Houston Chronicle Sunday

Escuelas optan por la tecnología

A un año de la masacre en Santa Fe, al sur de Houston

- AGENCIAS

BALACERAS: a un año de la masacre en Santa Fe, los esfuerzos para combatirla­s ya no se enfocan sólo en medidas para prevenir ataques sino en tecnología­s que ayuden a reducir el número de víctimas, acelerando la intervenci­ón policial y alertando a maestros y estudiante­s.

Los esfuerzos para combatir las balaceras en las escuelas de Estados Unidos ya no se enfocan necesariam­ente en medidas para prevenir los ataques sino más bien en tecnología­s que ayuden a reducir el número de víctimas, acelerando la intervenci­ón policial y alertando de los peligros con mayor celeridad a maestros y estudiante­s.

Los distritos escolares están empleando recursos como sistemas de detección de disparos y aplicacion­es que permiten a los maestros informar rápidament­e de ataques y conectarse con la policía. Después de cada ataque se habla mucho del control a la venta de armas, un tema extremadam­ente polémico, pero la tecnología puede ser una respuesta que genera menos tensiones y que se puede implementa­r en poco tiempo.

El uso de la tecnología se generaliza en medio de la alarma porque no se pueden prevenir ataques como el de la semana pasada en una escuela secundaria de un suburbio de Denver, en el que murió el estudiante Kendrick Castillo, de 18 años, quien trató de maniatar a un atacante.

“Si quiero empezar a los tiros en una escuela, hay 20 formas de hacerlo”, afirmó Erik Endress, director ejecutivo de Share911, una firma de Nueva Jersey que vende una aplicación que permite al personal de las escuelas informar de inmediato a sus colegas y a la policía acerca de cuál es la situación, de posibles heridos y otros detalles.

“Podemos mejorar el desenlace de estas situacione­s”, dijo Endress. “Reducir la cantidad de víctimas”.

Los ataques no son muy frecuentes, pero resultan cada vez más letales.

La matanza de 13 personas en la Columbine High School de Littleton, Colorado, en 1999 fue el comienzo de una nueva era de ataques de este tipo que no parecen tener fin. Veintisiet­e personas murieron en 2012 en la Sandy Hook Elementary School de Newtown, Connecticu­t, y 17 el año pasado en la Marjory Stoneman Douglas High School de Parkland, Florida.

Otras 10, entre las cuales estaban ocho estudiante­s y dos maestros, murieron el 18 de mayo del año pasado en la Santa Fe High School de Texas, después que un joven de 17 años identifica­do por la policía como Dimitrios Pagourtzis abrió fuego en esa escuela secundaria al sur de Houston. Otras 13 personas resultaron heridas en ese ataque.

Joseph Erardi, quien fue superinten­dente de Newtown después del ataque, hoy jubilado, dijo que inicialmen­te los legislador­es presionaro­n para que las escuelas reforzasen la infraestru­ctura.

Ello generó una industria multimillo­naria de productos que iban desde puertas “capaces de resistir ataques balísticos” hasta cañones de humo.

Estas medidas no impidieron las matanzas y “ahora estamos tratando de encontrar alguna solución tecnológic­a, pero no hay ninguna”, expresó Dennis Kenney, profesor de la Facultad de Justicia Penal del John Jay College.

La idea hoy es combinar la tecnología con programas de salud mental, de prevención de bullying y la adición de más guardias de seguridad.

“Ese es el principal enfoque de seguridad de cualquier director de escuela: La seguridad física y la seguridad emocional de los chicos”, expresó Juliet Fine, directora de la Horace Mann School de Beverly Hills.

El de Beverly Hills es uno de 200 distritos escolares que usan la aplicación Share911. Y en los próximos meses contará con un comando central con acceso a las cámaras de vigilancia de todo el distrito y otras herramient­as tecnológic­as.

“La seguridad en las escuelas está cambiando. Hay que aprovechar la tecnología y el software”, expresó Christophe­r Hertz, director de seguridad en las escuelas del distrito.

Pero tampoco se descuidan los simulacros de emergencia­s para que los estudiante­s actúen por relejo si hay una emergencia.

Se instruye a los alumnos para que se congreguen en un rincón del aula, con las luces apagadas y las cortinas bajas, según la profesora de estudios sociales Laura Stark. La aplicación Share911 permite al personal compartir informació­n y avisar acerca de posibles heridos o niños de los que no se tiene noticias.

“Sin esa informació­n, no puedes decidir si salir corriendo, esconderte o dar pelea”, dijo Endress.

AmberBox, que fabrica un detector de disparos que parece un detector de humo, alerta al personal y a la policía cuando suena un tiro y al mismo tiempo da la ubicación.

Aegis AI, de Chicago, está mejorando la tecnología para identifica­r un arma apenas asoma en el área que cubre una cámara. Lanzó el producto hace un año, pero generaba alarmas falsas por la presencia de objetos como taladros o engrampado­ras, según su director general Sonny Tai.

Algunos expertos expresan preocupaci­ón de que los distritos estén destinando a tecnología dinero que podrían usar en programas de salud mental y de prevención de la violencia.

La tecnología “es algo para aparentar. Puedes ir a una junta y mostrar este recurso reluciente”, dijo Amy Klinger, cofundador­a de la Red de Seguridad Escolar The Educator.

Los expertos coinciden en que no hay forma de prevenir totalmente o predecir un ataque a una escuela.

Los distritos suburbanos de gente acaudalada como el de Beverly Hills, que pueden contar con las últimas innovacion­es, corren el mismo peligro que escuelas de barrios pobres de las ciudades donde usan desde hace años detectores de metales.

 ?? Richard Vogel / Associated Press ?? Julian Richner, de nueve años, sale de la escuela al final de sus clases el lunes 13 de mayo de 2019 mientras pasa junto a un guardia de seguridad armado en la Horace Mann School de Beverly Hills, California.
Richard Vogel / Associated Press Julian Richner, de nueve años, sale de la escuela al final de sus clases el lunes 13 de mayo de 2019 mientras pasa junto a un guardia de seguridad armado en la Horace Mann School de Beverly Hills, California.
 ?? Richard Vogel / Associated Press ?? Juliet Fine, directora de la Horace Mann School, en el distrito escolar de Beverly Hills, California, muestra informació­n sobre alertas y mensajes relacionad­os a la seguridad en la aplicación Share911 bajada su teléfono celular, el lunes 13 de mayo de 2019.
Richard Vogel / Associated Press Juliet Fine, directora de la Horace Mann School, en el distrito escolar de Beverly Hills, California, muestra informació­n sobre alertas y mensajes relacionad­os a la seguridad en la aplicación Share911 bajada su teléfono celular, el lunes 13 de mayo de 2019.
 ?? Richard Vogel / Associated Press ?? La directora de la Horace Mann School, Juliet Fine (der.), habla con un padre que va a buscar a su hijo a esa escuela de California, que ha tomado medidas para acelerar la respuesta de las autoridade­s ante tiroteos.
Richard Vogel / Associated Press La directora de la Horace Mann School, Juliet Fine (der.), habla con un padre que va a buscar a su hijo a esa escuela de California, que ha tomado medidas para acelerar la respuesta de las autoridade­s ante tiroteos.

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