Por profunda reforma policial
PROTESTAS: los manifestantes piden que se deje de financiar a la policía, mientras los demócratas impulsan cambios.
Los congresistas demócratas propusieron el lunes una reestructuración de amplio alcance a los procedimientos y la rendición de cuentas de la policía, en respuesta a las protestas multitudinarias por las muertes de estadounidenses de raza negra a manos de agentes.
El panorama político para el proyecto de ley es profundamente incierto en un año electoral muy polarizado. El presidente Donald Trump ha expresado una posición dura ante la ola de manifestaciones y las exigencias de reformar profundamente a la policía.
“No podemos conformarnos con nada menos que un cambio estructural que transforme”, dijo la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
Antes de dar a conocer el paquete, los demócratas de la cámara baja y del Senado guardaron un minuto de silencio en la Sala de Emancipación del Capitolio, leyendo los nombres de George Floyd y muchas otras personas muertas durante interacciones con la policía. Se arrodillaron durante 8 minutos y 46 segundos — un nuevo símbolo de la brutalidad y violencia policial —, el lapso que los fiscales dicen que Floyd estuvo inmovilizado debajo de la rodilla de un policía blanco antes de morir.
Trump, quien se reunió con funcionarios policiales en la Casa Blanca, dijo que los demócratas se habían “vuelto locos”.
Ante las exigencias de los activistas de reestructurar los departamentos de policía e incluso “quitarle financiamiento a la policía”, el presidente tuiteó: “Ley y orden, no quitarle financiamiento ni abolir a la policía”. Posteriormente declaró: “No desmantelaremos a nuestra policía”.
Los líderes demócratas refutaron las palabras del mandatario, diciendo que la propuesta que hicieron no eliminaría los departamentos de policía — algo que le corresponde decidir a las ciudades y los estados —, sino que establecería nuevos estándares y supervisión.
El ex vicepresidente Joe Biden, precandidato presidencial demócrata, “no cree que se le deba retirar financiamiento a la policía”, dijo su portavoz Andrew Bates.
La Ley de Justicia en Seguridad Pública, la reforma policial más ambiciosa elaborada en el Congreso en años, aborda varios temas que han sido duramente criticados, especialmente mientras más y más hechos de violencia policial son captados en videos con teléfonos celulares y compartidos ampliamente en todo el país y el mundo.
El paquete limitaría las protecciones legales para la policía, crearía una base de datos nacional de incidentes en los que se ha aplicado un uso excesivo de la fuerza y prohibiría el uso de técnicas de asfixia por parte de los agentes, entre otros cambios.
También revisaría la ley federal de conducta ilegal penal de la policía para facilitar enjuiciar a los agentes involucrados en faltas “negligentes”, y cambiaría las protecciones de “inmunidad calificada“para permitir con mayor amplitud las demandas por daños contra la policía.
La legislación prohibiría el encasillamiento racial, incrementaría los requisitos para las cámaras que los agentes portan pegadas al cuerpo y limitaría la transferencia de equipo militar a las jurisdicciones locales.
En general, el proyecto de ley busca proporcionar una mayor transparencia del comportamiento policial de varias formas. Por un lado, otorgaría poder de citación al Departamento de Justicia para llevar a cabo investigaciones sobre posibles conductas indebidas y ayudaría a los estados a realizar pesquisas independientes.
También crearía un “Registro Nacional de Conducta Policial Indebida”, una base de datos para tratar de evitar que los agentes sean transferidos de un departamento a otro con actos pasados de conducta indebida sin detectar, señala el borrador.
En el paquete se incluye un proyecto de ley federal contra el linchamiento que se ha estancado en el Congreso.
Jerrold Nadler, presidente de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes y coautor de la propuesta junto con la representante Karen Bass y senadores demócratas, había convocado una audiencia sobre la propuesta el miércoles (al cierre de esta edición).
