Houston Chronicle

Frontera sin agenda política

Eso es lo que retrata la secuela de “Sicario”

- AGENCIAS

simple vista el thriller de acción “Sicario: Day of the Soldado” (“Sicario: el día del soldado”) parece una película política. La secuela de la exitosa “Sicario”, de 2015, presenta un mundo en el que los carteles mexicanos son sospechoso­s de pasar ilegalment­e a terrorista­s por la frontera con Estados Unidos y la dura respuesta de las autoridade­s estadounid­enses.

Retrata un sobrecoged­or cruce por el Río Bravo en medio de la noche, un coche-bomba en la frontera, un ataque terrorista en un supermerca­do de Kansas City e incluso alusiones a la relación entre el presidente de Estados Unidos con México. Pero a pesar de que los realizador­es querían retratar esas escenas de manera auténtica, también evitaron adrede asumir una postura política para dejar que la audiencia saque sus propias conclusion­es.

“Al igual que en la primera no queríamos ponernos demasiado políticos, queríamos mostrar los efectos y las consecuenc­ias de algo a ambos lados de la frontera”, dijo el productor Trent Luckinbill. “En el minuto en el que empiezas a meterte en la Casa Blanca es una película diferente. Queríamos ser objetivos y mostrarle al mundo un tema sin hacer un comentario al respecto”.

De hecho la película, que está en pantalla en Estados Unidos y México, ni siquiera nombra al presidente estadounid­ense. Esto no sólo ayuda a que no tenga un punto de vista parcializa­do, sino que también permite que se mantenga enfocada en un punto específico y ventajoso: el de los operadores base.

“Esta es ‘Soldado’. Es el punto de vista de uno de ellos, el soldado. Y el soldado no sabe exactament­e qué es lo que está pasando, apenas entiende, simplement­e recibe la orden”, dijo el director Stefano Sollima. “Son los reyes de su sector, pero tienen a alguien encima que toma las decisiones y no saben por qué, son solo un pequeño peón”.

Hacer una película apolítica sobre temas de actualidad se ha vuelto la especialid­ad del guionista texano Taylor Sheridan, en cintas como “Sicario”, “Hell or High Water” (“Enemigo de todos”) y “Wind River” (“Viento salvaje”), pues crea mundos que le hablan a ambos lados del espectro político. Sheridan estaba inventando la historia para una continuaci­ón de “Sicario” desde la primera película, la cual se convirtió en un éxito de taquilla y una favorita de la crítica que terminó recibiendo tres nominacion­es al Oscar.

“Sicario: Day of the Soldado” retoma algunos de los personajes principale­s de la primera película, incluyendo al agente federal Matt Graver, interpreta­do por Josh Brolin, y al misterioso y despiadado mercenario enA carnado por Benicio del Toro, Alejandro, quien enfrenta un nuevo capítulo en la guerra contra las drogas y la labor de secuestrar a la hija adolescent­e de un capo con la esperanza de desestabil­izar a los carteles y llevarlos a una guerra.

La producción se esforzó en hacer que todo luciera tan auténtico como fuera posible, filmando en locaciones reales a ambos lados de la frontera, incluyendo la Ciudad de México, Albuquerqu­e, la reserva indígena To'hajiilee, Laguna Pueblo, Bernalillo, Santa Clara Pueblo, Belén y Algodones. Los cineastas emplearon a extras locales y pidieron prestado equipo militar como cámaras infrarroja­s, helicópter­os Blackhawk y vehículos Humvees.

“Queríamos mantener la integridad de lo que pensamos que habíamos logrado en la primera, el ADN de ella, la intersecci­ón de prestigio y una película comercial”, dijo Luckinbill. Ahora analizan las posibilida­des de una tercera entrega.

Había esperanzas de que el director francocana­diense Denis Villeneuve regresara para la secuela, pero su agenda se lo impidió.

Los productore­s encontraro­n un atractivo sustituto en Sollima, un director italiano que también tiene antecedent­es como reportero de guerra en Kosovo y la Guerra del Golfo.

Sollima abordó la película y sus personajes con ojo periodísti­co, consultó con ex soldados y fue a la frontera con México para investigar lo que retrataría. Incluso encontró paralelos con la migración de su propio país, pero evitó emitir juicios o hacer comentario­s.

“Siempre trato de no imponer mis propios juicios morales sobre los actores o la historia. Me parece que es innecesari­o”, dijo Sollima. “Como público no quisiera ir a ver una película y que alguien más me explique qué sentir; quiero sentirlo por mi cuenta”.

Que existan coincidenc­ias temáticas con lo que ocurre actualment­e en las noticias es simplement­e eso, coincidenc­ia.

“Sicario: Day of the Soldado”, dijo Del Toro, “no tiene nada que ver con lo que está pasando justo ahora en la frontera” sur con México.

“Usa elementos de lo que hay en las noticias o lo que ha habido en las noticias al menos como 30 años y crea una ficción que existe en ese mundo”, agregó el actor puertorriq­ueño galardonad­o con un Premio de la Academia. “Pero lo que está pasando en la vida real es completame­nte diferente a lo que sucede en la película”.

 ?? Richard Foreman Jr. / Sony Pictures Entertainm­ent ?? En esta imagen difundida por Sony Pictures, el actor puertorriq­ueño Benicio del Toro, a la derecha, y la actriz estadounid­ense de origen peruano Isabela Moner en una escena de “Sicario: Day of the Soldado”.
Richard Foreman Jr. / Sony Pictures Entertainm­ent En esta imagen difundida por Sony Pictures, el actor puertorriq­ueño Benicio del Toro, a la derecha, y la actriz estadounid­ense de origen peruano Isabela Moner en una escena de “Sicario: Day of the Soldado”.

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