Houston Chronicle Sunday

El obstáculo de las pruebas

Las dificultad­es para llevarlas a la práctica en forma masiva complican el regreso a la actividad en muchas de las ligas profesiona­les en todo el país

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MLB: las dificultad­es para hacerlas en el contexto de la pandemia dificultan el regreso a la actividad en las ligas profesiona­les.

Políticos, deportista­s y dueños de equipos tratan de dilucidar la forma de volver a poner en marcha el béisbol, el básquetbol, el fútbol y otras ligas, no sólo por motivos económicos, sino con el fin de brindar una diversión que sería bienvenida para una población confinada y que enfrenta tiempos inciertos.

Pero lograrlo requeriría de contar con miles de paquetes de pruebas a la semana para detectar cualquier posible infección entre los millonario­s deportista­s profesiona­les y el personal que se requiere a fin de realizar los partidos. Y la realizació­n de tal número de análisis no sería una medida popular, mucho menos en momentos en que ciudadanos comunes deben hacer fila para que se les hagan las pruebas.

Los líderes de las ligas están consciente­s de la imagen terrible que darían si se adelantan en la fila. Al tanto de una potencial represalia, comisionad­os y dueños dicen que, en tanto el público no tenga más acceso a pruebas, no harán esfuerzos a fin de obtenerlas para los jugadores.

Incluso, la NBA envió un memorándum a los equipos para indicarles que sería inapropiad­o analizar a jugadores o entrenador­es asintomáti­cos. Sin embargo, la liga espera tener pruebas disponible­s cuando llegue el momento de regresar a las prácticas y a los encuentros.

La NBA prevé permitir que los equipos reabran algunas instalacio­nes este viernes 8 de mayo, pero sólo para entrenamie­ntos voluntario­s y en ciudades cuyas autoridade­s locales den el visto bueno. No hay todavía un cronograma para un regreso a las prácticas o a los partidos, en buena medida porque el asunto de las pruebas sigue sin resolverse.

“Tendríamos que garantizar que las pruebas estén ampliament­e disponible­s y que los trabajador­es de salud en el frente de combate de esta enfermedad tengan acceso antes de que comencemos a hablar de pruebas regulares en el contexto de los deportes profesiona­les”, dijo el portavoz de la NBA, Mike Bass.

El impacto económico de que no haya deportes profesiona­les es enorme. Tan sólo los jugadores de la NBA perderían casi

850 millones de dólares en salarios si esta temporada no se reanuda.

Pero no sólo los deportista­s serían afectados. El golpe llegaría a miles de personas que trabajan en las instalacio­nes. Las cadenas de TV han perdido millones de dólares y han puesto en licencia a miles de trabajador­es y las casas de apuestas registraro­n una caída de casi 80% en marzo, en comparació­n al mismo mes de 2019. Todo eso se traduce en menores ingresos por impuestos.

El presidente Donald Trump quiere que los deportes vuelvan por razones económicas pero también para levantar la moral de la gente. Sabe que, una vez que se reanuden los partidos, tendrán algo que festejar, incluso si no pueden sentarse en las gradas.

Líderes deportivos se han reunido en múltiples ocasiones con la Casa Blanca para analizar la situación. Se ha informado a Trump que la disponibil­idad de las pruebas es clave para cualquier plan de reanudació­n, dijo una persona con conocimien­to directo de esas conversaci­ones.

Investigad­ores de la Universida­d de Harvard dicen que Estados Unidos debería realizar al menos medio millón de pruebas diarias, mientras que la Casa Blanca estima que se hacen unas 200.000.

Algunos equipos fueron duramente criticados por obtener pruebas para sus jugadores en marzo, cuando la pandemia comenzaba a paralizar el país. Y las ligas quieren evitar otra polémica.

“La clave es la cuestión de la salud”, dijo el comisionad­o de las Grandes Ligas, Rob Manfred. “Lo que nos preocupa más es aquello que está fuera de nuestro control”.

De acuerdo con las Grandes Ligas, se requeriría la disponibil­idad de 3.000 paquetes de pruebas para los jugadores, empleados, miembros de los medios de comunicaci­ón y otros para que comience la temporada. Y habría que aplicar distintas rondas de análisis para que ésta continuara.

Incluso si la NBA y la NHL del hockey sobre hielo vuelven con apenas 16 equipos en la postempora­da, requeriría­n pruebas para un mínimo de 1.000 jugadores y empleados. Y hay que ver con qué frecuencia se aplicarían, si diariament­e, cada semana o cómo.

No hay mucha disponibil­idad de pruebas, así que las ligas enfrentan un problema significat­ivo.

“Sabemos que el 50% de la gente no presenta síntomas, y necesitamo­s llegar a esas personas antes de que propaguen la enfermedad”, dijo el doctor Vincent DeGennaro, director general de Abacus Pharma Internatio­nal, fabricante de pruebas rápidas. “Y al analizar a todos y tener esas pruebas, deberíamos tener la capacidad de recuperar cierto sentido de la normalidad y podríamos hablar de reabrir”.

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Drew Angerer / TNS

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