Martin añadió que los investigad­ores no están listos para discutir un posible móvil del ataque, pero informó que 23 de las víctimas fueron encontrada­s dentro de la iglesia, dos más en el exterior y una persona falleció después de ser trasladada al hospital.

Durante la rueda de prensa, el gobernador Greg Abbott dijo que el ataque es el peor en la historia de Texas.

“No hay palabras para describir la maldad pura que atestiguam­os hoy en Sutherland Springs”, manifestó Abbott. “Sentimos un gran pesar ante la angustia en este pequeño pueblo, pero en épocas de tragedia, surge lo mejor de Texas”.

Después del tiroteo, agentes federales se dirigieron a la pequeña Sutherland Springs, ubicada a unos 48 kilómetros (30 millas) al sureste de San Antonio a fin de ofrecer ayuda.

Entre los fallecidos se encuentra Annabelle Pomeroy, la hija de 14 años del pastor Frank Pomeroy. Él y su esposa no estaban en la iglesia en ese momento.

Los heridos fueron trasladado­s a hospitales. Un video de la televisora KSAT mostró al personal de emergencia cargando una camilla afuera de la iglesia y a la espera de un helicópter­o. Ocho de las víctimas fueron trasladada­s vía aérea hacia el Centro Médico Brooke Army, informó el hospital militar.

Megan Posey, portavoz del Centro Médico Connally Memorial, informó que “múltiples” víctimas recibieron atención por heridas de bala. Aunque se negó a proporcion­ar una cifra en específico, declaró que eran menos de una decena.

Alena Berlanga, una residente de Floresvill­e que seguía la situación a través de un escáner de las frecuencia­s de la policía y en grupos comunitari­os de Facebook, dijo que todos se conocen en el pueblo, que tiene apenas unos cuantos cientos de residentes.

“Esto es horrendo para nuestra pequeña y unida ciudad”, dijo Berlanga. “Todos resultarán afectados y todos conocen a alguien que fue afectado”, subrayó.

 ?? Jay Janner / Austin American-Statesman vía AP ?? Feligreses participan de una vigilia frente a la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs en la noche del domingo 5 de noviembre de 2017, para rezar por las víctimas de la matanza en esa pequeña localidad de Texas.
Jay Janner / Austin American-Statesman vía AP Feligreses participan de una vigilia frente a la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs en la noche del domingo 5 de noviembre de 2017, para rezar por las víctimas de la matanza en esa pequeña localidad de Texas.
 ?? Edward A. Ornelas / The San Antonio Express-News via AP ?? Investigad­ores conversan frente a la escena del crimen en Sutherland Springs, Texas.
Edward A. Ornelas / The San Antonio Express-News via AP Investigad­ores conversan frente a la escena del crimen en Sutherland Springs, Texas.
 ?? Laura Skelding / AP ?? Mona Rodríguez (izq.), Jayanthony Hernández, de 12 años, y Juanita Rodríguez, en una vigilia para rezar por las víctimas del ataque en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs.
Laura Skelding / AP Mona Rodríguez (izq.), Jayanthony Hernández, de 12 años, y Juanita Rodríguez, en una vigilia para rezar por las víctimas del ataque en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs.

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