Presión por las escuelas
Y los CDC mantienen sus lineamientos a pesar de las críticas del presidente
CORONAVIRUS: mientras la pandemia se agrava en Texas y otros estados, el presidente Trump amenazó con retirar fondos a las escuelas que no reabran en el otoño.
autoridades federales de salud no revisarán sus directrices sobre el coronavirus para reabrir las escuelas a pesar de las críticas del presidente Donald Trump, dijo la semana pasada el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el doctor Robert Redfield.
Lo que harán los CDC, agregó, es proveer información adicional a fin de ayudar a los estados, comunidades y padres a decidir qué hacer y cuándo.
“Nuestros lineamientos son nuestros lineamientos”, declaró Redfield.
En borradores de documentos de los CDC obtenidos por The Associated Press, la agencia señala que hay medidas que los planteles pueden adoptar para reanudar actividades sin peligro, pero señala que “no puede proveer un criterio único para abrir o cerrar escuelas ni cambiar la manera como son manejadas“.
“Las decisiones sobre cómo abrir y manejar las escuelas de forma segura deben basarse en las necesidades y condiciones locales”, según los documentos.
Los CDC también inces cluyen una lista de control que alienta a los padres a considerar cuidadosamente si deben enviar de nuevo a sus hijos a la escuela o buscar enseñanza virtual. Muchos distritos escolares a nivel nacional ofrecen a los padres ambas modalidades. La ciudad de Nueva York, entre otros distritos escolares, anunció que los estudiantes reanudarán clases en otoño con horario parcial.
Eso contraviene el mensaje de Trump. El presidente ha apremiado reiteradamente a las autoridades estatales y locales a que reabran las escuelas este otoño, amenazándolas incluso con retener recursos federales a los planteles que persistan en la enseñanza a distancia.
Trump criticó el miércoles las directrices de los CDC, a las que describió como “muy duras y caras”, y señaló que la agencia estaba “solicitando a las escuelas hacer cosas muy imprácticas”. En referencia a los funcionarios de los CDC, Trump tuiteó: “Me reuniré con ellos“. Y el vicepresidente Mike Pence dijo que la semana entrante se emitirían nuevas directrices.
Pero en una presentación en el programa de televisión “Good Morning America” de la cadena ABC, Redfield se apegó con firmeza a las directriLas actuales de los CDC.
“Es en verdad importante, no es una revisión de las directrices, sólo es proveer información adicional para ayudar a las escuelas a que puedan aprovechar las directrices que propusimos”.
A la pregunta sobre la aparente discrepancia entre las declaraciones de Redfield y Pence, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo que están en sintonía. Habrá “directrices suplementarias”, apuntó.
Amenaza por fondos
Trump amenazó el miércoles con privar de fondos públicos a las escuelas que no reabran este otoño y fustigó a funcionarios de su propio gobierno por emitir directrices para la reapertura escolar que según él son excesivas.
Por medio de Twitter, Trump argumentó que países como Alemania, Dinamarca y Noruega han reanudado clases “sin ningún problema” y denunció que los demócratas quieren mantener cerrados los planteles puramente por razones políticas.
“Los demócratas creen que será malo para ellos políticamente si las escuelas en Estados Unidos reabren antes de las elecciones de noviembre”, tuiteó el mandatario. “Pero es importante para los niños y las familias ¡Bien podría yo cortar el financiamiento si no reabren!”, agregó.
No aclaró cuáles fondos cortaría ni bajo qué autoridad.
Trump formuló sus comentarios al día siguiente de iniciar una intensa campaña para presionar a las autoridades estatales y locales para que reabran los planteles educativos.
En un evento el martes en la Casa Blanca, funcionarios de salud y de educación argumentaron que privar a los alumnos de asistir físicamente a clases causará más daños a su salud que el coronavirus.
Los lineamientos recomendados por los CDC incluyen el porte obligatorio de cubrebocas, mantener alejados los pupitres, que los niños entren en horarios escalonados, que coman en el aula en vez de la cafetería y la creación de barreras físicas entre los lavamanos en el baño.
Trump no aclaró cuáles de esas normas consideraba excesivas.