París, con la ‘Messimanía’
FÚTBOL: el astro argentino Lionel Messi dio vuelta la página con Barcelona y se mudó a París para jugar con el PSG.
Desde que con su increíble habilidad dejaba a otros niños tirados sobre la tierra en la polvorienta canchita del club Gandolfi, cerca de la modesta casa de su familia en la ciudad argentina de Rosario, Lionel Messi estaba predestinado a brillar en el fútbol.
Pasó a las inferiores del club de sus amores Newel’s Old Boys y luego por una prueba con River Plate. Ambos lo dejaron ir pese a su ya prometedor talento. La familia de Messi explicó que se debió a las dificultades que tuvo para enfrentar un costoso tratamiento médico por una falta de hormona de crecimiento, pero los clubes rechazan ese argumento.
Con una Argentina en crisis, los Messi tenían el objetivo de llegar a Europa, y Leo terminó deslumbrando al mundo en Barcelona, a donde llegó como adolescente y 21 años después se fue con 35 títulos, además de premios y estadísticas que quedarán para la eternidad en la memoria del club catalán.
Ahora, con 34 años de edad y rejuvenecido tras ganar en el invierno austral por primera vez la Copa América con Argentina en Brasil, ‘la Pulga’ desembarcó en Francia para jugar con el PSG y revolucionó a París, la llamada ciudad de las luces que se encandiló ahora con la gran estrella del fútbol.
Financiado por los petrodólares de Qatar, país que será anfitrión de la próxima Copa del Mundo en 2022, el PSG sueña ahora con conquistar la Liga de Campeones, y el mundo. Y Messi, que firmó por dos años con opción a otro, llega a un equipo que ya está repleto de estrellas y donde formará una delantera de ensueño junto al brasileño Neymar y al francés Kylian Mbappé.
Allí será dirigido por otro hombre surgido en Newell’s y que pasó por la selección argentina y el PSG, como el ex zaguero Mauricio Pochettino, y también estará rodeado de
otros dos rosarinos como Ángel Di María y Mauro Icardi, ambos del acérrmio rival Rosario Central. Y también podrá pasarse el balón y tomar mate con Leandro Paredes, el aguerrido volante con el que también ha jugado en la selección argentina, como con Di María e Icardi.
Con las ventas de su camiseta número 30 y su nombre en la espalda, el PSG ya comenzó a recuperar su fuerte inversión. Messi, por su parte, sigue facturando y sueña con más gloria y títulos.