NFL: Texans abren la temporada
El 10 de septiembre, con una visita a los Chiefs campeones
Hoy por hoy, en medio de los estragos que está causando la pandemia del coronavirus en casi todo el país, suena un poco presuntuoso y hasta utópico fijar una fecha para volver a la normalidad, menos aun para que se pueda pensar en jugar la temporada completa del fútbol americano en la NFL.
Sin embargo, el comisionado de la liga, Roger Goodell, ya se adelantó y anunció el jueves el calendario para la próxima temporada, mientras el deporte en general aun debate cómo regresar a la actividad en las ligas que ya habían arrancado, como las campañas de los Rockets en el básquetbol de la NBA y la del Dynamo en el fútbol de la MLS, o las que estaban por hacerlo, como la de los Astros en béisbol de la MLB.
Por ahora, apenas las carreras de autos de la fórmula NASCAR y las artes marciales de la Ultimate Fighting Championship (UFC) se han convertido en los primeros en volver a albergar sus eventos, aunque sin público en las gradas y tratando de seguir las pautas de distanciamiento social dictadas por las autoridades sanitarias para evitar una mayor propagación del COVID-19.
Muchas de las otras disciplinas, especialmente las que también están relacionadas con una competencia más internacional que implica viajes y someterse a normas impuestas en otros países, como los circuitos de tenis y golf, por ejemplo, ven muy complicado el regreso a la actividad justamente cuando la prolongación del distanciamiento social y las pérdidas de las fuentes de trabajo de la población, más la puja política por cómo se encara la pandemia en pleno año electoral, están llevando a la gente a un nivel de ansiedad pocas veces visto en tiempos recientes. Son los efectos secundarios de la pandemia, a los que el mundo del deporte tampoco es inmune.
Por eso, pensar ahora en una temporada normal de la NFL, por más optimisma que sea Goodell, luce como mínimo un poco extraño.
Ojalá que de aquí a septiembre, para cuando arranque el próximo otoño y la NFL piensa albergar su temporada, pueda aparecer una vacuna para inmunizar lo más rápido posible a la población, o al menos implementar un tratamiento efectivo para atender a los enfermos. Laboratorios y científicos en todo el mundo trabajan las 24 horas del día y los siete días de la semana para lograrlo, pero sus tiempos, está claro, no son necesariamente los mismos que tratan de imponer las presiones de algunos políticos o dirigentes deportivos, por si acaso.
Por eso, por ahora, debe tomarse como algo simbólico que los Texans abrirán la campaña el 10 de sepetiembre en Kansas City frente a los Chiefs, los campeones y ganadores del último Super Bowl en Miami, y que estarán están ansiosos de presentarse ante su propio público para arrancar su defensa del título en el Arrowhead Stadium.
También puede ser el lugar ideal para que la franquicia de Houston entierre viejos fantasmas. Los Texans ganaron allí un partido entre ambos en la temporada regular en 2019, pero unos meses después, en el momento crucial, hicieron el ridículo y desperdiciaron una amplia ventaja de 24-0 para finalmente perder y quedar eliminados con más pena que gloria en la ronda divisional de la AFC en los playoffs.
Dentro del panorama color de rosa que presume Goodell, la mala noticia es, entre otros, para los aficionados mexicanos ya que entre las medidas previas anunciadas por la situación que disparó el COVID-19, la liga ya avisó hace unos días que decidió cancelar los partidos internacionales que había planeado originalmente disputar fuera de Estados Unidos, tal como lo venía haciendo con bastante éxito en los últimos años.
Así, el majestuoso estadio Azteca en la Ciudad de México se quedó sin partido para albergar en la próxima campaña, al igual que el de legendario Wembley, considerado como la cuna del fútbol, en Londres, Inglaterra.
Entre otros de los atractivos previstos para la primera jornada, siempre y cuando todo pueda darse en el mejor de los escenarios frente a la pandemia, está el esperado debut del veterano y estelar mariscal de campo Tom Brady con Tampa Bay luego de poner fin a su prolongada y exitosa relación con los Patriotas de Nueva Inglaterra.
En su primer juego con su nuevo equipo, el 13 de septiembre ante los Saints de Nueva Orleans, Brady podría llegar a chocar con otro quarterback de mucha historia y prestigio como Drew Brees. Si eso finalmente ocurre, será la primera vez en la historia de la NFL en la que se enfrenten dos quarterbacks de más de 40 años, algo extraordinario.
En esta época de pandemia, la NFL ha estado en las noticias por las transferencias y contratos millonarios de jugadores, por el positivo de COVID-19 que arrojó Von Miller, de los Broncos de Denver, o por jugadores que rompieron la cuarentena con fiestas extravagantes. Esperemos que en septiembre la noticia sea el juego en sí.