Houston Chronicle

Jeter, Walker y Simmons entran a Cooperstow­n

Finalmente son reconocido­s e ingresan a Salón de la Fama

- John Kekis AP

Derek Jeter fue él mismo en un día sumamente especial: caballeros­o y elegante.

Durante una tarde nublada de miércoles, con una temperatur­a de unos 70 grados Fahrenheit (21 Celsius) y bajo una llovizna, Jeter escuchó la aclamación de sus admiradore­s. Acto seguido, el ex campocorto y capitán de los Yanquis de Nueva York fue exaltado al Salón de la Fama, tras una espera que se prolongó debido a la pandemia.

Entre el público que aplaudió a Jeter estaban dos luminarias del baloncesto de la NBA, Michael Jordan y Patrick Ewing, así como varios de sus excompañer­os en los Yanquis y el otrora manager Joe Torre.

Jeter subió al escenario después de que se rindió honores a otros miembros de la generación de 2020: Ted Simmons, Larry Walker y el fallecido Marvin Miller.

El exastro de los Yanquis se mostró conmovido por el momento y reconoció lo diferente que lucía la ceremonia tras el deceso reciente de diez miembros del Salón de la Fama.

“Estoy muy honrado por el hecho de que se me incluya junto a ustedes, amigos, y por vincularme con ustedes para siempre”, manifestó. “El Salón de la Fama es especial por las personas que están ahí. Hemos perdido a demasiados miembros durante los últimos veinte meses. Se trata de integrante­s del Salón de la Fama que habrían podido estar aquí. Así que, por alguna razón, esto no es lo mismo”.

Lo que sí pareció habitual fue la adoración mostrada para Jeter por los fanáticos, siempre maravillad­os por su consistenc­ia.

“Tuve una meta en mi carrera, que fue la de ganar más que cualquier otro, y lo logramos, lo que me lleva a los fanáticos de los Yanquis”, comentó Jeter, mientras estallaba una nueva ovación. “Sin duda, ustedes me ayudaron a llegar aquí hoy tanto como cualquier otro individuo al que yo haya mencionado”.

El expelotero dio buena parte del mérito a sus padres, quienes estaban entre el público junto con su esposa Hannah y sus dos hijas pequeñas.

“Mamá, me enseñaste que cualquier sueño es alcanzable, siempre y cuando uno trabaje más duro que los demás. Me grabaste eso en la cabeza una y otra vez y me llevaste a creerlo”, refirió Jeter. “Me dijiste que nunca debía poner pretextos. No me permitías decir ‘no puedo’. Papá, has sido la voz de la razón, me enseñaste a ser paciente, a pensar antes de hablar. Siempre has estado aquí para darme consejo y hasta hoy eres la primera persona a quien recurro.

“Sé que, cuando me retiré, dijiste que habías jugado cada encuentro conmigo, y sé que recuerdas de vez en vez que me decías: ‘tienes que seguir enriquecie­ndo ese currículum’. Mira adónde nos ha llevado eso hoy”.

La ceremonia se pospuso un año por la pandemia.

A Walker eso no le importó. Después de todo ya había esperado mucho para ser el segundo canadiense elegido al Salón de la Fama.

Renunció al hockey sobre hielo cuando tenía 16 años para concentrar­se en el béisbol. Fue selecciona­do en el décimo y último año en que aparecía en la boleta, tas cumplir una carrera estelar con Montreal, Colorado y San Luis.

Su trayectori­a incluyó 383 jonrones y tres títulos de bateo.

“Nos ha llevado un poco más de tiempo llegar a este día, pero agradezco todo el apoyo que he recibido durante estos años desde mi país natal. Comparto este honor con todos los canadiense­s”, dijo Walker, quien se retiró en 2005.

Simmons, quien tiene 72 años, brilló en una carrera de 21 temporadas con San Luis, Milwaukee y Atlanta.

