Dilema cada vez más grande
La liga profesional de béisbol arrancó esta semana sin público en las gradas en Corea del Sur, un país que realizó un gran esfuerzo y que tuvo un relativo éxito en evitar una propagación masiva del COVID-19, mientras que en Europa los clubes enfrentan nuevos obstáculos para reanudar el fútbol y Estados Unidos sigue debatiéndose entre el negocio y el entretenimiento por un lado y la salud pública por el otro.
Como ocurre en cada rincón del mundo en esta pandemia, cada nación hace frente con las medidas que toman sus gobernantes. No hay una estrategia en comun. Nadie, al menos por ahora, tiene una fórmula mágica. Y el mundo del deportes no es una excepción.
En Corea del Sur, donde se especula con la reapertura de las escuelas para mediados de mayo, los peloteros lucieron sus barbijos y los equipos simularon tener aficionados en las gradas después del inicio tardío de la temporada una vez que las autoridades locales relajaron algunas de las medidas de distanciamiento social,
Debido al retraso de la campaña por la pandemia, la liga hizo algunas modificaciones: tratará de jugar la temporada regular completa de 144 partidos, aunque canceló el tradicional Juego de las Estrellas y redujo al mejor de tres juegos, y no cinco, las series de la primera ronda de los playoffs.
Mientras tanto, en Europa, los clubes de fútbol y sus estrellas volvieron a las prácticas, algunos de ellos sólo con entrenamientos individuales, aunque la forma de reanudar la temporada 2019/2020 que quedó por ahora incompleta es una verdadera quimera.
Alemania, el que más avanzado estaba en un principio y en un país elogiado por cómo contuvo la pandemia, debió posponer sus planes de reanudación cuando varios de sus jugadores dieron positivo en las pruebas instrumentadas en los clubes. Claro, muchos eran asintomáticos y eso no estaba en los planes. En España e Italia hay jugadores con miedo, e Inglaterra tampoco llega a un acuerdo.
Y en Estados Unidos (ver nota aparte), la UFC regresa con sus artes marciales mixtas este fin de semana, en Florida. Es el primer deporte de contacto en volver a competir, mientras muchos se preguntan si no es algo prematuro, más allá de que el negocio y la necesidad de distracción siempre digan que ‘el show debe seguir’.