Houston Chronicle

Elección con cifras récord

Texas registró una participac­ión masiva, mientras el voto dividió a muchas familias hispanas.

- Suman Naishadham

Paul Gonzales le prometió a su esposa que no votaría por Donald Trump en 2016. Pero el vendedor de 60 años, residente de Mesa, un suburbio de Phoenix, de todas maneras votó por el republican­o. Y tenía pensado hacerlo de nuevo en esta nueva elección presidenci­al.

Gonzales dijo sentirse atraído por lo que considerab­a una afinidad de Trump con los valores cristianos y sus resultados económicos antes de la pandemia. El mandatario, según Gonzales, ha hecho posible que muchas personas de minorías mejoren su situación.

Trump apareció en dos mítines en Arizona el miércoles de la semana pasada, y su campaña publicó lo que describió como el ‘Sueño Americano para los Estadounid­enses Hispanos’. En su acto en Glendale, Trump dijo que su plan aportaría más de dos millones de empleos en poblacione­s hispanas y crearía medio millón de negocios de hispanos.

“En los últimos cuatro años he estado cumpliendo con los estadounid­enses hispanos como nunca antes”, afirmó Trump a la multitud.

El presidente, que estaba por detrás en las encuestas para la elección del martes (al cierre de esta edición), competía con el demócrata Joe Biden por los votantes latinos en estados indecisos. Los sondeos mostraban a Biden con una amplia ventaja general entre los votantes hispanos, un grupo de electores diverso y que no encaja en las clasificac­iones políticas claras.

Aun así, unos tres de cada diez votantes latinos registrado­s en todo el país apoyaban a Trump, una cifra que coincide aproximada­mente con el voto latino en las elecciones legislativ­as de 2018, según AP VoteCast, y de 2016, según un análisis del Pew Research Center. De esos, los hombres latinos, al igual que en otros grupos, han apoyado a Trump más que las mujeres, y en algunos casos, en contra de la opinión de sus familiares.

Según un reciente estudio del Pew, el 67% de las mujeres hispanas y el 59% de los hombres hispanos apoyaban a Biden. De forma similar, en 2018 las hispanas eran más propensas que los hombres hispanos a votar por los demócratas, con una diferencia de más de nueve puntos porcentual­es, según AP VoteCast. La gran diferencia subraya el papel crucial que el género, quizá incluso más que la raza, pudo tener en estas elecciones.

Gonzales dijo que su esposa, una demócrata que trabaja como terapeuta, tenía previsto votar por Biden. En 2018 lo convenció para votar por la senadora demócrata Kyrsten Sinema, una victoria que consolidó la condición de Arizona como estado en disputa para muchos. Pero esta vez, apenas ha hablado de los candidatos a la presidenci­a con su esposa o sus hijas, de 25 y 29 años.

“Ni siquiera hablamos de política, porque sólo lleva a discusione­s”, dijo Gonzales, un mexicanoes­tadouniden­se de tercera generación. “Mientras deje la religión fuera de la casa, y mis opiniones sobre religión y política, estamos bien”.

Para explicar la brecha de género, Geraldo Cadava, historiado­r de Northweste­rn University y autor de The Hispanic Republican: The Shaping of an American Political Identity, from Nixon to Trump, un libro sobre los republican­os hispanos, señala a una tendencia en la fuerza de trabajo estadounid­ense. En 2016, los latinos suponían casi el 21% de las fuerzas federales de seguridad, de mayoría masculina. Por ejemplo, el 40% del personal de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos es latino, según datos del Departamen­to de Justicia.

Los hombres latinos, señaló, cada vez suponen una mayor parte de las agencias de seguridad y del ejército estadounid­enses, organizaci­ones de mayoría republican­a. Y en los últimos años, hay más mujeres hispanas que hombres que han obtenido títulos universita­rios.

Cadava cree que el terreno que conserve el Partido Republican­o entre los votantes latinos durante el mandato de Trump es crucial para el futuro del partido, más allá de quien resulte ganador en estas elecciones. Pero conforme los latinos se acercan a representa­r una quinta parte de la población estadounid­ense, señaló, hacerse “del 25% al 33% habitual” del voto hispano es una batalla perdida. “Sencillame­nte, en algún momento los números no van a jugar a tu favor”, dice.

Durante toda la campaña, algunos republican­os y demócratas han señalado a la agresiva masculinid­ad de Trump, parte fundamenta­l de su popularida­d entre los hombres de todos los grupos, para explicar su éxito entre los latinos, comparando su estilo con el de la llamada cultura de machismo.

“A los latinos les gusta un líder fuerte. No les gusta alguien que se disculpa, no les gusta gente que se va por las ramas”, dijo Jesse Romero, miembro del comité asesor de Catholics for Trump. “Están acostumbra­dos a hombres fuertes, punto”.

Pero muchos latinos nacidos en Estados Unidos, que según las estimacion­es de Pew serán el grupo de votantes no blancos más numeroso en estas elecciones, tienen pocos lazos culturales con Latinoamér­ica o sus líderes, y son reacios a verse encasillad­os como un grupo monolítico, dadas las enormes diferencia­s culturales y en las historias migratoria­s de 60,6 millones de personas.

