Houston Chronicle Sunday

‘MELO’ LLEGA AUN ARREGLO CON LOS ROCKETS

- GERMÁN FERNÁNDEZ-MOORES g f.moores@chron.com

Finalmente, y tal como se esperaba, Carmelo Anthony terminó de arreglar su situación como agente libre y concretó el acuerdo que lo vincula a la franquicia de Houston desde la próxima temporada.

La llegada de Carmelo Anthony a Houston abre un enorme signo de interrogac­ión de cara a la próxima campaña de los Rockets en la NBA.

Anthony, quien como se esperaba firmó a principios de semana el contrato que lo liga a la franquicia de Houston por una temporada, a cambio de 2,4 millones de dólares, ha sido uno de los jugadores más brillantes de la liga en la última década, aunque viene de cumplir su peor campaña durante su paso por Oklahoma. Luego de ese fracaso, el Thunder lo incluyó en un canje con Atlanta y los Hawks decidieron liberarlo y así el experiment­ado basquetbol­ista de 34 años se convirtió en agente libre para firmar con los Rockets.

Se trata de una gran apuesta del gerente general de la franquicia de Houston, Daryl Morey. No sólo por la edad de Anthony, quien jugará su 16ta temporada en la NBA, sino también por la caracterís­tica de su estilo, en el que muchas veces acapara la posesión de la pelota sin apego al juego colectivo.

Esa será la clave de su éxito o no en Houston. ¿Se adaptará a compartir la pelota y ceder protagonis­mo ante los roles de liderazgo que ya imponen James Harden y Chris Paul?

También es cierto que a pesar de la indiscutid­a calidad de Harden, el Jugador Más Valioso la temporada pasada, y la dirección del experiment­ado Paul desde la base tampoco le alcanzó a los Rockets para ganar un título que se les niega desde que lo obtuvo por última vez en 1995.

En la final de la Conferenci­a del Oeste este año estuvieron cerca de algo que a priori parecía imposible: eliminar a los Warriors de Golden State. Pero no pudieron contar con Paul en la definición y fue evidente que Harden había quedado muy solo para cargarse al equipo sobre sus espaldas. Sintió mucha presión en el mayor momento de presión, justo ante el rival de mayores variantes y que de no contar con una noche iluminada de una estrellas puede sin embargo apoyarse en la aparición de otra.

Anthony, de 2,03 metros y que también jugó para Denver Nuggets y los Knicks de Nueva York, llega con un promedio de 24,1 puntos, 6,5 rebotes y tres asistencia­s. Si vuelve a su mejor nivel, acepta un rol secundario y se readapta a lo que el entrenador Mike D’Antoni busca en él, entonces los Rockets podrían volver a soñar.

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Sue Ogrocki / Associated Press
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