DYNAMO SUFRE VISITA A TIMBERS EN LA MLS
Después de su sorpresiva eliminación de la Copa Lamar Hunt en Houston, el equipo conducido por el colombiano Wilmer Cabrera fue goleado sin piedad en su visita a Portland.
¿Será una cuestión de estado físico, o de estado anímico, la ausencia de algunos jugadores internacionales por la Copa de Oro? ¿O por qué no también una cuestión táctica? Podría ser cualquiera de esas razones o también más de un factor, pero lo cierto es que el Dynamo volvió a perder y profundizó una tendencia preocupante: al igual que en la decepcionante derrota que sufrió ante Minnesota United volvió a desmoronarse luego del descanso y cedió tres goles en el segundo tiempo en el 4-0 que sufrió en Portland.
Hace una semana fue Minnesota el que sacó provecho de esa pasividad del Dynamo en la etapa complementaria y dio vuelta el marcador para imponerse por 3-2 en el BBVA Compass Stadium y así eliminar al equipo naranja en los octavos de final de la Copa Lamar Hunt, torneo en el cual defendía el título que ganó el año pasado y que le permitido clasificar a la Liga de Campeones de la Concacaf.
Esta vez, en cambio, el Dynamo nunca llegó a estar en ventaja en el marcador, pero estaba jugando un partido inteligente, con entrega y lucha en el mediocampo para disputar la posesión del balón, hasta que el debutante costarricense Marvin Loria abrió la cuenta justo antes del descanso con un zurdazo espectacular dentro del área que culminó un contrataque fulminante, bien liderado por el argentino Diego Valeri. En la jugada previa, Marlon Hairston había estrellado un remate en uno de los postes en la llegada más clara del Dynamo.
Si bien el Dynamo había sido superado en el juego por los Timbers en esa primera etapa, especialmente con peligrosos remates del atacante argentino Brian Fernández, la diferencia en el trámite y en el marcador anticipaban un segundo tiempo disputado y en el que el equipo naranja podía quizás presionar en busca de un empate fuera de casa, al menos.
Sin embargo, golpeado y desmoralizado, el Dynamo no volvió a ser el mismo equipo cuando regresó al campo de juego. Valeri controló a placer en el mediocampo con su claridad para dirigir el juego, Fernández se convirtió en una pesadilla para la zaga naranja y era lógico que llegaran más goles.
Valeri, de tiro penal, y Fernández dieron así sendos golpes de gracia a los 61 y 63 minutos, lapso en el que reinó el desconcierto en el equipo conducido por el DT Wilmer Cabrera. Y Jeremy Ebobisse cerró la cuenta a los 75.