PERIODISTA TEME POR SU VIDA SI ES DEPORTADO
Se trata del mexicano Emilio Gutiérrez Soto
Defensores de un periodista mexicano detenido en una remota instalación del oeste de Texas solicitaron al gobierno de Estados Unidos que le otorgue asilo en vez de deportarlo a un país donde él cree que será asesinado.
Emilio Gutiérrez Soto huyó hace una década hacia Estados Unidos después que su nombre terminara en un lista negra luego de escribir artículos en los que señalaba actos de corrupción en el ejército mexicano. México es uno de los lugares más peligrosos del mundo para la práctica del periodismo. Al menos 11 periodistas han sido asesinados este año.
Después de estar a unas horas de una posible deportación, Gutiérrez, de 54 años de edad, apeló la decisión. El Club Nacional de Prensa y otros defensores de la libertad de prensa organizaron un evento en el que resaltaron su caso y los de otros reporteros cuyas vidas corren peligro.
En una conversación telefónica desde el centro de detención del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) en Sierra Blanca, Texas, Gutiérrez acusó a gobernantes mexicanos de ser cómplices de los violentos cárteles del narcotráfico en el asesinato de periodistas, aunque no realizó acusaciones en específico.
“El grupo criminal más grande es el gobierno”, dijo Gutiérrez. “Tengo temor de poner un pie en México”.
El gobierno estadounidense históricamente rechaza la mayoría de las solicitudes de asilo. Durante un periodo de cinco años que culminó en septiembre de 2016, Estados Unidos recibió alrededor de 267.000 solicitudes de asilo y otorgó únicamente 46.000.
En los últimos años ha otorgado asilo a varios periodistas mexicanos, pero Eduardo Beckett, abogado de Gutiérrez, acusó a Estados Unidos de hacer la vista gorda ante la corrupción y la violencia en México, y culpó al gobierno del presidente Donald Trump de cambiar la manera en la que se trata a los solicitantes de asilo.
“Ya no hay humanidad”, dijo Beckett. “La nueva táctica es: te presionaremos, te mantendremos detenido, con la esperanza de que te rindas”.
Otro periodista mexicano hizo precisamente eso a principios de año. Después de pasar casi cuatro meses en un centro de detención, Martín Méndez Pineda regresó a México y se escondió.
México ha creado un programa federal para la protección de periodistas, con casi 600 inscritos. Pero uno de los reporteros que pertenecía al programa fue asesinado a principios de año, y otros se preguntan si es que el gobierno federal tiene el poder o la disposición para protegerlos. En tanto, los asesinatos de alto impacto no cesan, incluyendo la muerte de Javier Valdez, reportero que cubría el narcotráfico en el estado de Sinaloa.
Gutiérrez trabajaba para El Diario del Noroeste, del estado fronterizo de Chihuahua. Dijo que sus problemas comenzaron después que escribió artículos que acusaban a la militares de robar y extorsionar a civiles en Chihuahua, que colinda con Nuevo México y la parte occidental de Texas.
Después de recibir lo que sus defensores describieron como amenazas disfrazadas, descubrió que su nombre figuraba en una lista negra. Así que huyó junto a su hijo adolescente e ingresó en 2008 a Estados Unidos en busca de asilo. Pasó siete meses detenido antes de ser liberado en 2009, en lo que se resolvía su solicitud.
Beckett dijo que Gutiérrez ya no se dedicaba al periodismo y en su lugar operaba un ‘food truck’ en la ciudad fronteriza de El Paso.
Su hijo, ahora de 24 años, trabaja en un restaurante. Pero durante su estadía en Estados Unidos, escuchó que si volvía a México terminaría como otros periodistas que fueron asesinados.
Después de nueve años, un juez rechazó en julio su solicitud de asilo, y el Consejo de Apelaciones Migratorias desechó su apelación en noviembre.
Sus defensores afirman que estuvo cerca de ser devuelto a México antes de que el consejo de apelaciones suspendiera temporalmente su deportación.