Final argentina en Libertadores
Boca y River definen al campeón sudamericano
Después de unas semifinales llenas de polémica para dejar en el camino a equipos brasileños, el superclásico del fútbol argentino trasladará toda su pasión a la definición de la Copa Libertadores, donde Boca Juniors y River Plate chocarán por el título sudamericano y el pase al Mundial de Clubes de la FIFA.
Será una final inédita ya que nunca antes en la historia el título había sido definido entre dos equipos argentinos. Los únicos choques previos entre compatriotas fueron dos cruces de brasileños.
La final argentina además será en la última edición que el título se defina a visita recíproca antes de la decisión a un solo partido adoptada por la Conmebol para poner en práctica desde 2019, con Santiago de Chile como primera sede.
Por esa razón, la seguridad en uno de los temas más importantes en la antesala de la serie ya que en los partidos de la liga argentina no se permite la asistencia de simpatizantes del equipo visitante para prevenir disturbios con las llamadas ‘barras bravas’.
En esta ocasión, el partido de ida se jugará el próximo sábado 10 de noviembre en La Bombonera del barrio de La Boca, en la zona sur de la Capital Federal, mientras que la vuelta está prevista para el sábado 24 en el Monumental de Núnez, en el norte de la ciudad.
River llegó a la final envuelto de polémica luego de revertir en Porto Alegre el 0-1 que había sufrido frente a Gremio en Buenos Aires. Se impuso por 2-1 luego de comenzar en desventaja también en la vuelta, con un gol en el que aparentemente hubo una definición con una mano y otro de tiro penal.
De todas formas, la controversia mayor fue porque su director técnico Marcelo Gallardo dio instrucciones por medio de un aparato durante el partido y bajó al vestuario durante el entretiempo cuando en realidad tenía prohibido hacerlo debido a una suspensión que le había aplicado la Conmebol por demorar la salida de su equipo al campo de juego antes del segundo tiempo del partido de ida.
Al día siguiente del partido en Porto Alegre Gremio, campeón de la edición pasada, presentó su protesta a la espera de una resolución que le permita acceder a la final si la Conmebol decide alterar el resultado del partido. La entidad aún no había tomado una decisión (al cierre de esta edición) y lo más probable era una nueva suspensión a Gallardo.
Boca, que tampoco pudo contar en la vuelta con su DT Guillermo Barros Schelotto por la misma razón, reafirmó en Brasil lo bueno que había hecho en su triunfo de 2-0 en casa, y aseguró su pase con un empate de 2-2 en Sao Paulo. Como en el partido de River, también tuvo una gran incidencia la utilización del sistema de video para ayudar en las decisiones arbitrales.
River parte como favorito si se toman en cuenta los antecedentes más recientes: dos triunfos de 2-0 en la Supercopa Argentina, que enfrenta al campeón de liga (Boca) con el de copa (River) y en la liga local.
Pero Boca es un club con mayor experiencia y éxito a nivel internacional y en su undécima final de la Libertadores tratará de alcanzar a Independiente de Avellaneda, también de Argentina, como máximo ganador del torneo continental con siete coronas, frente a las tres que tiene River