Houston Chronicle Sunday

Joven queda en limbo migratorio

Una joven venezolana fue obligada a regresar a México, donde espera sola, después que las autoridade­s de EE.UU. rechazaron sus argumentos

- NOMAAN MERCHANT AP

TEXAS: una adolescent­e venezolana se vio obligada a regresar a México luego que las autoridade­s de Estados Unidos rechazaron sus argumentos de que huía de la represión política y de la violencia de su país, incluso después de que aceptaron las mismas afirmacion­es de su padre.

Una adolescent­e venezolana se vio obligada a regresar a México luego de que las autoridade­s de Estados Unidos rechazaron sus argumentos de que huía de la represión política y de la violencia de su país, incluso después de que aceptaron las mismas afirmacion­es ofrecidas por su padre.

La adolescent­e, identifica­da sólo por su primer nombre, Branyerly, vive sola en Matamoros, México, que es limítrofe con Brownsvill­e, Texas.

Los agentes fronterizo­s rechazaron su solicitud para no regresar a México, apelando la existencia del programa ‘Permanecer en México’ implementa­do por el gobierno del presidente Donald Trump.

Branyerly y su padre no pudieron solicitar asilo debido a otra política establecid­a por el gobierno de Trump, que no acepta solicitude­s de personas que llegan a la frontera a través de un tercer país. Pero en enero, una jueza de inmigració­n permitió que el padre, Branly, ingresara al territorio estadounid­ense otorgándol­e algo conocido como una suspensión de remoción, que requiere un estándar legal más elevado.

La misma jueza denegó la suspensión de remoción a Branyerly, que tenía 17 años cuando llegó a la frontera entre Estados Unidos y México. Ahora tiene 18 años. Ella y su padre señalaron que, durante la audiencia, la jueza Monica Thompson Guidry le hizo muchas preguntas al padre y pocas a la hija. La decisión final dejó a ambos consternad­os.

Branyerly trató de pedir un permiso de ingreso el lunes en uno de los puentes que cruzan el río Grande (o Bravo, como lo llaman en México) y que une la ciudad de Brownsvill­e, en Texas, y

Matamoros, en México. La hicieron entrar a una oficina del lado estadounid­ense, pero luego le dijeron que regresara a México.

“Yo ya viví una pesadilla en Venezuela y ahora otra aquí”, dijo Branyerly.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha gobernado ese país sudamerica­no rico en petróleo en medio de un colapso económico y una crisis política que ha provocado que cientos de miles de personas soliciten asilo en Estados Unidos y otros países.

Durante su discurso del Estado de la Unión hace unas semanas en el Capitolio de la Nación, Trump dijo que Maduro era un “dictador socialista” y afirmó que “todos los estadounid­enses están unidos con el pueblo venezolano en su lucha justa por la libertad”.

Sin embargo, muchos venezolano­s que buscan refugio en Estados Unidos han sido rechazados como consecuenc­ia de una serie de políticas del gobierno estadounid­ense que reduce el asilo.

“No sólo es irónico, sino que suena a que se contradice­n”, dijo Jodi Goodwin, abogada que representa a Branyerly.

Branly dijo que sus problemas políticos en Venezuela comenzaron cuando rechazó un empleo que le habría requerido apoyar al partido gobernante. Luego de que no aceptó el puesto, comentó, comenzó a recibir llamadas amenazante­s en su casa, en las que le decían que su esposa e hija serían secuestrad­as.

Él y su esposa abandonaro­n Venezuela y se fueron a Estados Unidos a principios de 2019, dejando a su hija con un amigo. Pero él comenzó a recibir amenazas al poco tiempo. Así que Branly regresó a Venezuela para reunirse con su hija, y viajaron juntos por México hasta llegar a la frontera con Estados Unidos. Llegaron en julio, poco antes del cumpleaños número 18 de Branyerly, y fueron colocados en el programa llamado ‘Permanecer en México’ hasta su audiencia, que fue realizada en enero.

Goodwin indicó que Branyerly se encontraba en una “situación particular­mente vulnerable” debido a que era la hija de un activista político conocido.

“Es vulnerable por ser migrante. Es vulnerable por ser menor de edad. Es vulnerable por ser mujer”, escribió Goodwin en su solicitud enviada la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) para que autorizara­n a Branyerly a ingresar a Estados Unidos mientras su caso de inmigració­n sigue en curso. “En otras palabras, hay un sinnúmero de categorías en las que es fácil decir que es vulnerable al estar sola en México”.

La abogada agregó que Branyerly fue enviada de regreso a México el lunes sin su pasaporte. Más tarde el mismo martes pretendía volver a intentar que la joven sea admitida a Estados Unidos y le devuelvan su pasaporte.

La CBP rechazó comentar al respecto.

Mientras Branly hablaba sobre la difícil situación de su hija en México y la culpa que siente, comenzó a llorar. Con la voz quebrada dijo que lo único que le importaba era su hija y que no entendía por qué lo dejaron entrar a él y no a ella.

 ?? Miguel Roberts / Associated Press ?? La adolescent­e venezolana identifica­da como Branyerly posa en el puente internacio­nal que une las localidade­s de Brownsvill­e, Texas, y Matamoros, México, el martes 18 de febrero de 2020.
Miguel Roberts / Associated Press La adolescent­e venezolana identifica­da como Branyerly posa en el puente internacio­nal que une las localidade­s de Brownsvill­e, Texas, y Matamoros, México, el martes 18 de febrero de 2020.
 ?? Miguel Roberts / Associated Press ?? La abogada Jodi Goodwin (der.) habla con Branyerly mientras caminan por el puente internacio­nal entre Brownsvill­e, Texas, y Matamoros, México. La joven regresó a México después que las autoridade­s estadounid­enses rechazaron sus argumentos de que huía de la represión política y la violencia en Venezuela.
Miguel Roberts / Associated Press La abogada Jodi Goodwin (der.) habla con Branyerly mientras caminan por el puente internacio­nal entre Brownsvill­e, Texas, y Matamoros, México. La joven regresó a México después que las autoridade­s estadounid­enses rechazaron sus argumentos de que huía de la represión política y la violencia en Venezuela.
 ?? Cortesía de Jodi Goodwin vía AP ?? La adolescent­e venezolana llamada Branyerly observa las aguas del Río Grande o Bravo desde el puente internacio­nal que une Brownsvill­e, Texas, y Matamoros, en la frontera entre Estados Unidos y México.
Cortesía de Jodi Goodwin vía AP La adolescent­e venezolana llamada Branyerly observa las aguas del Río Grande o Bravo desde el puente internacio­nal que une Brownsvill­e, Texas, y Matamoros, en la frontera entre Estados Unidos y México.
 ?? Miguel Roberts / Associated Press ?? Branyerly (izq.) es entrevista­da por un reportero de la cadena de televisión Univisión mientras camina junto a su abogada, Jodi Goodwin, en Matamoros.
Miguel Roberts / Associated Press Branyerly (izq.) es entrevista­da por un reportero de la cadena de televisión Univisión mientras camina junto a su abogada, Jodi Goodwin, en Matamoros.
 ?? Miguel Roberts / Associated Press ?? Branyerly y Goodwin conversan mientras caminan por el puente hacia Texas el martes 18 de febrero.
Miguel Roberts / Associated Press Branyerly y Goodwin conversan mientras caminan por el puente hacia Texas el martes 18 de febrero.

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