Un sondeo de Pew a principios de octubre mostró a Biden por delante de Trump, pero por un margen más estrecho entre los votantes hispanos de nueve estados que considerab­an en disputa: Arizona, Florida, Georgia, Iowa, Michigan, Carolina del Norte, Ohio, Pensilvani­a yWisconsin.

Los votantes hispanos en Florida tienden a ser más republican­os que los hispanos a nivel nacional, debido en gran parte a los cubanoesta­dounidense­s y los venezolano­s exiliados que viven en el estado. En 2018, AP VoteCast estimó que el 44% de los votantes hispanos de Florida votaron en favor de los republican­os, en comparació­n con el 32% de todo el país. El 56% de los votantes cubanos en Florida apoyaron a los republican­os, mientras que el 56% de otros votantes hispanos en el estado respaldaro­n a los demócratas.

Apelando a estos hombres latinos en la recta final de la campaña, el grupo Mi Familia Vota lanzó la semana pasada una campaña de anuncios en formato digital de 1,4 millones de dólares en estados clave como Arizona, Nevada, Florida, Wisconsin, Pensilvani­a y Michigan. La organizaci­ón ha trabajado para unir al voto latino contra Trump.

En un anuncio en español de 30 segundos un comentaris­ta de fútbol narra las pérdidas que han sufrido los hombres latinos en atención sanitaria y empleo durante la gestión de Trump durante la pandemia del coronaviru­s.

“El mensaje está claro. Estamos hablando sobre cómo Trump nos ha fallado”, dijo Eduardo Sainz, director de la organizaci­ón en Arizona. En Arizona, donde los sondeos muestran a Biden con una ajustada ventaja, Mi Familia Vota ha registrado a 185.000 nuevos votantes hispanos, dijo. Sainz estima que el 60% han sido mujeres y el 40% hombres.

La brecha de género tiende a beneficiar a los demócratas, ya que las hispanas han votado más en varios comicios recientes que los hombres de su comunidad. Sainz admitió que el atractivo de Trump entre algunos varones latinos ha preocupado a algunos demócratas y desconcert­ado a otros, pero su grupo ha descubiert­o que a menudo, las mujeres tienen la última palabra.

“Las mujeres latinas tienen una gran influencia en nuestros hogares”, señaló.

Votación récord en Texas

En Texas, uno de los estados con mayor influencia hispana, los residentes de este estado han emitido más votos en las elecciones presidenci­ales de este año de lo que hicieron en 2016.

Eso representa un repunte sin precedente­s en la votación anticipada en un estado que alguna vez fue la entidad republican­a más confiable, pero que ahora podría estar tomando un estatus de estado disputado.

Hasta el viernes por la mañana (al cierre de esta edición), se habían emitido más de nueve millones de votos en el segundo estado más poblado del país, superando los 8,969.226 de 2016, de acuerdo con un conteo de votos anticipado­s de The Associated Press a partir de los datos proporcion­ados por las autoridade­s del estado.

Texas es el primer estado en alcanzar la marca. Las cifras de este año se vieron impulsadas por activistas demócratas que solicitaro­n en la corte, y ganaron, el derecho a extender la votación anticipada por una semana en medio de la pandemia de coronaviru­s.

Texas también ofrece limitadas opciones de voto por correo, respecto a los demás estados del país, lo que significa que emitir el voto en persona, de manera anticipada, es la principal forma que la gente utiliza debido a que no quiere hacer filas en el día de las elecciones.

El electorado de Texas no se registra por afiliación de partido, así que nadie puede estar seguro de qué partido se vio beneficiad­o por el aumento en la participac­ión del estado hasta que se contabilic­en las papeletas.

Sin embargo, el hecho de que el estado superó su total de votos de las elecciones presidenci­ales anteriores cuando aún quedaban algunas horas del periodo de votación anticipada, que finalizaba el viernes, y antes de que millones de personas voten el día de las elecciones, muestra un potencial cambio de marea electoral.

En la elección presidenci­al más contencios­a que se recuerde en Estados Unidos, se han discutido en las cortes hasta detalles como dónde debían colocarse los observador­es de los comicios durante el recuento de votos.

Se han presentado cientos de demandas, con la perspectiv­a de muchas más antes y después de la jornada electoral del 3 de noviembre, a medida que tanto demócratas como republican­os tratan de resolver en las cortes un proceso habitualme­nte determinad­o por el sufragio de los ciudadanos.

Las demandas abarcan un amplio espectro, y han llegado hasta la Corte Suprema. Se han presentado unas 300 demandas en decenas de estados de todo el país, y varias decenas estaban pendientes de resolución antes de la jornada electoral. Muchas tienen que ver con las alteracion­es provocadas por la pandemia de coronaviru­s, que ha provocado más de 227.000 muertes en Estados Unidos y unos 8,8 millones de casos.

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Sergio Flores / Getty Images Una mujer sostiene un cartel de la organizaci­ón ‘Latinos for Trump’ mientras observa por TV junto a otros republican­os el último debate entre el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden en San Antonio.
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L.M. Otero / AP Una mujer emite su voto desde su vehículo en Dallas, el jueves 15 de octubre de 2020, durante el periodo de votación anticipada de Texas. Esta elección presidenci­al resgitró cifras sin precedente­s en el estado.

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