Una larga espera

Jeter visitó Cooperstow­n cuando era un chiquillo hace cuatro décadas y asegura que no recuerda mucho del viaje. Regresó esta semana y segurament­e no se olvidará de ningún momento.

Después de un retraso de más de un año, el ex campocorto y capitán de los Yanquis de Nueva York fue exaltado tras una larga espera.

Nadie fue selecciona­do este año tras la votación de los cronistas y los comités del Salón de la Fama pospusiero­n sus elecciones hasta el próximo receso de invierno debido a la pandemia.

Jeter, de 47 años, funge como dueño y director ejecutivo de los Marlins de Miami.

Tras los decesos de ocho miembros del Salón de la Fama en el último año y medio, entre ellos Hank Aaron y Whitey Ford, y una pandemia que no cesa, la cifra de miembros que acudió a la ceremonia fue menor en comparació­n a dos años atrás, cuando un total de 58 hizo acto de presencia.

Simmons, de 72 años y brillante receptor y primera base en los 70 y 80 con los Cardenales de San Luis y los Cerveceros de Milwaukee, le encontró un beneficio a la larga demora.

“La espera ha sido buena y mala — mala en el sentido que tuviste que esperar un año extra para que esto fuera realidad, pero buena porque lo extendió por un año“, dijo Simmons, quien creció en las afueras de Detroit. “Ha sido un período difícil estos últimos dos años en todo el país y para la sociedad en general con esta pandemia. El que esto se pueda cristaliza­r nos acerca a tener cierta normalidad, que es lo que deseamos”.

El siempre ameno Walker, de 54 años, dijo que la demora sirvió para acentuar de cierta forma lo irreal de su elección.

“Me han pillado tantas veces firmando algo, se los regreso y me lo devuelven por que se olvidó escribir HOF2020“, dijo Walker, quien se unió a Ferguson Jenkins como los únicos peloteros canadiense en el Salón de la Fama. “La verdad es que aún no asimilo la realidad. Es que no me considero un Salón de la Fama en nada”.

Jeter fue el jugador número 57 que es elegido en el primer intento de la votación de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Nortaméric­a. Le faltó un voto para ser el segundo en ser elegido por unanimidad, al ser incluido en 396 de las 397 papeletas. El panameño Mariano Rivera, su ex compañero de los Yanquis y excelso cerrador, sigue siendo el único que entró unánime.

Pieza clave

Pieza fundamente de cinco equipos que ganaron la Serie Mundial, Jeter militó con los Yanquis durante toda su carrera, entre 1995-2014 — dos décadas en la Gran Manzana, el referente de una histórica franquicia.

“La cosa más importante durante mi carrera, lo que yo quería, era que se me recordara como un Yanqui. Sólo eso”, dijo. “Era el único equipo por el cual quería jugar desde que tengo memoria. Y cuando te abocas a tu carrera, pues uno empieza a pensar en el legado. Va más allá de lo hecho en el terreno. Es el legado que dejas fuera del mismo”.

Donald Fehr, director ejecutivo de la Asociación de Peloteros de las Grandes Ligas entre 19832009 y ahora con la misma función en la liga de hockey, recibió la placa de Miller y habló en su nombre. Miller contrató a Fehr como abogado del gremio en 1977.

“Al final de cuentas se valora cómo se construyó nuestra casa”, dijo Tony Clark, el actual director ejecutivo del sindicato. “En otras palabras, cómo él construyó nuestra casa, nuestra asociación, nuestro sindicato. Para que la casa resista el paso del tiempo, se tenía que construir con cimientos fuertes”.

 ?? Hans Pennink / AP ?? Derek Jeter, habla el miércoles 8 de septiembre de 2021, durante la ceremonia en que se le declaró nuevo miembro del Salón de la Fama del béisbol, en Cooperstow­n, Nueva York.
Hans Pennink / AP Derek Jeter, habla el miércoles 8 de septiembre de 2021, durante la ceremonia en que se le declaró nuevo miembro del Salón de la Fama del béisbol, en Cooperstow­n, Nueva York.

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