La MLS continúa con su plan para crecer
Desde que el abogado Alan Rothenberg finalmente cumplió con un compromiso que había asumido ante la FIFA y puso en funcionamiento una liga profesional de fútbol en Estados Unidos en 1996, la Major League Soccer (MLS) ha sido víctima de su propia metamorfosis.
Cuando la FIFA escogió a Estados Unidos para albergar la Copa del Mundo de 1994, una de las condiciones para darle la sede fue que este país volviera a contar con una liga profesional, luego de previos intentos fallidos.
Ese Mundial, ganado por Brasil, fue el de mayor éxito comercial de la historia pese a que EE.UU. no contaba con una liga profesional. Finalmente, con años de retraso, la MLS arrancó con diez equipos y así se mantuvo (a excepción de un período con 12 de 1998 a 2001) hasta 2004.
De ahí en más no ha parado de crecer: volvió a contar con 12 en 2005 y 2006 y fue sumando un equipo más por temporada hasta 2011 para llegar a 18. Contó con 19 en los tres años siguientes, subió a 20 en 2015 y 2016 y finalmente llegó al número actual de 22 en esta temporada con los ingresos de Atlanta y Minnesota.
Para el año que viene está previsto el desembarco del nuevo equipo de Los Ángeles (ciudad que volverá así a contar con dos franquicias tras el fallido negocio de Chivas USA). Miami, próximo en fila y que también viene de un experimento frustrado con el Fusion, aún sigue debatiendo su futuro y aún hay rumores de la posible mudanza del Crew (que este miércoles, al cierre de esta edición, definía su pase a la final frente a Toronto) de Columbus, Ohio, a Austin.
La idea de la liga es llegar gradualmente a un máximo de 28 equipos, y por ese motivo anunció el miércoles que Cincinnati, Detroit, Nashville y Sacramento fueron escogidas como finalistas para decidir a las dos próximas franquicias de expansión. En una reunión prevista para este miércoles en Nueva York, representantes de esas candidatas deberán presentar sus proyectos ante el comisionado de la MLS, Don Garber, y el comité de expansión de la liga.
La decisión fue otro revés para San Antonio, que, sin suerte, ha tratado de sumarse desde que expresó esos deseos en 2011.