Por una reforma
Hermano de George Floyd declaró ante legisladores
CONGRESO: un hermano de George Floyd pidió a legisladores “frenar el dolor”, mientras estudian una reforma policial.
Philonise Floyd retó el miércoles al Congreso de Estados Unidos a “frenar el dolor”, en momentos en que los legisladores ponderan una amplia reforma a las agencias del orden, para que su hermano George no sea solamente “otro nombre” en una creciente lista de personas muertas a manos de la policía.
La comparecencia de Floyd en una audiencia en la cámara baja ocurrió un día después de los últimos servicios fúnebres en Houston para George Floyd, el hombre negro de 46 años cuya muerte en Minnesota se ha vuelto un símbolo en manifestaciones contra la violencia policial y los prejuicios raciales.
“Estoy aquí para pedirles que lo detengan, que frenen el dolor”, dijo Philonise Floyd a una audiencia en silencio.
Conteniendo las lágrimas, dijo que quiere asegurarse de que su hermano, a quien llamó “Perry”, es “más que otro rostro en una camiseta. Más que otro nombre en una lista que no deja de crecer”.
Floyd retó a los legisladores: “sean los líderes que este país, este mundo, necesita. Hagan lo apropiado”.
El jefe de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes, el demócrata Jerrold Nadler, inauguró la sesión para examinar la Ley de Justicia en la Vigilancia Policial, un vasto paquete de proel puestas en medio de un debate nacional sobre tácticas policiales y desigualdad racial.
Los legisladores escucharon testimonio de líderes de derechos civiles y de agencias del orden, en momentos en que el Congreso pondera cambios a las prácticas y la responsabilidad policiales, y las protestas que siguieron a la muerte de Floyd.
“Hoy respondemos al llamado”, dijo Nadler.
La presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, observó desde la audiencia, mientras el líder de la minoría republicana, Kevin McCarthy, se sumó en el estrado.
Los republicanos están criticando a los activistas que demandan “retirar fondos a la policía”, una demanda que incluye también una reforma radical de la policía, pero algo que el presidente Donald Trump y sus aliados han aprovechado para describir a los demócratas como extremistas al tiempo que los republicanos se apresuran a crear sus propias propuestas.
“El pueblo estadounidense entiende que es hora de tener una discusión real”, declaró Jim Jordan, el republicano de más rango en el panel. Pero dijo que ellos entienden también que es “una locura total retirar fondos a la policía”.
Por dos horas, los testigos describieron lo que uno describió como el “linchamiento” de Floyd 25 de mayo y otros colocaron su muerte junto a las de otros negros estadounidenses, que han creado un saldo que se está volviendo difícil de ignorar para el Congreso.
La representante demócrata Karen Bass, presidenta de la bancada negra en el Congreso, que encabeza la gestión legislativa, dijo que los cambios propuestos reflejan una nación que está comenzando a confrontar una historia de injusticia racial.
“Se trata del tipo de país que todos queremos ver”, declaró.
En Minneapolis
Mientras tanto, el jefe del Departamento de Policía de Minneapolis dijo que se retiraba de las negociaciones contractuales con el sindicato de policías, al anunciar los primeros pasos de las reformas que ha decidido llevar a cabo a raíz de la muerte de Floyd.
Ante los exhortos de activistas y de la mayoría de los miembros del concejo municipal para desmantelar o quitarle fondos al departamento, Medaria Arradondo, de raza negra, dijo que usaría un nuevo sistema para identificar a policías problemáticos e intervenir cuando haya indicios tempranos de problemas.
“Vamos a tener un departamento policial que nuestras comunidades consideren legítimo, confiable y que trabaja por sus intereses“, les dijo a reporteros en una conferencia de prensa más de dos semanas después de que Floyd murió después que un policía blanco le oprimió el cuello con la rodilla por varios minutos, aun cuando pedía ayuda y se quejaba de no poder respirar.
Activistas han señalado como factores las desigualdades raciales y la violencia, y un sistema que se niega a castigar a los agentes problemáticos. El policía que sujetó a Floyd con la rodilla, Derek Chauvin, tenía 17 quejas en su expediente y había sido disciplinado apenas una vez.
Arradondo dijo que el tema del racismo tenía que ser confrontado directamente, y que el primer paso en los cambios sería una revisión exhaustiva del contrato con el gremio. Dijo que es desconcertante para un jefe policial cuando un agente hace algo que merece expulsión, pero el sindicato gestiona para mantener a esa persona en su trabajo y patrullando las calles.
Los asesores buscarán maneras de reestructurar el contrato para proveer más transparencia y flexibilidad, dijo. La revisión examinará importantes protocolos para incidentes, uso de fuerza y asuntos disciplinarios, incluyendo quejas y arbitraje, entre otros temas.
“Debe ser transformador, y debo hacerlo bien“, dijo Arradondo.
El contrato con el gremio expiró el 31 de diciembre. Las negociaciones por uno nuevo comenzaron en octubre y las últimas discusiones se realizaron a principios de marzo, cuando el coronavirus obligó a suspenderlas.