Si bien está previsto que los demócratas aprueben rápidamente el proyecto de ley este mes, no va tan lejos como quieren algunos activistas. Y las perspectivas de aprobación en el Senado, de mayoría republicana, son escasas.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, cuya ciudad natal de Louisville enfrenta disturbios luego de la muerte de Breonna Taylor en su casa a manos de la policía, dijo que revisaría una posible propuesta del Senado.
De momento no está claro si la policía y los poderosos sindicatos policiales respaldarán alguno de los cambios propuestos o si los congresistas republicanos eliminarán algunas de sus propias propuestas.
¿Un resquicio para Trump?
Trump y sus aliados ya empezaron a explotar los pedidos de reducir el presupuesto de la policía, pintándolos como un ejemplo de los excesos de los demócratas en un esfuerzo por ganar impulso en medio de una crisis que compromete sus posibilidades de reelección.
Biden y otros dirigentes demócratas han tomado distancia de la campaña a favor de que se deje de financiar a la policía en el marco de la lucha contra el racismo, planteando un cambio en las prioridades de los organismos policiales y no su eliminación, como proponen algunos.
Confusión en torno al objetivo de la propuesta da una oportunidad para el presidente, que tiene dificultades para abordar el tema de la justicia racial y ve peligrar el apoyo de los afroamericanos, de las mujeres de los suburbios y de los independientes a cinco meses de las elecciones.
Presionado para pronunciarse en torno al tema, Biden declaró en el noticiero “CBS Evening News” del lunes: “No apoyo un retiro de fondos a la policía. Estoy a favor de que se condicione la ayuda federal a la policía a que respete patrones básicos de decencia, honorabilidad y, de hecho, que pueda demostrar que está en condiciones de proteger nuestras comunidades, a todos en la comunidad”.
Otros que se oponen al retiro de fondos son el senador Cory Booker --uno de sólo dos afroamericanos del Senado-y Karen Bass, líder del Bloque Negro de la Cámara de Representantes.
El presidente de la Asociación Nacional Estadounidense para el Avance de la Gente de Color Derrick Johnson también se negó a apoyar el retiro de fondos.
“Apoyo la energía que hay detrás” de ese pedido, manifestó. “No sé bien qué significa el pedido. Hablo con la gente y me han dado tres explicaciones distintas. Sabemos que debe haber un cambio en la cultura de la policía de este país”.
Los demócratas tienen buenas posibilidades de llevarse el voto del centro en noviembre, según el encuestador republicano Frank Luntz, quien dijo que el desempeño y la retórica de Trump en un período de agitación social “lo están matando”.
Acotó, no obstante, que los demócratas pueden hacer peligrar esa ventaja con políticas demasiado radicales tras la muerte de Floyd en Minneapolis, ciudad en la que funcionarios municipales ahora apoyan los pedidos de reducir el presupuesto de la policía que hacen algunos de los activistas en las manifestaciones de protesta y demócratas progresistas.
Sin embargo, nada hace pensar que esa propuesta pueda tomar impulso en el Congreso. Algunos demócratas la consideran una iniciativa mala desde el punto de vista político a pesar de que la mayoría de ellos está a favor de reformar la policía.
“Empezando con la expresión ‘defund the police’”, que alude a un recorte del presupuesto, expresó la exsenadora demócrata Heidi Heitkampc. “Se da la impresión de que se plantea algo mucho más radical que lo que hay que hacer.
“Alguno va a encontrar la forma de usar esto como una excusa para no abordar lo que es un problema muy real”, añadió.
Eso es lo que parecen estar haciendo Trump y otros republicanos, que tratan de asociar a los demócratas con las propuestas de recortar el presupuesto de la policía.
El representante Greg Meeks, un afroamericano, y un grupo de demócratas moderados de la cámara baja que formaron la Nueva Coalición Demócrata, dijeron que Trump trata de distraer a la gente al acusarlos de intentar abolir la policía.
“(Trump) quiere que no pensemos en el tema central: la brutalidad y el asesinato de George Floyd”, dijo Meeks. “No vamos a permitir que lo haga”.